
Una historia de Hambre y Sexo (IV)
La situación familiar empieza a mejorar, mi tía resulta ser una mujer muy ardiente y me explica cual es mi futuro dentro de la familia, el relato se va haciendo solo. Este relato esta relacionado con los tres anteriores sin ellos será difícil seguir la trama.
Os doy las gracias por buestros comentarios, como podreis comprobar procuro haceros caso, ecepto en lo de los personajes, ellos an cogido su papel cada uno y van evolucionando por si solos.
Si encontrais faltas de ortografia no dudeis en comentarlo, yo con 68 años estudie lo que pude, lo demas es superacion personal y el corrector ortografico del Word me ayuda muchisimo.
Gracias por leerme.
eselcocoliso@outlook.es
Me desperté con una tremenda erección, abrí los ojos y vi mi tía apoyada en su codo mirándome, estaba preciosa la luz del amanecer iluminaba su cabello despeinado y tenía una sonrisa contagiosa, tenia cogida mi verga acariciándola que estaba como un palo de tiesa, se acerco y me dio un beso mordiéndome los labios, y me susurro al oído;
-Despierta mi niño que hoy tenemos muchas cosas que hacer –Dándome otro beso y un buen meno en la verga –Me voy a asear y después vas tú –Se levanto y el espectáculo estaba servido, la transparencia de su camisón era total, tenía un cuerpo esplendido sus formas eran perfectas, mientras se colocaba las zapatillas me miraba picaronamente y salió hacia el corral, yo mire hacia la cama de mi hermana y seguía dormida, y me encarame para mirar por la ventana, ella al salir del retrete, miro hacia la ventana y con una sonrisa picarona, se bajo el camisón hasta la cintura, y comenzó a lavarse, yo pensé lo que me dijo mi madre que se me veía a través e la cortina de saco y me imagine que me había visto, pero seguí mirando, a esto que mi hermana me dice.-Que haces? Yo me sentí pillado y me metí en la cama enseguida y me tape para que no viera mi erección.

Ella se levanto y fue derecha a la ventana para ver que miraba yo, se encaramo en la cama encima mío, para ver que estaba mirando yo, se puso justo encima de mi cabeza, solo tenía que mirar hacia arriba para verle todo su interior piernas culo y sus braguitas blancas, con lo caliente que estaba subí mi mano despacio por su pierna y muslo camino de su entrepierna, ella seguía mirando y no se movía, llegue a su coñito por encima de sus bragas y empecé a acariciarlo suavemente, aparte sus bragas hacia un lado y metí mi dedo índice entre su rajita y cuando llegue a su clítoris, dio un respingo y se fue corriendo a su cama.
Si ya estaba caliente eso aun me puso peor, me levante, me puse los pantalones, tenía que disimular esa erección, salí al corral y vi a mi tía de espaldas a mí, estaba lavándose aun con el culo en pompa, no me pude resistir, me saque la verga la cogí por atrás sin que se lo esperara le subí el camisón y le metí la verga hasta el fondo ella izo el intento de sacarme pero cuando sintió la verga totalmente dentro de su coño se rindió, se apoyo en la pared y empezó a gemir, primero la cogí por las caderas y después la agarre de las tetas que las tenia al aire, y la bombeaba con desesperación, ella acompañaba el ritmo y se tapaba la boca con una mano para ahogar sus gemidos, yo tenía la ventana justo encima mío y pude ver a mi hermana mirando, seguí con las embestidas y me vacié enseguida por completo, justo en el momento que mi tía tenía unos espasmos en su cuerpo y le temblaban las piernas, me deje caer en su espalda con mis manos en sus tetas.
Estuvimos así un buen rato, cuando nos despegamos se giro y me dio un morreo rápido, me mando al retrete, ella se termino de lavar, cuando salí del retrete, me estaba esperando y me dijo.
-Mi niño tenemos que tener mucho cuidado tu hermana no se puede enterar –Lo que ella no sabía es que mi hermana lo había visto y oído todo ya que seguía mirando por la ventana.
