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Esposo Beta. Cap.3. Hombre Alfa, Hombre Beta

Han pasado 2 meses aproximadamente, desde que mi esposa, candy, ya tiene su trabajo formal y estable, de asistente en la agencia aduanal. Ha sido un tiempo en el que ha aprendido lo que es el trabajo, y lo que se tiene que esforzar para ganar dinero. Ya sabe que las cosas no son tan fáciles como antes hacía, de solo pedirme dinero. Ahora ella gana su propio dinero, y he de admitir que le va mucho mejor que a mi… ambos estamos cómodos con esa situación, yo no tengo problema de qe ella gane más que yo. Pero últimamente hemos estado distantes en cuanto a sexo se refiere… 
Solo lo hacemos 1 vez a la semana, a lo mucho. Yo no le he dado mucha importancia, ella siempre llega cansada del trabajo. Ya que sale desde las 8 am. Y regresa a casa a las 6 pm. Y cuando tocan horas extras porque llega mercancía, a veces llega a las 10 y 11 pm. Demasiado tarde y muy cansada. 
Yo por mi parte, me tengo que entretener a mí mismo. He de confesar que yo no solía consumir pornografía, al menos no regularmente. Pero desde ésa noche que el ing Ramiro me envió ése vídeo, casi a diario he buscando contenido de ése tipo. Sin darme cuenta, el consumo de el tema de los tríos, y de el cornudo, se me salió de las manos. La sensación y las emociones que provocan en mi, son paradójicas. Cómo algo que me ofende tanto, como que otro hombre toque a mi esposa, a la vez puede causar tanta exitacion. Las erecciones más duras que haya tenido nunca, las estoy experimentado ahora.
Desde ésa noche, estoy confuso. Ya no ha habido más comunicación con Ramiro. 
No sé con que propósito me mandó ése tipo de video. 
Pudiendo mandar algo más tradicional, de un hombre con una mujer. O incluso Algo de lesbianas.
Si hay un mensaje oculto en ése mensaje, si viene con intenciones o propuestas ocultas. Aún no logro descifrarlo. 
Probablemente me quería dar a entender que le gustaría a él estar en ésa situación.????
Me qiere dar a entender que le gustaría compartirme a su esposa?
O más inquietante aún. Qiere cogerse a mi esposa?.
Son muchas preguntas, mucha confusión en mi cabeza. Y cada día que pasa, la incertidumbre crece, y yo. A estás alturas, después de apenas 2 meses, se puede decir que a diario me masturbo con esos vídeos. De cuernos, dominación, humillación.
Y ya no solo son videos. 
Ahora incluso he buscado relatos de cuckold. Me informado del tema. Al parecer, es una práctica que muchos esposos tienen la fantasía de realizar. Y ciertamente, la mayoría no lo admite. Pero en la seguridad de su computadora o celular. Y tras la protección y el anonimato que ofrece la pantalla. Ciertamente muchos hombres admiten y aceptan el deseo de compartir a su esposa.
Y aquellos, quienes han tenido la oportunidad de hacerlo, dicen haber experimentado las erecciones más duras, y duraderas de toda su vida. 
Aparentemente sus vidas han cambiado, y pasan de ser un matrimonio monótono, como el mío, y como el de muchos hombres. A revivir la llama de la pasión, que en muchos se había extinguido, incluso muchos años atrás. Muchos matrimonios se han salvado, a raíz de reavivar ése vínculo tan especial y personal con sus esposas. El nivel de complicidad los lleva más allá de solo compartir su cama, sino de hasta el punto de ser los mejores confidentes entre ellos. Reforzando su relación personal. 
Es algo complicado de entender. Ciertamente. Pero la manera en que la mayoría de ellos lo expresa, o lo justifica, es que hay dos tipos de hombres. 
Los hombres Alfas. Y
Los hombres Beta.
Lo que la mayoría de los hombres que han compartido sus experiencias. Ya sea como hombres Alfas, y hombres Beta. Casi todos coinciden en lo mismo.
No todos los hombres pueden ser Alfa. Al contrario, son pocos los que tienes ésos rasgos y ésas características. Normalmente son hombres en posición de poder. Económico y en sus trabajos, o a lo que se dediquen. Ellos tienden a imponer las reglas del lugar en el que están. Tienden a ser los líderes, suelen guiar, tanto a los hombres, como a las mujeres que les rodean. Y por lo regular, siempre consiguen lo que quieren.
Al parecer, para ellos, todo lo que ellos quieran, lo pueden conseguir. No importa si es algo material. Llámese objetos, o incluso hasta personas.
Suelen imponer sus pensamientos en las otras personas, e incluso, pueden implantar deseos en las personas que son susceptibles a ser manipuladas.
Ahí es donde entran en juego los hombres Beta.
Estos, suelen estar más cómodos bajo el liderazgo de los Alfa. Entre menos se hagan notar ellos mismos, es mejor. Tienen inclinación a ser dirigidos en cada cosa que hagan. Entre más se imponga un Alfa sobre ellos, se sienten más cómodos. Debido a que no sienten la responsabilidad de tener que tomar decisiones propias. Y al encontrar un Alfa, suelen ser muy manipulables. Hasta el punto de efectivamente. Entregar a su pareja, e incluso. Entregarse ellos mismos.
Aparentemente,bajo ésos estándares, yo no me identifico como un Alfa, más bien, mi perfil  es un hombre Beta. De hecho, no me molesta admitirlo, probablemente ésa sea otra confirmación de que soy Beta.
Por el contrario, Ramiro. Tiene todas las características de un hombre Alfa. Desde el momento en que uno lo conoce, se siente bajo la autoridad y dominio de él. 
Y así es, como puedo explicar todo lo que pasó en estos dos meses. 

