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Una visita inesperada...

DISCLAIMER: Los personajes de esta historia son completamente ficticios y en su totalidad mayores de edad.
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Camila era una antigua compañera de universidad con la que habíamos transitado parte de la carrera de ingeniería en sistemas. Una persona muy inteligente, audaz, y además de una belleza indiscutible. Su piel suave, sus ojos color miel complementando su flequillo bien marcado. Nunca había visto más allá de su ropa pero se notaban unos pechos grandes que más de una vez imaginé en mi boca.Pero ese coqueteo estaba sólo en mi cabeza, porque ella jamás me vio como un potencial compañero sexual o al menos eso pensaba. Sin embargo, nuestras carreras tomaron diferentes rumbos. Ella se mudó y continuó su carrera en otra universidad, dado que le había surgido una posibilidad laboral. Mantuvimos contacto por WhatsApp, compartíamos algo de material de estudio y cosas de nuestra vida personal.
Me contó de una relación fallida que tuvo y que hacía varios meses que no se veía con nadie, ni siquiera para tener sexo ocasional. En parte porque no tenía mucho tiempo libre, en parte porque no quería engancharse con nadie nuevamente. Se aproximaba la semana santa, un fin de semana de cuatro días y me pregunta en medio de la charla sobre programación que estábamos teniendo si tenía planes. Le dije que no, que no pensaba ir a ningún lado y me dice que tenía comprado el boleto de tren para venir a mi ciudad. Que le faltaba solucionar el tema del alojamiento y era un hecho.
Sin dudarlo, le dije "¿Porqué pagarías alojamiento pudiendo quedarte en mi departamento?" a lo que me respondió que no quería importunarme. Le dije "En absoluto, ¡me alegra mucho que vengas!" y acordé ir a buscarla a la estación. Llegó por la mañana del jueves, pasamos por mi casa y la invité a instalarse. Le dije que se quedara en mi cuarto, yo dormiría en el sofá que tengo en el living ya que es un departamento de soltero y no necesito más que una habitación. Estuvimos un rato en mi computadora, viendo unos proyectos, charlamos y almorzamos, por la tarde la invite a salir a caminar un rato.
No podía dejar de mirar su polera de lycra que, ajustada al cuerpo, marcaba toda su silueta perfecta. Nunca la había visto así más alla de imaginar esas jugosas tetas en mi boca, pero hoy estaba exhibiendo más, o mi mente estaba más alterada de lo normal.
Una visita inesperada...
Caminamos un buen rato, charlamos de todo. Me contó nuevamente de esa relación fallida dándome más detalles. Me dijo que era un productor de seguros, que trabajaba full-time y casi tenía poco tiempo para ella. Que tener relaciones era un fiasco, duraba a lo sumo 10 minutos, no la hacía siquiera acabar y que luego el sujeto se dormía.

C: Me enamoró con detalles, era muy romántico al principio y sexualmente era muy bueno... pero luego conviviendo un poco más mostró lo que realmente era.
Y: ¿Y porqué no te separaste enseguida?
C: Por que me convencía que íbamos a mejorar, le duraba una o dos semanas así, haciéndome el amor con ganas reales y luego otra vez me hacía sentir que no le gustaba...

Me partió el corazón escucharla porque realmente se la notaba acongojada. La invité a tomar un helado, seguimos caminando un poco más y en un momento me toma de la mano y me dice "Gracias por este momento, lo necesitaba", a lo que luego me dio un beso en la mejilla.

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Camila se sentía cómoda y confortada con mi compañía. Le pregunté en un momento porque eligió verme en lugar de ir a casa con su familia, o con otras amistades. Su respuesta me dejó aun más impactado que su visita sorpresa: me dijo que hacía rato quería venir a verme y no encontraba momento ni ocasión, que nunca habíamos podido llevar una amistad más allá de la universidad y que deseaba poder hacerlo.

Volvimos al departamento, previo paso por un local de comida china del que nos gustaba pedir cuando estudiábamos juntos. Apenas llegamos nos sentamos a ver un poco de tele, mientras comíamos el wok de verduras que habíamos traído. Los porrones de Corona no combinaban mucho con el menú oriental, pero era lo que tenía en la heladera y además a ambos nos gustaba compartir una cervecita de vez en cuando entre tanto estudio.