Deje a mi tía y a mi hermana haciendo tareas de la casa, en el huerto y en el corral con las gallinas, seguro que hoy ya tendríamos huevos para comer, cogí el morral y me fui a dar una vuelta por la finca, sobre todo a vigilar los alrededores del caserón, comprobar que todas las puertas y ventanas estuvieran cerradas, cuando acabe en el camino vi rastros de conejos saque del morral algunos lazos que llevaba siempre y los coloque, para ver si tenía suerte, hacía mucho tiempo que no se veían conejos y que no los comíamos mas.
Regrese a la casa al medio día ya empezaba a hacer calor, comimos patatas a lo pobre, pero con huevos, y pimientos, riquísimo eso era un manjar, después me eché una siesta corta mientras mi tía y mi hermana limpiaban los cacharros de cocinar y se preparaban para ir al caserón ha echar un vistazo por dentro.
Al despertarme las acompañe hasta el caserón y las deje allí, me fui a ver los lazos, tuvimos suerte cogí un conejo, me lo metí en el morral y saque los demás lazos, como decía mi padre, hay que cazar solo lo que te puedas comer, ahora ya tenía claro que podía colocar trampas para cogerlos vivos y criarlos en el corral.
Cuando llegue al caserón vi que estaba todo abierto, aun estaban mi tía y mi hermana dentro, no me oyeron entrar, las oí hablando estaban en la cocina, me acerque sin hacer ruido para oír de que hablaban, me quede al lado de la puerta sin que me pudieran ver, en ese momento mi hermana le estaba preguntando a mi tía;
-Tía al Pedro sobre todo por las mañanas al despertarse le veo un bulto entre sus piernas, eso que es?
-Mi niña eso se llama erección, los hombres tienen picha para orinar y nosotras tenemos el coñito, esto aun no lo has hablado con tu madre?
-No tía, un día me dijo que teníamos que hablar del hombre y la mujer y de cómo vienen los niños al mundo pero aun no me lo ha explicado.
-Pues mira ahora mismo te lo explico yo, súbete la falda y bájate las bragas –Yo no podía ver nada, pero mi hermana sin rechistar lo hizo –Aparta los pelos de tu chochito, y con tu dedo índice empieza a tocarte desde arriba hacia abajo, -Todo eso se lo decía con una voz muy melosa, la conversación me empezó a excitar -Eso que estas tocando primero es el clítoris, si te lo frotas veras que te da gustito, y si sigues sentirás un placer muy rico que se llama orgasmo, si sigues para abajo veras que tu dedo puede entrar dentro de tu agujerito que es la vagina, -Se lo estaba explicando a mi hermana pero yo también me estaba enterando,
-El hombre tiene el pito, que realmente se llama pene, cuando el hombre tiene una erección eso quiere decir que está excitado y preparado para tener un orgasmo, si se frota el pito tiene un orgasmo y eyacula, echando una leche blanca que se llama esperma, cuando un hombre y una mujer se juntan como pareja o como marido y mujer si quieren tener hijos hacen el acto sexual que es meter su pene o pito dentro de la vagina y cuando el hombre eyacula dentro de la mujer la deja preñada y a los 9 meses nace el niño. –Yo sabía que no se debía echar la lecha en el interior de una mujer, se lo oí un día a mi padre y a mi tío, pero no tan bien explicado. Mi hermana empezó a preguntarle sus dudas;
-Tía, si me toco aquí arriba me gusta!
-Eso es el clítoris, si sigues tendrás un orgasmo, prueba y lo veras, tócate, despacito, mójate el dedo en saliva y frótate suave, no te de vergüenza venga, no así no, déjame que te enseño yo, ves así despacito suave, ves ya estas lubricando, eso que sale por tu vagina es la lubricación, bajas el dedo lo untas y sigues frotándote el clítoris.
