Doctora muy puta final

Como a las 3 de la mañana me desperté, descubriendo así que mi macho no estaba, yo desperté completamente desnuda con costras de semen en las piernas, en el culo y en la vagina.
También tenía un horrible dolor en el abdomen bajo, yo creo que por tanto mete y saca.
Mientras estaba acostada escuché ruido en la recamara de mamá, así que decidí ir a ver.
Abrí suavemente la puerta y me dirigí hacía su recámara, todavía completamente desnuda y ví el resplandor de la luz de su habitación, la puerta estaba un poco abierta, así que me asomé.
Al asomarme me llevé la sorpresa de ver a mi macho con mi mamá.
Estaban follando! ¡Estaba mi madre follando a mi macho!

¡Arriba-abajo-arriba-abajo! ¡Adelante-atrás-adelante-atrás! ¡Mete-saca-mete-saca!
A través de la ventana que daba a la terraza podía ver el culo de mi madre ¡Un hermoso culo, voluminoso y redondo, que subía y bajaba a un ritmo constante se veía que lo tenía clavado en el ano y hasta adentro, aplastando una y otra vez ese par de huevos, gordos como pelotas de tenis, y una erecta, grueso y largo, que aparecía y desaparecía dentro de su culo, bueno obviamente la estaba pasando muy bien su yo ya lo había tenido dentro y sabía lo que se sentía!
La habitación se inundó de suspiros, gemidos, resoplidos, chillidos y chirriar de la cama mientras follaban como si no hubiera un mañana.

Empezaron follando lenta y suavemente, sin prisa, como si tuvieran todo el tiempo del mundo, pero poco a poco fueron aumentando el ritmo.

Las manos de él fueron de las caderas de mi madre a sus nalgas y allí se quedaron todo el tiempo que estuvieron follando, hasta que, por fin, mi madre emitió un par de agudos chillidos, remitiendo su ritmo hasta detenerse cuando el tipo la sujetó por las nalgas para que dejara de cabalgarle.



Por cierto para los que no conocen a mi mamá, es ella.

Se habían corrido! ¡Se habían corrido los dos!

Se dejó caer mi madre bocabajo sobre el hombre, donde permaneció unos pocos segundos hasta que, volteándose, se dejó caer bocarriba sobre la cama, al lado de él.

Con los ojos cerrados y la respiración jadeante, permanecieron tumbados en silencio uno al lado del otro.

Así estuvieron durante casi quince minutos, hasta que mi madre, abriendo los ojos, se acercó a él, fusionándose en un abrazo y besándose apasionadamente.

Reposando su cabeza sobre el pecho del tipo, cerraron nuevamente los ojos y, si no se quedaron dormidos, poco les faltó, me dió coraje porque el era mío y esa verga también.

Llevaban casi una hora en esa posición cuando por fin el hombre abrió la boca y la preguntó:

· ¿Y si nos ve tú hija?
Esa pregunta reactivó a mi madre que, abriendo mucho los ojos, recordó mi existencia y, levantando la cabeza, observó la hora que marcaba el reloj de la pared.

Al verla, se asustó de lo tarde que era y se incorporó deprisa, diciendo:

· ¡Nos da tiempo a otro! Antes de que despierte

A otro polvo se refería, la muy zorra, porque se volvió a colocar a horcajadas sobre el hombre, pero esta vez dándole la espalda, y, tomando con su mano el pene, lo comenzó a jalar arriba y abajo, para reactivarlo nuevamente. Cuando ya pensaba que estaba lo suficiete duro y erecto, se lo metió por el coño, comenzando a mover sus caderas adelante y atrás, una y otra vez, frotando el miembro por el interior de su vulva.



Inclinándose hacia delante, puso sus manos sobre las rodillas del hombre, ofreciéndole sus nalgas, sin dejar de follárselo.

Aprovechó el hombre para amasarla los glúteos y, seprarándolos, acarició con sus dedos el ano de mi madre, metiendo incluso un par de dedos en su interior, dilatándolo más de lo que ya se lo había dilatado.

Desde la ventana donde estaba escondida pude observar la cara de vicio de mi madre y como sus redondas tetas se balanceaban al ritmo de su folleteo.

Esta vez el ritmo fue rápido desde principio a fin, no fuera que su hija, es decir, yo, se despertara antes de que alcanzaran el orgasmo.

Sus suspiros y gemidos dieron paso a chillidos y en pocos segundos se volvió a correr, emitiendo ahora un prolongado chillido.

Aunque ya había alcanzado el orgasmo, todavía cabalgaba mi madre, pero el tipo, al correrse también, emitió un sonido semejante a una carcajada y la sujetó por las caderas, impidiendo que siguiera follando.
Se corrió dentro de ella y cuando terminaron el se limpió la verga y se dirigía hacia la salida de la habitación, por lo que me fuí corriendo a mí cama y me acosté boca abajo con la cola hacia arriba y destapada, en eso llegó el y sentí como se recostó en la cama, después de haberse culeado a mi madre.
Me volví a quedar dormida y no supe a que hora eran, pero lo que me despertó fue que el empezó a meter su verga en mi vagina mientras dormía. Yo estaba boca abajo y sentí como empezó a meter su enorme verga en mi vagina, me sacó un gran gemido que me hizo despertar y lo metió hasta el fondo



Estuvo bombeando muy fuerte durante un buen tiempo y muy rápido, yo sólo gemia y gemía recibiendo su verga hasta el fondo y escuchaba su abdomen chocar contra mis nalgas y el me decía quiero prelarte y que seas mi puta y yo le decía si amor preñame soy tuya, hasta que empecé a sentir como se retorcía dentro de mi y su miembro como palpitaba, empecé a sentir su chorro escurriendo en mi vagina y como poco a poco escurría hacia fuera escurriendo por mis ingles, salió de mi y me dijo ya me voy amor.
Vi el reloj y ya eran las 6, el comenzó a vestirse y se limpió el semen que tenía en su verga con una de mis tangas y me la metió a la boca, salió de mi habitación y escuché la puerta de la salida y yo me quedé desnuda en mi cama boca abajo con la vagina llena de semen fresco y mi ano con costras de semen y también todo abierto jijiji.