Estábamos de alguna manera, reeditando aquellas noches de preparar parciales y códigos informáticos, pero sin la presión ni el estrés de aquel entonces, sino como amigos reales. Me agradeció nuevamente por ofrecerle mi casa para quedarse a dormir, aunque luego me dijo que al otro día probablemente sí, se iría a casa de su familia para pasar la pascua con ellos.

Me sentí culpable por preguntarle si no iría a verlos, sentí que la había incomodado con esa pregunta y la hizo cambiar de planes sobre la marcha. Se lo pregunté y me dijo "Para nada, ya lo tenía decidido así sólo que no te lo conté antes para no arruinar el lindo momento". Me pidió permiso y se fue un instante a la habitación, me dijo que iba a buscar algo. No podía dejar de pensar en esas tetas, y ahora con la idea de que sólo pasaría esa noche en mi casa... pero bueno intenté quedarme calmado y que no se note nada de lo que pensaba o imaginaba con ella. Vuelve, se sienta a mi lado y en un movimiento que no vi venir levanta su polera negra.

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C: ¿Se ven mejor así, no? - me dijo con un gesto de picardía en su cara.
Y: em... si, so...son hermosas re...realmente - dije tartamudueando de los nervios.
C: Ya sé que me estuviste viendo el escote y te aseguro, no me molesta... al contario, me gusta que lo hagas.
No supe que decir, quedé como un pajero frente a sus ojos. Sin embargo antes de responder nada me dice "Antes también me las mirabas, las mujeres nos damos cuenta... sobre todo cuando estamos acostumbradas a que nos miren ahí"

Tomó mi mano y la llevó a su pecho, no pude mas que acariciar y sentir la suavidad de esos pechos... tocar sus duros pezones que cedían ante su excitación. Se acercó más a mí empezó a besarme en los labios mientras mis manos seguían recorriendo su busto. Y mirándome a los ojos me dice "No sería justo que duermas en el sofá por mi culpa, al fin y al cabo es tu cama..."

Se levantó y suavemente de la mano, me llevó al dormitorio y desabotonó su pantalón de jean. Se lo bajó lentamente dejando ver una diminuta tanga de encaje negro que apenas ocultaba algo de su piel. Yo, totalmente erecto empecé a sacarme la remera aun sin poder creer lo que estaba pasando. Al igual que Camila, tenía varios meses sin intimidad más que un poco de autoafecto ocasional, alguna que otra noche a la semana.
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Con total naturalidad, como si hubiéramos tenido relaciones cientos de veces entre nosotros, Camila empezó a besarme exactamente en los lugares que me encendían más. Como si lo supiera, como si se lo hubiera contado. Enloquecido completamente, me di el gusto de tener sus senos en mi boca. Me miró a los ojos y comenzó a bajar hacia donde más deseaba que lo hiciera. Con suavidad pero determinación, inició jugando con su lengua en mi glande para luego meterse por completo mi pene en la boca.

"Es más grande de lo que me imaginaba", me dijo luego de un rato de sexo oral de su parte. Retribuí también con besos en su suave y depilada vagina, perfecta podría decir... gemía de placer con sinceridad, se lubricaba y hasta tuvo un orgasmo mientras se lo hacía. Me sentía un campeón haciéndolo, aunque en realidad sabía que se trataba en parte por su inactividad. Cuando me iba a poner el condón me dijo "No es necesario, me cuido... y estamos sanos ambos ¿o no?". Asentí con la cabeza y sin miramientos me dijo "Metemela..."

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Se movía suavemente, pero luego comenzó a imprimirle intensidad. Ponía sus pechos en mi cara para que se los chupe. No me alcanzaban las manos realmente para disfrutarla por completo, quería acariciar todos los lugares de su cuerpo a la vez. Luego cuando cambiamos de pose, ahí finalmente se quitó la tanguita y lo hicimos completamente desnudos. Los primeros minutos fueron letales: ella, además del orgasmo que tuvo cuando le hice sexo oral, tuvo dos orgasmos más montándome la verga. Estaba completamente mojada, lo cual me excitaba muchísimo más de lo habitual, haciéndome subir la leche rápidamente.