–Mi hermana ya empezaba a gimotear, mi tía por su tono de voz se le notaba que estaba disfrutando también, yo no sabía cómo hacerlo para verlo, me asome un poco y mi tía me vio, pero no dijo nada, estaban sentadas cada una en una silla, mi tía de frente a mí y mi hermana me daba la espalda y no podía verme así que me acomode para ver lo que pudiera, y mi tía siguió;
-Así ves que rico, cógete las tetas y frótatelas, -Mi hermana se cogió una teta, y mi tía le cogió la otra, con una mano la masturbaba y con la otra le acariciaba la teta, yo ya estaba como un burro, me saque la verga y empecé a masturbarme, mi tía estaba disfrutando más que mi hermana, mirándome a mí con la verga en la mano y masturbando a mi hermana, los gemidos de mi hermana iba subiendo de tono –Eso es mi niña eso es, disfruta sácalo de dentro exprésalo que nadie nos oye. –Hasta que mi hermana dio un pequeño grito de placer empezó a convulsionarse y tubo un orgasmo, y yo al oírla a ella lo tuve al mismo tiempo, mi hermana se abrazo a mi tía y mi tía le daba besos por toda su cara.
-Te ha gustado? -Si tía que rico se siente. -Pues eso es una masturbación y has tenido un orgasmo, ahora ya sabes cómo hacértelo tu sola, -Yo me volví a esconder, la leche la tenía en la palma de mi mano y como no tenia donde limpiarme me la metí en el bolsillo y me limpie. –Ahora mi niña te bajas a casa y vas preparando el fuego, yo espero a Pedro y nos bajaremos juntos, otro día te termino de explicar tus dudas –Yo al oír a mi tía me escondí para que mi hermana no me viera, mi hermana se marcho, yo la vi alejarse por una de las ventanas, y me fui a por mi tía, mi tía al verme me dijo;
-Ben aquí picaron, dame esa verga tan esplendida que tienes, que entre tu hermana y tú me habéis puesto súper cachonda y necesito desahogarme, -Ella seguía sentada en la silla, yo me acerque a ella bajándome los pantalones, cuando llegue a su altura me hizo sentar en la mesa, mi verga le quedaba a la altura de su boca, y empezó a mamarme la verga, que maravilla, se la comía como el que esta degustando un manjar, cuando se canso, se puso de pie se quito toda la ropa, yo la imite, se tumbo en la mesa y me dijo;
-Cómeme el coño mi niño, cómemelo. –No me hice rogar, me metí entre sus piernas y empecé a chupar a lamer morder, era súper excitante su olor era distinto al de mi madre pero era muy rico también, la tenia cogida por su culo la atraía hacia mí y le daba fuertes chupetones, ella no se cortaba, me apretaba la cabeza contra su coño, -Así mi niño, asiiiii, que rico, que bien lo haces. -Y resoplaba, de golpe, me saco, me mando sentarme en la silla, ella se bajo de la mesa y se sentó a horcajadas encima mío, metiéndose la verga hasta el fondo, empezó a montar a caballo como una vestía, comiéndome la boca al mismo tiempo que yo alternaba a comerme sus tetas, follar con mi tía era pura furia, se movía tanto y tan rápido que yo esperaba que no se rompiera la silla hasta que reventó gritando de placer, se estiro para atrás, yo la aguantaba por su cintura y empezó a convulsionarse, tuvo un orgasmo muy largo y húmedo, saco muchos flujos, se agarro a mi cuello, empezó a comerme la boca con desesperación.
