No me dice nada, sólo me acomoda para él, para darle acceso a ese orificio que quiere probar, desliza su lengua por los pliegues de mi ani y empiezo a sentir placer, siento como su lengua empieza a entrar en mi culito.
- Chupa que rico se siente, chúpame mas




Con mis dedos abro mis nalgas, extiendo los pliegues de mi esfínter que poco a poco se dilata para dar acceso a su lengua, la cual se mete en ese pequeño orificio, me chupa, me muerde, siénteme amor, siente un poco del placer que me haces sentir, cuando estoy dentro de ti, cuando te reviento sin piedad, mete su dedo en mi ano dilatado y mojado de mi saliva y mientras me perfora con él, me levanto y regreso a mamarle la verga otra vez, quiero que se venga en mi boca, quiero que explote de placer, quiero que me atragante de leche caliente, sigo chupándolo sosteniendo su verga con mi otra mano.

- Eres una puta mamadora, eres mi putita mamadora
- Mas papito, dame leche
siento como su verga golpea mi garganta, como ha crecido a su máxima capacidad, como abre mi boca y no hay espacio para nada mas, quiero que se venga, hasta que al fin siento su cuerpo tensarse, y un gemido grueso que asemeja un rugido sale de su garganta, con sus manos me empuja la cabeza hacia él clavándose mas en mi boca, descargando ríos de semen en mi garganta que me dejan sin respirar, lentamente aflojo y saco su verga de la prisión de mi boca.


Miro su rostro, sus ojos cerrados, parece dormir… pero no, hoy no voy a confiarme, sabe mentir muy bien.
Me levanto lentamente, y le deposito un suave beso en los labios, al cual responde con cierta pereza. Al retirarme de su lado, me toma de la mano y me pregunta
- A donde vas?
- A la cocina, te prepararé algo de cenar
Me suelta, y se queda descansando en el sillón, lo miro y no puedo creer que tenga a un hombre en mi casa aparte de mi vecino que ya me había cogido ahí. Voy a la cocina y le preparo un café, una ensalada, un bistec asado mientras preparo la cena el está en el sillón descansando desnudo con la vergota medio erecta y yo totalmente desnuda en la cocina sólo con su camisa puesta.
Estoy en eso, cuando siento sus manos en mi cintura, que suben a mis pechos aprisionándolos, ahora ya no brinco sobresaltada, parece que me estoy acostumbrando, solo me pego mimosa a su cuerpo, y froto mis nalgas en su verga que aún duerme. Le pregunto.
- Tienes hambre?
- Si, un poco
- Ven, siéntate, Te sirvo de cenar
y empezamos a platicar lo esencial, quienes somos, a que nos dedicamos. Las verduras aún están en la mesa, las que no utilicé para su cena. Sentada a su lado solo con su camisa puesta me pregunta
- Porqué me tocaste esa noche?
- No lo sé, te vi en la cama, y me sentí atraída hacia ti
- Me gustan tus nalgas y como se te ve el uniforme te ves muy culona
- Y a mi tus labios
- Quieres que te coja otra vez?
- Si, pero creo que tu amigo, aún necesita descansar
- Hay otras opciones
- Si, ya lo sé, tus manos, tu boca
Se acerca a mi, y me besa
- También hay “otras” opciones
- Ah si?, a que te refieres?
Sin decirme mas me acerca a él, me besa, abre la camisa y vuelve a besar mis pechos, los muerde los chupa, y descubre que esa es mi debilidad pues me hace gemir intensamente y me transforma, mete su mano entre mis piernas y descubre que ya estoy mojándome otra vez. Me sienta en la mesa y separa mis piernas, toma una zanahoria que aún está en la mesa y la mete con fuerza en mi vagina, yo dejo escapar un grito de placer y de asombro, él sonríe con un brillo especial en su mirada:
- Te gusta putita?
- Mas, dame mas
Con la zanahoria en su mano, me coge una y otra vez, no sé que me excita mas, si el hecho de saber que es un objeto comestible lo que mete en mi, o el verlo hacer de mi lo que le gusta, con ese brillo de perversión en su mirada, sabiendo que también lo disfruto, pues no me opongo, y la respuesta de mi cuerpo es mas que evidente. Me hace gemir nuevamente como una puta, como a su puta, muerde mis pechos, me deja marcas en ellos, y yo soy feliz teniéndolo así frente y encima de mí, abriendo mis piernas, teniendo mi vulva, mi vagina a su disposición…
- Te lo meto en el culo?