Los primeros días de mi esposa en su nuevo trabajo, eran de lo más normales.
Se vestía en las mañanas, con su uniforme. 
Un pantalón de vestir negro a la cintura. Le quedaba muy marcado a su cuerpo. Una blusa verde esmeralda como en tela de satín, o seda. Manga larga. Bien fajada. Zapatillas plateadas, medio altas. Y todas las mañanas sin excepción, se maquillaba y peinaba como si fuese a un concurso de belleza. Por lo regular, se abotonaba hasta donde empieza su escote, sin enseñar nada, y solía usar unas pantis pequeñas, muy delgaditas, para que no se le marcara en su culo la marca de el panti.
Salía en la mañana, y llegaba en las tardes. En el transcurso del día no solíamos hablar, a no ser que se tratara de una urgencia. Yo no la quería distraer debido a que apenas estaba aprendiendo sus nuevas funciones.
Por las noches platicabamos como le fue en su turno, las cosas nuevas que había aprendido. Y dónde más ponía atención, era, cuando mencionaba a su jefe, Ramiro.
Candy: – Ramiro es muy amable conmigo. Me tiene mucha paciencia. Siempre procura estar cerca de mi, o tenerme a un lado suyo, enseñandome todo lo del trabajo. Y siempre quiere que le pregunte cualquier cosa qe tenga duda.--
Yo: – mira, que bueno que sea tan atento. Y no te incómoda estar tanto tiempo juntos, o que esté muy cerca de ti?
Candy: – No. No me hace sentir incómoda, al contrario me hace sentir segura. Cómo que tiene algo que impone confianza.--
Yo: – y no te hace comentarios personales Hacia tu persona. Cumplidos o halagos?--
Candy: – Hasta el momento no. Pero te molestaria que me haga halagos o cumplidos? No me digas que te qieres poner celoso. Jajajaja.-- 
Yo: – No. Para nada. Solo me da curiosidad, cómo se puede controlar, con una mujer tan guapa, todo el día a su lado. Solo éso. A demás. En su casa lo ha de esperar su esposa, que es muy guapa por cierto.--  
Candy: – hay amor. Tu siempre de paranoico. Pero no tengas pendiente. Si un día me dice algo. En ése mismo día te cuento. Para que no creas qe te escondo algo.-- 
Yo: – no es con la intención de que me cuentes todo éso. Simplemente era curiosidad. Igual, sus conversaciones privadas y personales pueden tener. Tu sabes que yo confío en ti. –
Candy: – hay amor, me gusta tu seguridad. Gracias por ésa confianza qe me tienes. –