Yo no me pude ir, me estaba clavando no se qué coño de la silla y aguante por no cortarle su orgasmo a ella, así que me incorpore, la cogí como el que coge una muñeca, la puse con el cuerpo encima de la mesa y con el culo en pompa, ella se dejaba hacer, aun estaba resoplando y masticando el orgasmo, la apuntale con la verga el coño y le metí una embestida que se le olvido el orgasmo anterior, echo las manos hacia atrás para cogerme pero no podía, yo le estaba metiendo caña y ella empezó otra vez a resoplar, a gritar pidiéndome; -Más fuerte mi niño, mas fuerte. -Ya no aguante mas y solté toda mi escurrida en su coño, ella al sentir mi leche y mis jadeos, exploto con su segundo orgasmo seguido, me tumbe bocarriba encima de la mesa al lado de ella, ella se incorporo y se encontró con mi verga que estaba de capa caída, la agarro con las dos manos y se la metió entera en la boca, empezó a limpiármela con su boca, relamiéndose, pasándole la lengua por todas partes, y alabándola, daba gusto verla disfrutar jugando con ella mientras se la engullía, enterita, yo ya estaba muerto, no podía ni moverme, me quede en la misma posición que estaba, mirando el techo.
Ella se incorporo, con sus bragas me limpio a mí y se limpio ella, se empezó a vestir, y cuando acabo, empezó a vestirme a mí como a un niño chico, prenda que me ponía, me comía la boca, y así hasta que me vistió entero. Cerramos el caserón y bajando por el camino hacia la casa me fue comentando;
-Tu tío y yo hacíamos mucho el amor, el era muy ardiente y yo como has podido comprobar, también. –Esto me lo explicaba con su sonrisa contagiosa, yo estaba encandilado, y con el ego por las nubes, llevar a esa mujerona que cogida a mi brazo, explicándome sus intimidades con mi padrino.
-Como no podíamos tener hijos, estábamos todo el tiempo que podíamos enganchados y éramos muy ruidosos como has podido comprobar, como sabes siempre hemos vivido con tus abuelos, a tu abuela también le va la marcha pero tu abuelo hace años que no le da lo que necesita, y como nos escuchaba se ponía mala, así que con la escusa que tuviéramos mas intimidad como casados, mando a tu tío y a tu abuelo a acondicionar un leñero que teníamos en el patio para transformarlo en una habitación, para que tuviéramos mas intimidad.
-Tía, y que querías decir ayer con eso de que soy el hombre y las mujeres de la familia, me necesitáis?
-Mira mi niño, en estos tiempos que estamos pasando, tres mujeres ya con una edad, que crees que nos espera?, tu abuelo ya hace tiempo que no es activo sexualmente y esta mayor, tu padre y mi Pedro yo no guardo esperanza que regresen, solo te tenemos a ti como hombre, tu madre me ha puesto al corriente de tu virilidad, a nosotras nos va bien que tú seas así, y a ti también te hará crecer como hombre y mañana cuando tengas edad y encuentres a una mujer que te satisfaga, ya estarás bien formado y mientras las mujeres de tu familia estarán bien servidas.
-Mi madre que te ha contado…..?
-Tu madre y yo somos como hermanas y nos lo contamos todo, todo, todo, y estamos de acuerdo en que tienes que mantener tu verga desahogada, eso te hará un hombre más curtido y más feliz, y lo más importante de todo, no necesitaras buscar nada fuera de tu casa, y ya he podido comprobar que tu madre tiene razón, tienes un verga que bendita la virgen, pero eso sí, esto se queda entre nosotros hay que llevarlo con mucho cuidado, si se cargan la república y entran a mandar los nacionales abra que tener más cuidado aun, estos temas la gente no lo entendería y sería un desastre para nuestra familia.
-Y que pasa con mi hermana Paquita?
-Tu hermana todavía es pronto ella solita te lo pedirá, pero para entonces tú tienes que aprender a controlar tus eyaculaciones, no la puedes dejar embarazada, dejarla embarazada, sería un desastre para toda la familia, esto grábatelo, tu madre y yo sabemos que eso un día u otro pasara, pero antes tenemos que practicar para que controles tu eyaculación fuera.
-Pero tía yo no quiero engañarte, yo estoy enamorado de mi madre, a ti te quiero, pero a mi madre. –Me corto -Y así debe de ser, pero a mi quiéreme mucho, mucho, mucho, esa verga ahora que la he probado la quiero de vez en cuando dentro de mí, he picaron.
