Hola a todos, hace rato que no andamos por acá.
Vine a dejar una consulta, pese a que Poringa cambió, no deja de ser una comunidad de sexo.
¿Qué pasa con los hombres jóvenes?
No es la primera vez que me pasa que, a último momento, se cagan, no pueden o lo que sea. Digo, por teléfono son todos apurados y van al frente, y a la hora de la verdad… jaja.
Les cuento: hace tiempo vengo hablando con un chico de 23 años, todas virtudes buenas y, sobre todo, con una verga grande que me vuelve loca.
Hemos chateado infinidad de veces, mostrándonos todo, tocándonos, acabando, etc. O sea, todo más que bien.
A mi marido le gusta esa faceta mía, no como cornudo, sino como mentor. Disfruta de todo lo que me enseñó todos estos años.
Con este chico, varias veces estuvimos a punto de hacer un encuentro los tres, pero siempre por diversas cosas no se pudo.
El viernes a la mañana él me escribió —hacía rato que no hablábamos—, me mandó una foto de su pija no bien dura y me dijo que iba a andar por la zona de mi trabajo, que si quería podía pasar a manosearnos un poco al menos, jaja.
Lo pensé… ¡y me mojé toda! Me puede ese chico.
Le escribí a mi marido para pedir permiso y me dijo que, al mediodía, cuando iba a almorzar a casa, que lo negocie con mi cola 🙂.
Como buena puta fui y le entregué el orto. Aviso: no soy fácil por la cola, la tengo media arisca, pero cuando estoy caliente, entrego.
Mientras me cogía, me preguntó qué quería hacer con mi amigo. Yo, entre gemidos, le dije que manosear un poco, chupársela.
—Yo te dejo que se encuentren, pero quiero que vengas con el culo bien abierto. ¡Tu conchita es solo mía! Las putitas solo entregan el culo.
Imagínense que te digan eso mientras te bombean, pensando en el otro… jaja.
Yo estaba súper caliente, quería acabar, empecé a moverme fuerte y el muy hdp me la sacó y me dejó así.
—Andá a bañarte y ponete linda —me dijo.
Fui, me bañé, me puse la tanga abierta y unas medias, todo debajo del pantalón.
Quedamos con mi marido que tenía una hora después de salir del trabajo. Cuando estaba saliendo, me metió en la cartera el plug y me dijo:
—Ponételo cuando llegues al trabajo, así te queda abierta.
Con el chico quedamos en que le escribía para coordinar bien cuando volvía a trabajar.
La idea era que me buscaba por el trabajo (él tiene una camioneta de esas tipo “de reparto”, grandes, todas cerradas) y parar un rato por ahí… y hacerlo ahí atrás, jaja.
Bueno, le escribí… y nada.
Pasó una hora… y NADA. Veo que ve los mensajes y me volvió el alma al cuerpo. Ya estaba enojada.
Fui al baño, me puse el plug (¡entró como si nada, jajaja!) y me saqué unas fotos de la ropita que tenía puesta.
Le mandé las fotos y le dije:
—¡Mirá cómo me vine a trabajar!
Mi marido quiere que me hagas la cola.
Ya las fotos y los últimos mensajes no los vio. Supuestamente él estaba trabajando hasta la noche, pero como es chofer, podía hacerse un tiempo para pasar por acá. Es más, tenía que venir para este lado.
Yo, súper caliente, nerviosa. Trabajar con la tanga abierta y el plug… ¡jaa! Tenía los cachetes todos rojos.
Encima de todo, tuve que trabajar con mi jefe a la tarde porque su mujer no podía venir. ¡Peor!
Voy terminando: una hora antes de salir del laburo le mandé un audio:
—Avisame si venís, no me dejes así, estoy toda mojada. Traé preservativos y me hacés la cola. Tenemos una hora, a las 21 tengo que estar en casa. Besito.
Me contestó a las 22:15. 😞
No importa la excusa… seguramente es verdad. Pero, ¿él, que nunca dejó de contestarme los mensajes a cualquier hora, justo cuando tenía que venir no contesta?
Después, en casa la pasé bomba con mi marido. Tomamos y garchamos hasta las 4 de la mañana.
Dejo la interrogante:
—¿Será que los jóvenes se cagan? No es la primera vez que me pasa.

