Hola amigos de poringa , buenas noches
Aca les traigo una nueva parodia
Esta vez de los Simpson

El sol caía fuerte en Springfield. La familia Simpson fue a la pileta pública: Marge acomodaba las toallas, Lisa leía tranquila, Bart ya planeaba sus bombas de agua.
Homero, con flotador rosado en la panza, se relamía mirando la cantina.

Pero entonces la vio: Selma, en bikini diminuto, culo brillante de bronceador, cigarro a medio terminar colgando de la boca. Se agachó para atarse el corpiño y Homero sintió un calor en la entrepierna más fuerte que el del sol.

—¡D’oh! —murmuró, intentando disimular.
Mientras Marge charlaba con una vecina, Homero se escabulló hacia los vestuarios. El corazón le latía como cuando encontraba donuts 2x1. Selma estaba ahí, contra los azulejos húmedos, con esa sonrisa descarada.
—Te vi mirándome, gordito —dijo con voz ronca.

Homero apenas alcanzó a balbucear algo antes de que ella lo empujara contra la pared. Selma le bajó el short de baño y soltó una carcajada al sentirlo duro.
—Mmm… parece que alguien tenía hambre de algo más que hamburguesas.
Se agachó y se lo tragó de golpe, húmeda, ruidosa, como si quisiera tragarse toda la Duff de un sorbo.

—¡Oooooohhh, Selmaaaa! —gemía Homero, apretándose contra los azulejos.
Luego ella se dio vuelta, apoyó las manos contra la pared mojada y levantó el culo aceitado en su bikini mínimo.
—Dale, Homero, metémela ya.
Él la penetró con un gemido bestial, las caderas chocando contra ese culo redondo. El sonido del agua goteando se mezclaba con los gemidos sordos de Selma:
—Más fuerte… ¡así, así!
Homero bombeaba con torpeza pero con furia, jadeando, el sudor corriéndole por la frente. Selma lo apretaba más contra ella, cada embestida resonaba en el vestuario como un eco prohibido.
Al acabar, ambos quedaron jadeando, él con el traje de baño torcido y ella con el culo aún húmedo y brillante.
—Ufff… rapidito y nadie nos vio —dijo Homero, intentando arreglarse.
Pero al abrir la puerta, se encontró con Bart grabando todo con la cámara.
—Jejeje… viejo, esto va a romper Internet.
Marge apareció detrás, con los brazos cruzados y mirada de furia. Selma, en cambio, encendió otro cigarro y sopló el humo con cinismo:
—Bueno Homero… parece que tu rapidín ya es de dominio público.

Gracias x leer
Aca les traigo una nueva parodia
Esta vez de los Simpson

El sol caía fuerte en Springfield. La familia Simpson fue a la pileta pública: Marge acomodaba las toallas, Lisa leía tranquila, Bart ya planeaba sus bombas de agua.
Homero, con flotador rosado en la panza, se relamía mirando la cantina.

Pero entonces la vio: Selma, en bikini diminuto, culo brillante de bronceador, cigarro a medio terminar colgando de la boca. Se agachó para atarse el corpiño y Homero sintió un calor en la entrepierna más fuerte que el del sol.

—¡D’oh! —murmuró, intentando disimular.
Mientras Marge charlaba con una vecina, Homero se escabulló hacia los vestuarios. El corazón le latía como cuando encontraba donuts 2x1. Selma estaba ahí, contra los azulejos húmedos, con esa sonrisa descarada.
—Te vi mirándome, gordito —dijo con voz ronca.

Homero apenas alcanzó a balbucear algo antes de que ella lo empujara contra la pared. Selma le bajó el short de baño y soltó una carcajada al sentirlo duro.
—Mmm… parece que alguien tenía hambre de algo más que hamburguesas.
Se agachó y se lo tragó de golpe, húmeda, ruidosa, como si quisiera tragarse toda la Duff de un sorbo.

—¡Oooooohhh, Selmaaaa! —gemía Homero, apretándose contra los azulejos.
Luego ella se dio vuelta, apoyó las manos contra la pared mojada y levantó el culo aceitado en su bikini mínimo.
—Dale, Homero, metémela ya.
Él la penetró con un gemido bestial, las caderas chocando contra ese culo redondo. El sonido del agua goteando se mezclaba con los gemidos sordos de Selma:
—Más fuerte… ¡así, así!
Homero bombeaba con torpeza pero con furia, jadeando, el sudor corriéndole por la frente. Selma lo apretaba más contra ella, cada embestida resonaba en el vestuario como un eco prohibido.
Al acabar, ambos quedaron jadeando, él con el traje de baño torcido y ella con el culo aún húmedo y brillante.
—Ufff… rapidito y nadie nos vio —dijo Homero, intentando arreglarse.
Pero al abrir la puerta, se encontró con Bart grabando todo con la cámara.
—Jejeje… viejo, esto va a romper Internet.
Marge apareció detrás, con los brazos cruzados y mirada de furia. Selma, en cambio, encendió otro cigarro y sopló el humo con cinismo:
—Bueno Homero… parece que tu rapidín ya es de dominio público.

Gracias x leer
0 comentarios - Los Simpson vacaciones y selma