-Dándome un buen agarrón a mi verga por encima del pantalón y con su sonrisa.
Llegamos a casa, mi hermana ya tenía el fuego listo, yo ya ni me acordaba del conejo que llevaba en el morral, lo saque y mi tía me mando a pelarlo para dejarlo toda la noche al relente, nos lo comeríamos al día siguiente. Después de cenar mi tía le pregunto a mi hermana;
-Paquita si quieres puedes dormir conmigo en la cama grande, y Pedro en tu cama?
-No tía, prefiero seguir en mi cama, igualmente cuando regrese Carmen tendría que regresar a mi cama, así que prefiero quedarme en ella.
Mi tía y mi hermana se quedaron hablando y leyendo uno de los cuentos que trajo mi tía, yo me fui a dormir estaba cansado, avía sido un día muy agitado desde buena mañana.
Cuando llego mi tía a la cama me cogió por detrás como la noche anterior, cogió mi verga con una mano y con la otra me acariciaba las tetas, yo esta casi dormido y ya no tenía ganas de nada mas, aunque era muy placentero lo que me estaba haciendo, me susurro buenas noches en el oído me beso el cuello y nos pusimos a dormir.
Al día siguiente al despertar la misma rutina de cada día, después cogí las trampas de conejo y me fui a colocarlas, tuve que hacer dos viajes, al no tener animales de arrastre solo podía llevarlas de dos en dos, las deje puestas y al regresar a la casa desde lejos pude ver un coche parado en la entrada del caserón, me asuste y eche a correr para ver quiénes eran, vi a un hombre bien vestido y con sombrero hablando con mi tía, cuando llegue mi tía me presento como el hijo de José que desde que se llevaron a mi padre me encargaba del cortijo en su lugar, este señor me saludo y se despidió.
Me conto mi tía que era uno de los administradores de los señoritos que lo habían mandado para ver cómo estaba la situación de nuestra familia y en qué condiciones estaba el cortijo y el caserón, que viendo lo visto tenia orden de pagarnos los atrasos de salarios en el momento que se normalizara la moneda, (la moneda republicana ya no serbia para nada) que mandaría provisiones lo antes posible y que informaría a los señores de que el cortijo así como el caserón estaban muy bien cuidados, y que nos felicitaba. Mi tía muy contenta me comento;
-Bueno ahora ya es oficial eres el casero del cortijo, me ha dicho que junto con las provisiones procurara mandar un caballo o un mulo, cerdos y ovejas, para reponer lo que expropiaron los militares.
-Y cuando vendrán los señoritos?
–Los señoritos están en el extranjero esperando a que la situación del país se normalice, que estemos tranquilos que el cada dos tres meses se irá pasando.
-Hay que decírselo a madre enseguida,
-No te preocupes seguro que muy pronto tendremos noticias de tu madre y de Carmencita
Y efectivamente al día siguiente por la mañana llego mi abuela con el carro, hacía mucho tiempo que no la veía, yo no sé porque pero la hacía más vieja, era idéntica a mi madre pero con 18 años más, ahora tenía 63, ahora entendía lo que decía mi tía, mi abuelo con 75 años al lado de mi abuela era un anciano, fuerte como todos los viejos del campo, pero al lado de mi abuela ni comparación, se bajo del carro de un salto y mi hermana y yo nos fuimos derechos a abrazarla, primero fue mi hermana se la comió a besos, diciéndole de todos los halagos y después me cogió a mi por banda, me comió a besos y me apretó contra ella, note sus pechos contra el mío, su perfume natural, olía a romero y cuanto más la miraba, mas se parecía a mi madre, con mas arrugas y se le veía el pelo blanco, por lo que dejaba ver el pañuelo de la cabeza atado idénticamente que mi madre y mi tía, con un nudo en el cogote, por lo demás eran idénticas.