Al final lo disfruto mi marido jaja, besos los leo
Vine a dejar una consulta, pese a que Poringa cambió, no deja de ser una comunidad de sexo.
¿Qué pasa con los hombres jóvenes?
No es la primera vez que me pasa que, a último momento, se cagan, no pueden o lo que sea. Digo, por teléfono son todos apurados y van al frente, y a la hora de la verdad… jaja.
Les cuento: hace tiempo vengo hablando con un chico de 23 años, todas virtudes buenas y, sobre todo, con una verga grande que me vuelve loca.
Hemos chateado infinidad de veces, mostrándonos todo, tocándonos, acabando, etc. O sea, todo más que bien.
A mi marido le gusta esa faceta mía, no como cornudo, sino como mentor. Disfruta de todo lo que me enseñó todos estos años.
Con este chico, varias veces estuvimos a punto de hacer un encuentro los tres, pero siempre por diversas cosas no se pudo.
El viernes a la mañana él me escribió —hacía rato que no hablábamos—, me mandó una foto de su pija no bien dura y me dijo que iba a andar por la zona de mi trabajo, que si quería podía pasar a manosearnos un poco al menos, jaja.
Lo pensé… ¡y me mojé toda! Me puede ese chico.
Le escribí a mi marido para pedir permiso y me dijo que, al mediodía, cuando iba a almorzar a casa, que lo negocie con mi cola 🙂.
Como buena puta fui y le entregué el orto. Aviso: no soy fácil por la cola, la tengo media arisca, pero cuando estoy caliente, entrego.
Mientras me cogía, me preguntó qué quería hacer con mi amigo. Yo, entre gemidos, le dije que manosear un poco, chupársela.
—Yo te dejo que se encuentren, pero quiero que vengas con el culo bien abierto. ¡Tu conchita es solo mía! Las putitas solo entregan el culo.
Imagínense que te digan eso mientras te bombean, pensando en el otro… jaja.
Yo estaba súper caliente, quería acabar, empecé a moverme fuerte y el muy hdp me la sacó y me dejó así.
—Andá a bañarte y ponete linda —me dijo.
Fui, me bañé, me puse la tanga abierta y unas medias, todo debajo del pantalón.
Quedamos con mi marido que tenía una hora después de salir del trabajo. Cuando estaba saliendo, me metió en la cartera el plug y me dijo:
—Ponételo cuando llegues al trabajo, así te queda abierta.
Con el chico quedamos en que le escribía para coordinar bien cuando volvía a trabajar.
La idea era que me buscaba por el trabajo (él tiene una camioneta de esas tipo “de reparto”, grandes, todas cerradas) y parar un rato por ahí… y hacerlo ahí atrás, jaja.
Bueno, le escribí… y nada.
Pasó una hora… y NADA. Veo que ve los mensajes y me volvió el alma al cuerpo. Ya estaba enojada.
Fui al baño, me puse el plug (¡entró como si nada, jajaja!) y me saqué unas fotos de la ropita que tenía puesta.
Le mandé las fotos y le dije:
—¡Mirá cómo me vine a trabajar!
Mi marido quiere que me hagas la cola.
Ya las fotos y los últimos mensajes no los vio. Supuestamente él estaba trabajando hasta la noche, pero como es chofer, podía hacerse un tiempo para pasar por acá. Es más, tenía que venir para este lado.
Yo, súper caliente, nerviosa. Trabajar con la tanga abierta y el plug… ¡jaa! Tenía los cachetes todos rojos.
Encima de todo, tuve que trabajar con mi jefe a la tarde porque su mujer no podía venir. ¡Peor!
Voy terminando: una hora antes de salir del laburo le mandé un audio:
—Avisame si venís, no me dejes así, estoy toda mojada. Traé preservativos y me hacés la cola. Tenemos una hora, a las 21 tengo que estar en casa. Besito.
Me contestó a las 22:15. 😞
No importa la excusa… seguramente es verdad. Pero, ¿él, que nunca dejó de contestarme los mensajes a cualquier hora, justo cuando tenía que venir no contesta?
Después, en casa la pasé bomba con mi marido. Tomamos y garchamos hasta las 4 de la mañana.
Dejo la interrogante:
—¿Será que los jóvenes se cagan? No es la primera vez que me pasa.

Al final lo disfruto mi marido jaja, besos los leo
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