No le puedo responder, aún siento un poco de pudor y vergüenza, pero sabe que mi silencio es una aceptación a sus deseos, así que sin mas me doy la vuelta y me recargo en la barra, dejando mis pechos en la fría mesa que se sentía muy rico con el contraste de mi piel caliente, levanto mas mis nalgas y me jala hacia la orilla para dejar mi culo libre, me chupa otra vez la vagina, muerde el clítoris, y siento como desliza el vegetal entre mis pliegues hacia mi ano, mete la zanahoria a mi boca con la intensión de humedecerla, pero no funciona adecuadamente, así que toma el aceite de oliva vierte una cantidad abundante en mis genitales deslizándose hasta mi culo, lo miro hacer lo que quiere de mi, él mira a su vez como estoy abierta hacia él, mete la zanahoria otra vez en mi vagina y con fuerza vuelve a cogerme sobre la mesa así, mientras con sus dedos fricciona con rapidez mi clítoris, no puedo mas, me hace gritar, otro orgasmo llega a mi convulsivamente y justo en el momento en que pierdo la razón, siento la intrusión de su vergota en mi culo y sus dedos y la zanahoria ocupando el vacio en mi vagina, siento como me abre sin contemplación, grito nuevamente de dolor, pero no lo detengo, hasta ese punto el sólo me había cogido por el ano, no había metido su pene en mi vagina pero aún así me hacía llorar de placer , quiero que siga, con la zanahoria en mi vagina, la mueve en círculos dilatándome mas, siento que la vida se me va en sus manos, y él de pie mira lo que hace, como me mojo, como responde mi cuerpo a sus deseos…




- Eres mi puta, eres mi zorra, quiero que te vengas otra vez, quiero que grites, quiero que seas mía, quiero que no me olvides
Otro orgasmo? No… no es otro orgasmo, es el mismo que no ha cedido desde que me subió a la mesa y empezó a cogerme, me tiene en un solo orgasmo que parece no tener final. Olvidarte, no será posible. Vence mi razón y mi cuerpo. Ya no siento más. No se en que momento se ha detenido y me ha dejado respirar. Siento en una nebulosa mi vagina que aún se contrae en espasmos. Siento como me besa…
Estás bien?
- Mmmmm
No puedo hablar, pero quisiera decirle que lo esperaba desde hace mucho tiempo, que me había hecho tanta falta, y que sin saber encontré en él justo lo que necesitaba, que no quiero que se vaya...
Eleva mi cuerpo entre sus brazos, me lleva cargando a la habitación, la cocina y la sala estaban llenas de mis juguitos y en la sala se quedó su pantalón, su ropa interior, mi pantalón, mi camisa y mi tanga y en la cocina su camisa, me recuesta en la cama y siento su calor a mi lado, me abraza y nos quedamos acostados desnudos abrazados y fatigados.
-Quedate a dormir conmigo hoy
-vives sóla ?
-no, con mi mamá pero a ella no le importa que estés aquí
- y su se enoja?
-no, te juro que no, quédate aquí y descansemos para volver a coger.
Nos quedamos dormidos desnudos en mi cama, como a la media hora despertamos, seguíamos abrazados, empecé a besarlo y a acariciar su pene, sentí como retomaba la erección y el se levantó de la cama y me jaló de las piernas hacia la orilla para acomodarme.
Se puso encima de mi tomando su pene y pasándolo por encima de mi conchita, yo suspiraba, gemía, suplicaba por sentir a mi hombre dentro de mi, le pedía que me penetrara que no me castigara que lo hiciera ya, yo ya no tenía uso de razón ni preocupaciones, solo pasaba por mi cabeza la calentura de mi cuerpo y no existía nada más.
Le pedí que me lo metiera por la vagina que lo quería sentir ahi alzó mis piernas y las puso a un lado de su cuerpo inclinándose más hacía mi, me besó con un beso intenso que su lengua recorrió todo mi boca al mismo tiempo que me empezó a penetrar, yo arqueé la espalda del inmenso placer y del tamaño de ese pene que lo abracé clavándole mis uñas en su espalda, me di cuenta y le pedí perdón me dijo que no me preocupara y poco a poco fue penetrándome.