–Bueno contarme cosas? -Dirigiéndose a mi hermana y a mí –Os ha tratado bien vuestra tía? –Yo le conteste;
-Claro que si abuela, pero cuéntanos tu, como está la Carmencita, mi madre y el abuelo?
-El abuelo viejo pero bien de salud, tu madre muy guapa y echándoos de menos –Eso me lo dijo mirándome a los ojos, cogiéndome la mano y con una sonrisa picarona –Carmencita está mucho mejor, pero necesita de cuidados médicos y el médico viene cuando puede a verla, pero está bien y también está deseando de veros y de volver a su casa, de momento aun se quedara un tiempo en el pueblo, la situación en el pueblo está bastante calmada los problemas de la guerra están fuera de Badajoz por lo que se comenta los nacionales están intentando entrar en Madrid y seguro que ganaran.
Mi tía le llama madre a mi abuela, ella perdió a sus padres hace mucho tiempo y desde que se caso con mi tío le llama madre. Mi tía le pregunto;
-Madre y como es que ha venido usted, pasa algo?
-Tu Aqueda, mañana por la mañana temprano, con Juana y Carmencita, tenéis que iros en el autobús a Mérida para que le hagan una radiografía del pecho a Carmencita, lo más seguro es que no podáis volver el mismo día, si es así os quedareis adormir en casa de mi primo Fernando, cuando regreséis te vuelves a venir aquí con los niños, te ibas a ir ahora tu sola con el carro, pero al salir del pueblo había un grupo de soldados que no me gustan nada, me han empezado a increpar que si porque era vieja que si no, así que me voy a ir contigo y regresare mañana, tu iras tumbada y tapada a tras del carro para que no te vean.
La abuela era una mujer con mucho carácter, ayude a mi tía a acomodarse en la parte de atrás del carro y a la hora de darme un beso me susurro al oído. –Recuerda lo que hablamos de tu hermana, todavía no es el momento.
Otra vez me quedaba solo con mi hermana, comimos el conejo que había dejado casi hecho mi tía, y después yo me fui a ver las trampas, de las cuatro que coloque cogí tres, una hembra y dos machos, las deje puestas otra vez y me los traje y los metí en sus jaulas, cuando acabe ya estaba anocheciendo.
Cenamos y un poco de queso y de leche que había traído mi abuela y yo me fui a la cama, mi hermana se quedo limpiando los cacharros de la cena, cuando acabo se vino a la habitación con el candil y desde la puerta de la habitación me pregunto;
-Pedro puedo dormir contigo? –Claro que sí! –Aparte la manta para darle entrada a la cama, ella coloco el candil encima de la cómoda y empezó a desnudarse para colocarse el camisón, ella sabía que yo la estaba mirando y conforme se desnudaba me miraba de reojo, cuando estaba desnuda del todo solo con sus braguitas, yo me quede hipnotizado mirando ese cuerpo espectacular ya la había visto desnuda pero nunca tan cerca y con la luz del candil era un espectáculo, ella se dio cuenta de que yo estaba embobado mirándola y cuando la mire a los ojos se estaba sonriendo, se coloco el camisón y entro corriendo en la cama, se dejo el candil encendido, iba a apagarlo y yo le dije que ya lo apagaría yo más tarde.
Se coloco de espaldas a mí y hecho su mano hacia atrás para que la cogiera como el día de la tormenta, yo no me hice rogar, me acerque a ella le metí un brazo por debajo de su cuello y la otra mano se la coloque en su barriga, apoye mi cabeza encima de la suya y empecé a darle besos muy suaves en su cara y a comerle la oreja, eso le hacía cosquillas y empezó a revolverse en la cama, nos empezamos a reír y yo seguí comiéndole el cuello y le buscaba el ombligo a través del camisón, ella intentado huir se coloco boca arriba y nuestras bocas quedaron casi juntas, nos dejamos de reír, nos miramos un buen rato, le di un beso en la boca muy despacio, solo el contacto de los labios, ella seguía mirándome, le di otro un poco más largo y cerró los ojos, viendo su reacción empecé a comerle la boca pero muy despacio con mucho cariño y ternura, ella nunca había besado y tendría que ir despacio en todo, fui hurgando poco a poco con mi lengua hasta que abrió su boca y se la pude ir metiendo, ella empezó a responder tímidamente, sin dejarla de besar, cada vez mas acompasados.