Nos dormimos nuevamente, sin nada más que un beso. Y así continuaron los días. 
Dos semanas después. Y luego de mucho consumo de pornografía de cornudos. Obviamente Candy, no sabía nada de mis últimos temas de curiosidad. Y no se lo contaria. Todos podemos tener nuestros secretos más retorcidos y morbosos para nosotros mismos. Llegada la noche, platicamos.
Candy: – amor, se me había pasado decirte, con lo cansada que llego y con todos los pendientes. Fíjate que Ramiro ha estado más atento de lo normal–.
Yo: – cómo, a qué te refieres o que tipo de atención hablas –
Candy: – pues, siempre en las mañanas, me recibe con algo, un café, un postre, o cualquier detalle. Yo lo recibo por cortesía, a demás qe no quiero generar un ambiente de trabajo incómodo para nadie. Incluso, en dos ocasiones e comido con él. Una en un restaurante, y precisamente hoy, me llevo a su casa. –
Yo: – está bien que le aceptes los detallitos, A fin de cuentas, me imagino que te quiere hacer las horas más llevaderas. Para que no se sienta tan tedioso el trabajo. Y su esposa, Julia, no sé molestó por qué te llevó? O le aviso primero?--
Candy: – verás que no sé si se molestó o no, Julia. Ramiro me juró que no habría problema, que ése tema ya está tratado con su esposa. Pero lo más increíble, es que Julia no estaba en su casa.  Ella está de vacaciones con unas amigas en USA.--
Yo: – se han de tener mucha confianza, para qe le dejé llevar a una mujer a su casa, estando solo. Y no se quiso propasar contigo?--
Candy: – no. Para nada, se portó muy bien. Incluso tomamos dos horas para comer. Y platicamos un poco del trabajo. Lo demás fue pura platicas personales.  Pero he de confesar, que este día, desde que llegué. Si me hizo halagos. 
Yo: – y que te dijo, a ver, cuéntame.--
Candy: – Que guapa iba hoy a la oficina. Que suerte tenía de haberme contratado, y que esperaba conocerme mucho mejor. Si se daba la oportunidad.
Y todo el día me dijo lo bien que me queda el uniforme, que tengo una figura muy femenina, y que le dabas envidia, por estar conmigo.
Dijo que qizas debería de cambiarme el uniforme por una falda. Para hacerle justicia a mis piernas. Me dijo que te preguntara si había problema en que fuera falda mi uniforme.--
Yo: – No, para nada. Que problema va a haber, al contrario, sirve que se Heche un taquito de ojo. Nomás que no te vaya a ver mucho. Que dejé algo para mí. Jajaja. –
Candy: – ok. Entonces mañana mismo llevaré la falda. Jajaja. Ya me la había entregado, en caso que dijeras que sí. –
Yo: – mira, que oportuno tu jefe. Predice el futuro, o que? 
Candy: – no lo predice, pero es muy bueno para leer a las personas y conocerlas. Y dice que te está conociendo a ti, a través de mi. Está un poco trastornado Ramiro. –
Yo: – a qué se refiere con éso.. bueno, con el tiempo lo sabremos, a ver qué tan bueno es con éso de conocer a la gente. Ya hay que dormir. Que mañana hay que madrugar.--
Por la mañana, mi esposa si alistó como siempre, solo que esta ocasión. Su uniforme era una falda negra, a la rodilla. Antes de irse a su trabajo, yo la detuve para darle los toques finales. Le subí la falda a medio muslo, o un poco más arriba, y le desabroché su blusa, hasta dejar un escote muy abierto, que se viera el brasier, y media tetas. Le di una nalgada y le dije. 
Yo: – así ve hoy, ofrecele una buena vista, que quede impresionado. Jeje. Que valga la pena. Chanza y consigues un aumento. –
Reímos los dos, y ella se fue. Acomodandose su uniforme otra vez… al parecer, no estubo de acuerdo con ésa presentación.