Estaba a cuatro patas cuando me dieron fuertes ganas de acabar, me frené un poco pensando en lo que me había contado y le dije que quería bajar la ansiedad de mi orgasmo... sin embargo me lo pidió, sin vueltas ni cortesías, me dijo "Llename la conchita de leche..." a lo cual aunque mi cerebro quisiera contradecir esa orden y aguantar un poco más, mis sentidos y mi pene decidieron que hacerle caso eran la mejor opción. Me fui, así como me lo pidió simplemente me fui dentro de ella quien, con un gesto de éxtasis total asentía diciendo "Siii... dámela toda...." mientras bombeaba lo último de mis huevos.
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Tal vez por la sorpresa de cogerme a semejante hembra, de las ganas que le tenía o por la abstinencia de ambos, la erección no se fue por completo. Ella siguió chupándome la verga para mantenerla y al comprobar que seguía bien firme volvió a meterse mi pene en su vagina, llena de mi leche. Seguimos teniendo sexo como si nada hubiera pasado, ella volvió a tener algunos orgasmos mientras que yo me sentía con bastantes menos ganas de acabar por la reciente eyaculación. Sin embargo escucharla gemir, las cosas que decía y como había cambiado el chip de "compañera nerd" a "compañera puta", sin dudas me tenían con la líbido en +100 y las ganas de volverla a llenar de leche igual.

Cambiamos de pose varias veces, pero no fue hasta que estuvo montando de nuevo mi verga que empezó a moverse con intensidad y me decía "Me vas a llenar de nuevo la conchita, sabelo...". Camila subía y bajaba, a su ritmo sus pechos bailaban y rozaban el mío haciendo que mi morbo subiera más y más. No me pude contener más, y sin avisarle acabé con mucha fuerza al mismo momento que ella estaba teniendo un nuevo orgasmo... mis manos tomando fuerte su trasero, como si pretendiera que me exprima al máximo los testículos, le daban el toque a la escena para que quede guardada para siempre en mis recuerdos.

Una visita inesperada...


Cansados, nos dormimos un rato abrazados. Se sentía ese olor a sexo en el ambiente, la tensión estaba completamente fuera de discusión y hacía falta cualquier ceniza para prender nuevamente la llama. Y así ocurrió, en medio de la noche quizá el roce de la piel de sus pechos contra mí hicieron que tenga nuevamente una erección. Ella también se despertó, comprobó la hora y eran las 5 de la mañana. Aun no amanecía, pero tampoco tenía horario de salida a ver a su familia.
C: ¿Estás despierto? - me preguntó con suavidad
Y: Si... todo despierto estoy - respondí haciendo alusión a mi pene.
C: Genial... tampoco quiero dormir - y comenzó a bajar hasta mi pene para poder saborearlo nuevamente con sus labios.

Por mi parte la masturbé un poco con mis dedos y aun se sentía húmeda, con algo de mi leche incluso ahí confundiéndose con su flujo. Estaba un poco más brusca que antes, mas ruda... estaba quizá más caliente, o simplemente le gustaba la idea de un tercer polvo. "Cogeme..." me pidió con mucha voz de pajera, y los ojos entregados al placer. Me lo pedía fuerte, duro... que le diera nalgadas, que le rompiese la concha me pedía. Realmente estaba muy caliente y con ganas de más.

Gemía mas rico que antes, se quejaba más pero no de dolor sino de placer. Aguantaba cada embestida con un "Ahhh...." que salía de lo más profundo de su cérvix, mientras sus manos tomaban las mías y su mirada me pedía clemencia y rudeza a la vez. Luego de 40 minutos de puros movimientos pélvicos y poses de lo más variado, nuevamente me pidió que me fuera dentro suyo. "Me encanta adentro..." esgrimió como intento de declaración de algo que se había notado con creces. Y como no soy persona que no me guste complacer, le hice caso...
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Volví a llenar su vagina de leche por tercera vez en la noche, con el pene completamente colorado ya al igual que su depilada concha. Agitados y cansados, nos rendimos al placer. Caí encima suyo, como entregado al agotamiento y ella por su parte me decía "Que hermosa noche... hace muchísimo que no cogía así". Me pidió que me duerma al lado suyo, nos quedamos abrazados y ya completamente deslechados ambos.

Una visita mucho más que inesperada, que me encantaría que se vuelva a repetir...

3 comentarios - Una visita inesperada...

Aceby2 +1
Venga la síguiente parte
Ordnael01_ +1
No sé porque tiene tan poco puntos está muy buena también está historia
conejopepito21
y así sucede a veces bro... creo que era novato aun, no tenía visibilidad el post
Ordnael01_ +1
@conejopepito21 podrías probar recomendandola ahora que tenés muchos más seguidores
conejopepito21
probamos!