Mi mano derecha empezó a subirle el camisón hacia su cabeza, ella facilito el camino levantando su culo y enseguida tuve sus pechos a mi disposición, deje de besarla para pasar a chuparle sus pechos al mismo tiempo que ella se sentaba en la cama para sacarse el camisón por la cabeza, se recostó de nuevo, yo seguí chupando esos pezones que no existían eran unas aureolas abultadas hacia fuera que acababan en un pezón pequeñito, ella empezó a removerse en la cama emitiendo sonidos muy leves, yo estaba dispuesto a comerme ese cuerpo enterito, no iba a dejar nada sin chupar sin besar y sin saborear y ella estaba muy receptiva y lo estaba disfrutando.
Sin dejar de tocarle sus pechos empecé a bajar con mi boca camino del manjar que tenía entre sus piernas, por su barriga saboreando todo lo que encontraba, su ombligo sus caderas, sus ingles sus muslos, le saque sus bragas de algodón blancas y seguí por su monte de Venus, le chupaba sus escasos pelitos, ella estaba en la gloria, se retorcía levantaba su pelvis me tocaba la cabeza, y sus sonidos cada vez eran más fuertes y seguidos, hasta que llegue a su entrepierna se las abrí, me coloque en medio de ellas y me incorpore un momento para ver ese cuerpo, ella me miro retorciéndose y sin más preámbulos me fui metiendo entre sus piernas besando al principio y chupando después, le aparte los labios mayores metí mis manos por debajo de ella cogiéndole el culo y cuando lo tuve bien cogido empecé a comerle el coño ella no sabía qué hacer del gusto que estaba recibiendo se retorcía resoplaba levantaba la pelvis yo no paraba de chupar de meterle la lengua todo lo que podía, hasta que empezó a gritar de gusto con la pelvis levantada y todo su cuerpo arqueado hacia arriba yo no la soltaba, hasta que note sus flujos en mi boca, ese manjar era el que yo estaba buscando.
Se dejo caer en la cama como un saco, jadeando me subí y me acosté a su lado y le estuve acariciando su cara, su cabeza, sus pechos su barriga, y a darle besos por su frente, sus ojos, su boca, hasta que ella se recobro, abrió los ojos me miro y me cogió del cuello y me apretó hacia su cuerpo, y se echo encima mía diciéndome;
-Gracias, gracias, esto esta riquísimo es lo más rico que me ha pasado en mi vida, -Esto me lo decía con su pelvis restregándose con mi verga que aun estaba dentro de mis calzoncillos, yo estaba a reventar, pero tenía que ir con mucho cuidado, en mi cabeza resonaban las palabras de mi tía, ella ajena a mis pensamientos y eufórica quería mas; -Ahora quiero que me la metas quiero probar con tu picha dentro de mí, si esto que hemos hecho esta tan rico metiéndola tiene que ser mejor! –Yo no estaba dispuesto a correr riesgos teníamos que desahogarnos pero sin penetrarla, yo aun no estaba seguro de poder controlar mi eyaculación.