Sin darnos cuenta. Estábamos siendo atraídos a los planes que Ramiro había trazado para nosotros. Y como parte de su plan maestro, estaba implantando el deseo de que le entregara a mi esposa. Y lo hacía sin siquiera tener contacto ni comunicación conmigo. Pero al parecer, era un experto en leer a la gente. Desde el momento en qe me envió ése vídeo. O incluso antes. Desde que lo encontramos en aquel restaurante candy y yo. Y cuando el se dió cuenta que yo lo veía como saboreaba en su mente a mi esposa. Creo qe en ése momento me conoció. Incluso mejor de lo que me conocía a mi mismo.

Siendo las 8:10 aprox, de ésa misma mañana, candy me manda una foto desde la oficina, una selfie en la que tenía su blusa desabrochada, tal como se la puse yo antes qe se fuera. Y se veía también que se había subido la falda.
No podía creer que mi esposa estaba haciendo éso. Cómo era posible que fuera tan provocativa con su jefe. 
Sin que yo lo supiera, ramiro estaba trabajando también en la mente de mi esposa. Implantando sus deseos y empujandola lentamente a esa tramp que ya estaba preparada para nosotros. 
Ramiro: – hay Dios. Qe es ésto. Que rica. Digo, guapa vienes hoy. No sabía que estaba tan corta la falda. Pero que bueno que está así. Y la blusa, se le cayeron los botones? Así se te ve muy antoj. Digo, te vez muy bien. Te vez perfecta.--
Candy: – Gracias Ramiro. La verdad es que me siento un poco incómoda, no acostumbro a vestir así. A demás, que dirían las otras trabajadoras. Jaja. Te recibí así, solo como una broma, no esperes esto siempre. –
Procede a acomodarse el uniforme. 
Ramiro:  – mientras estés dentro de mi oficina, si te puedes quedar así. Es la mejor broma que me puedes hacer. Jeje. Es más, que te parece si le mando las gracias Mario. Por p dejarte usar el nuevo uniforme. –
Candi: – no, cómo cree. Nos podemos meter en problemas. No sé cómo valla a reaccionar.
Ramiro: – no tengas miedo. Déjamelo a mi. Yo conozco a los hombres como él, y les encanta que les hagan cumplidos sobre sus parejas. No va a hacer nada que no meta en problemas. –
Candy: – mejor no quiero arriesgar. Me gusta mucho este trabajo y no quiero que Mario ya no me deje trabajar.
Ramiro: – está bien, solo por éso no le diré nada hoy. Pero déjame te demuestro cómo yo tengo razón. Y entre más cumplidos te haga, más orgulloso va a estar él. Para empezar, hoy que llegues a tu casa. Dile que no te quitaba la vista de encima. Pero que nunca te toqué. El te va a decir, que a la siguiente, que te pongas más atrevida, y que te dejes tocar un poco, aunque sea accidentalmente. Y si éso pasa. Entonces ya no le diremos nada más. Solo lo qe él se imagine. Y verás que en ésos días, va a andar muy caliente. Que te parece?--
Candy: – bueno. Pero esta va a ser la única vez que hacemos algo así… si Mario se molesta o lo veo mal, entonces nos olvidamos del tema para siempre. 
Ramiro: – está bien, solo así continúa el resto del día. Porfavor.  No me quieras privar de tan deliciosa vista.--
Candy continuó el resto del día así, con la falda a medio muslo, y la blusa desabrochada a medio brasier. Si tenía que salir o alguien más la vería, se acomodaba el uniforme. Pero el resto del turno, continuó en uniforme sexy para su jefe. Y en su mente, daba vueltas la dudas sobre lo que dijo Ramiro. Cómo podía estar tan seguro de lo que sentiría su esposo?, se habrá dado cuenta que Mario fué quien me mandó con la falda levantada, y desabrochada la blusa.? No era posible que el lo supiera. Pero al parecer, tenía un sexto sentido.