Caray ese pene estaba enorme, pero sí logró entrar todo, bueno si ya había entrado en mi culo con más razón en mi vagina, mi hombre se detuvo y yo inconscientemente empecé a moverme para disfrutar de ese rico pene, mi hombre me dijo “tranquila princesa, permíteme a mi hacer lo mío”, y él empezó en un vaivén de mete y saca glorioso que me rozaba toda mi pared vaginal sacándome gemidos y gritos cuando este llegaba al fondo de mi ser. No tardó tanto en que no aguanté más y me vine en un orgasmo que duró 30 segundos mientras que mi hombre me apretaba mis senos y tomaba mi cuello, me reincorporé y aun estando dentro de mi se paró levantándome en un abrazo, sin salirse de mi me besó y se sentó en la cama quedándome sentada encima de él.
Yo le dije “ahora espera mi amor, me toca a mí darte placer” y empecé a moverme de adelante hacía atrás en un ritmo acelerado a veces lento y a veces me alzaba hacía arriba para volver a meter su pene dentro de mí, mis manos sobre su pecho lo acariciaban mientras el me decía que lo volvía loco y que no quería dejarme, que quería que fuera sola de él y de nadie más yo le dije que él se había convertido en mi hombre y que nadie me había hecho gozar con tanta intensidad como él mientras me daba de sentones en su verga.


Después de un momento el empezó a embestir más rápido me abrazó fuerte y enseguida se vino dentro de mí, yo sentí un fuerte chorro caliente dentro de mí y acto seguido tuve nuevamente un orgasmo cayendo en su pecho cansada y extasiada de tanto placer. Estuvimos así un momento yo en su regazo descansado, platicando de lo rico que la habíamos disfrutado hace un momento yo encima de el acostada en su pecho y su verga adentro de mi escupiendo semen en mi vientre.
Justo en ese momento sonó mi celular y tal fue mi sorpresa que me hablaba con el que estaba saliendo que casi era mi novio para decirme que había ido a buscarme en el trabajo y que estaba afuera del hospital, le comente aun recuperando el aire que había salido temprano y que para no ocuparlo había ido a casa a descansar y que mejor luego nos veríamos, sin más le colgué. Le había mentido a mi novio y no me había importado y además me había acostado con un hombre con una verga muy rica, un hombre que me doblaba la edad, justo en ese momento me sentía muy confundida y de repente ahí desnudos los dos me abrazó y me dijo que estaba maravillado conmigo y que no me quería dejar y que partir de ese momento yo era su mujer y él mi hombre, en ese momento se me olvidó mi novio y nos besamos.
Yo quería más, y así parados desnudos, empecé a masturbarlo al inicio su pene estaba semi flácido, pero con el masaje de mi mano volvió a agarrar su erección, lo abracé del cuello y me tomó de mis nalgas con sus manos y me alzó para volverme a acomodar en la cama, sin soltarme me puso sobre la cama, se paró y me vio por unos segundos, yo aproveché a hincarme en la cama y le pedí que se acercara, tomé su miembro y empecé a chuparlo sin más, me tomó del cabello, haciéndome una cola con sus manos y fue manejando los movimientos de mi cabeza hacía su pene, me ahogó por unos segundos con su pene metiéndolo hasta el fondo de mi garganta.