-Espera no corras tanto, si te la meto y eyaculo dentro te puedo dejar embarazada, y no nos podemos arriesgar, vamos a seguir jugando pero sin penetración, ya llegara ese momento pero no será hoy. –Cambio su cara, me imagino que recordó lo que le había contado mi tía –Tu has tenido un orgasmo o varios pero yo fíjate como estoy –Me saque los calzoncillo y le enseñe mi verga, , -Ahora me toca a mí, siéntate encima de mi verga pero sin meterla dentro y restriega tu coño por encima de ella ya verás como también te gustara, y cuando te apetezca me la puedes chupar. –Le ayude a acomodar la verga entre sus labios mayores y le indique como tenía que mover la pelvis para que se la restregara bien, cogió el ritmo enseguida, yo estaba a punto de reventar pero la imagen de mi hermana encima mío, restregándose la verga por su coño, sus tetitas moviéndose y sobre todo su cara de placer y de estar disfrutando me hacían retardar al máximo mi eyaculación, cuando llevaba un rato así, empezó a gemir aguante como puede y espere a que tuviera otro orgasmo, no tardo nada, cuando paro de moverse le dije;
-Ahora chúpamela y te doy la lechita calentita a ver si te gusta, -Se salió de encima mío se metió la verga en la boca, yo estaba a reventar y solo con verla con la verga en la boca chupando como podía sin parar me fue suficiente para tener una eyaculación, me vacié entero dentro de su boca, ella trago algo, pero casi todo fue a parar de su boca a mi barriga, se le salía por todos lados, pero no paro de chupar, sin dejar de mirarme, sin tener ni idea de cómo hacerlo, pero yo estaba en la gloria, me limpie con los calzoncillos y ella siguió jugando con mi verga, curioseando tocando mis huevos reconociéndola, y empezó a ponerse tiesa de nuevo.
La saque de su juguete y la coloque boca abajo, me senté en sus piernas y empecé a comerle el cuello, la espalda, dándole mordisquitos, bajando hasta sus glúteos, pasándole la lengua de arriba abajo, ella se estremecía, la hice ponerse en pompa y empecé a comerle el culo y su ojete, y por supuesto de vez en cuando su chochete, le metía la lengua por el ojete le abría todo lo que podía para facilitar que mi lengua entrara en su ano, y le gustaba, sin haberlo hecho antes empecé a meterle un dedo, se lo pasaba por su coño que estaba chorreando y se lo metía otra vez, así fui hasta que le entro entero, ella gemía de placer, y eso me animo a meterle dos dedos, lubricaba y metía, ella se estremecía cada vez más, acababa de descubrir un nuevo orificio de placer y por ahí no se podía quedar embarazada, así que seguí masajeándoselo abriéndolo cada vez mas hasta que dio un grito de placer y tubo otro orgasmo.
Se dejo caer en la cama, yo que ya estaba otra vez como un burro, me puse encima de sus piernas con mi verga apuntando a su ano, le pase mi verga por su chochete para lubricarla le coloque la punta de mi verga en su agujerito y empecé a empujar, abriéndole las cachas para facilitar la entrada costaba de entrar, lubricaba y empujaba hasta que empezó a entrar el glande, ella se empezó a quejar, me lo tome con más calma y me lubricaba la verga con saliva, y cuando conseguí que el glande entrara por completo fui empujando poco a poco, no le gustaba mucho pero no me decía que la sacara, seguí apretando hasta que le entro toda, ahí sí que grito y se quejo de dolor, espere un rato con la verga dentro ella se fue calmando y empecé un bombeo muy despacio, la sacaba media le ponía saliva y la metía de nuevo, hasta que ella empezó a gemir pero de placer, hay ya me desate, empecé un mete saca más acelerado pero sin pasarme y me empezó a subir unas corrientes por mi cuerpo que me avisaban de mi próximo orgasmo, ella estaba dando muestras de estar extasiada, ya empujaba con el culo hacia me verga y ya no aguante más le di tres o cuatro sacudidas más rápidas metiendo mi verga hasta los huevos y me descargue, al tiempo que ella gritaba de placer y dolor, me deje caer encima de ella y ella cogiéndome las manos me las empezó a besar, yo ya estaba muerto, me eche a su lado, nos besamos tiernamente, y nos quedamos dormidos en esa posición...
Continuara

0 comentarios - En la Guerra: mucho sexo