Horas más tarde, cuando mi esposa y yo nos encontrábamos cenando, salió el tema de el uniforme nuevo. Aparentemente Ramiro se comió a mi esposa con la vista. Pero no sé cómo.se pudo contener para no tocarla o proponerle algo indecoroso. La velada continuó tranquila, sin percances. Posteriormente volví a tocar el tema.
Yo: – entonces tu jefe no quitó los ojos de encima? –
Candy: – no perdió oportunidad de observarme lo más que pudo. El pobre, se ha de haber quedado con ganas de qien sabe que.--
Yo: – pobre, lo imagino, todo nervioso, sin saber que hacer, o que poder decirte, sin propasarse. Jaja. No quisiera estar en ésa situación. Que te parece, si mañana, lo provocas un poco más??? –
Candy: – no sé, no me parece buena idea. No me quiero quedar si ése trabajo. Realmente lo disfruto.
Yo: – solo una vez más, y ya. Es más, después de eso, ya no me sigas contando mas nada de ése tema. Y ya las cosas se calmaran solas. En su tiempo, todo volverá a la normalidad. –
Candy: – bueno. Mañana iré otra vez igual, y ya. Que se enfríen las cosas. Más vale–
La noche continuó, y ese día, sin darme cuenta, sentía deseos otra vez de poseer a mi esposa, la temperatura en mi cuerpo subió, y todo el rato la estuve manoseando, sentía que algo en mi se estaba encendiendo, y por primera vez en 3 semanas, le dije a mi esposa que quería tener sexo. Ella accedío de inmediato, cuando estába recorriendo su cuerpo con mi mano, estábamos fundidos en un beso largo, con mucha pasión. Cuando mi mano izquierda bajo a explorar su sexo, cuál fue mi sorpresa que se encontraba completamente húmeda. Mis dedos quedaron inundados en sus jugos vaginales, y yo, muy en el fondo, conocía el motivo de esa excitación. 
Ramiro. 
Por la cabeza de mi esposa, daba vueltas la conversación que tuvo con su jefe. “Lo conozco tan bien, que vas a ver cómo va a andar de caliente”.
 
Tuvimos una sesión de sexo como hacía años no había. Incluso, terminé 2 veces. Por lo qe Candy quedó sorprendida.
Candy: – Estás muy motivado hoy… supongo que es de todas las noches que me tenías en el olvido.--
Yo: – no sé. Me siento muy duro hoy. Me gusta. 
Candy : – ya tenías entumida la mano?? No creas que no me doy cuenta cuánto te masturbas últimamente.
Yo: – uy, lo siento amor, no era mi intención desatenderte, es solo que a veces te duermes tan rápido, que no te qiero despertar. Me da mucha pena que sepas qe me masturbo.
Candy: – no pasa nada amor. Es normal en todos los hombres. De hecho, me gusta imaginar que te la estás jalando. Después me invitas a verte. O me enseñas con que te motivas.
Yo: – ya veremos más adelante amor. Gracias por entenderme.
En la mañana para irse a trabajar. Al igual que el día anterior. Le subí aún más su falda, tapando apenas su culo, y le desabroché la blusa, hasta medio busto. Pero esta vez, le quite el brasier, y le dije que se pusiera una tanguita muy pequeñita, blanca. Que hace qe su culo parezca un dulce irresistible de comer. Quería llevar al límite a Ramiro,  y saber cuales eran sus intenciones realmente. Aún no sabía cuál era la intención de aquel vídeo. Pero pronto lo averiguaré. Nos despedimos de un beso largo y apasionado, como hacía mucho no nos despedíamos. 
Al llegar Candy a la oficina, cuál sería su sorpresa, que su jefe ya la estaba esperando. Al verla entrar, con su blusa abierta, enseñando medio busto y sin sostén, y con el vestido tan arriba, que le podía ver el nacimiento de su culo. El quedó inmóvil en su lugar, y contrario a lo que cualquier hombre haría, en vez de abalanzarse sobre mi esposa, la esperó pacientemente en su lugar. Cuando se acercó a el a saludarle, el acerca sus labios a la mejilla de mi esposa, y la saluda de beso, cosas que nunca hacía. Pero dicho beso iba cargado de deseo, le besó a un ladito de sus labios, en la comisura de los labios de mi esposa. Y susurrandole al oído, le dijo.
Ramiro: – no me voy a disculpar por eso.-- haciendo una breve pausa, agregó. – ni por esto– 
A lo cual procede a tomar de la mano a mi esposa, y haciendo un ademán, para que ella girase, y le mostrara su atuendo sexy, procede a plantarle una nalgada en el culo de mi esposa. Y le dice.
Ramiro: – te dije que sabía cómo eran los de su tipo.


Continuará 

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