Enseguida se alejó y con sus manos me indicó que me volteara dándole la espalda en posición de perrito, y así lo hice, alcé mi cadera hacía él y pegué la cabeza hacía el colchón, pasó su lengua por el orificio de mi culito.
Ya sentía mucho dolor en mi culito pero quería más verga y cerré los ojos, empezó a besarme las nalgas y con sus manos a acariciarme el exterior del orificio de mi culito, luego sentí su lengua formando círculos en mi ano, yo gemía aún con los ojos cerrados, con su mano acariciaba mis labios vaginales y mi clítoris mientras con su lengua seguía abriéndome en mi cavidad anal, yo seguía gimiendo y disfrutando, de pronto sentí un dedo en mi ano entro despacio, luego dos y tenía mucho cuidado al entrar y salir, yo creo que porque sabía que después de haberme roto el culo ahorita estaría sensible.
Me dijo “ya estas lista mi amor” y esa era la señal para indicarme que ya me penetraría analmente de nuevo, la punta empezó a entrar y poco a poco fue empujando hasta que mi cavidad se acoplo a su pene de nuevo yo sentía dolor y a la ves placer, me gustaba esa sensación, me encanta el anal . Ya te di chance de recuperarte así que te voy a detonar el culo y empezó a moverse dentro de mi, de pronto el dolor se convirtió en más placer y yo pedía más, “métemela más, que rico mi amor, que rico, soy tu mujer, tu puta, haré lo que me pidas siempre, si papi métemela”. El me daba golpes en mis nalgas que lejos de dolerme o incomodarme me encantaban, yo con mi cabeza en el colchón y la mirada hacía mi hombre tome mi mano derecha y empecé a estimular mi conchita, estábamos tan extasiados cogiendo que no escuchamos cuando entró mi mamá, yo seguía gimiendo y el nalgueandome, cuando de pronto se abre la puerta y veo a mi mamá y ella me ve de perrito con la verga de ese hombre en mi culo, el al verla se asustó mucho que se salió de mi culo y se quedó parado viendo la con esa vergota parada jajaja y yo de perrito escurriendo de su semen por mis dos orificios, mi mamá sólo pidió disculpas y cerró la puerta, obvio sin antes mirar a ver el paquete de mi macho para ver de que calidad estaba recibiendo adentro.
El me dijo que tenía que irse, pero yo le dije no, a mí mamá no le molesta, el me volvió a preguntar segura y le dije si, sígueme cogiendo.
Me volví a acomodar y el volvió a meterme su verga en mi culito y volvió a bombear más fuerte y yo seguí gimiendo, el intentaba callarme diciendo está tú mamá pero yo le decía no tiene nada de malo, ella también sale con hombres y yo creo que también la ponen así, no veo porque su hija no pueda dar las nalgas y que la detonen, para eso tengo vagina bb, para usarla y dar placer.
Seguimos por un buen rato hasta que el se corrió dentro de mi en mi vagina, me beso la espalda, salió de mí y se tumbó a mi lado abrazándome entre su pecho. Estuvimos así un buen rato, hasta que nos quedamos dormidos totalmente desnudos sudados, yo con mi vagina y mi culito llenos de semen.
Continúa....
- Chupa que rico se siente, chúpame mas




Con mis dedos abro mis nalgas, extiendo los pliegues de mi esfínter que poco a poco se dilata para dar acceso a su lengua, la cual se mete en ese pequeño orificio, me chupa, me muerde, siénteme amor, siente un poco del placer que me haces sentir, cuando estoy dentro de ti, cuando te reviento sin piedad, mete su dedo en mi ano dilatado y mojado de mi saliva y mientras me perfora con él, me levanto y regreso a mamarle la verga otra vez, quiero que se venga en mi boca, quiero que explote de placer, quiero que me atragante de leche caliente, sigo chupándolo sosteniendo su verga con mi otra mano.

- Eres una puta mamadora, eres mi putita mamadora
- Mas papito, dame leche
siento como su verga golpea mi garganta, como ha crecido a su máxima capacidad, como abre mi boca y no hay espacio para nada mas, quiero que se venga, hasta que al fin siento su cuerpo tensarse, y un gemido grueso que asemeja un rugido sale de su garganta, con sus manos me empuja la cabeza hacia él clavándose mas en mi boca, descargando ríos de semen en mi garganta que me dejan sin respirar, lentamente aflojo y saco su verga de la prisión de mi boca.


Miro su rostro, sus ojos cerrados, parece dormir… pero no, hoy no voy a confiarme, sabe mentir muy bien.
Me levanto lentamente, y le deposito un suave beso en los labios, al cual responde con cierta pereza. Al retirarme de su lado, me toma de la mano y me pregunta
- A donde vas?
- A la cocina, te prepararé algo de cenar
Me suelta, y se queda descansando en el sillón, lo miro y no puedo creer que tenga a un hombre en mi casa aparte de mi vecino que ya me había cogido ahí. Voy a la cocina y le preparo un café, una ensalada, un bistec asado mientras preparo la cena el está en el sillón descansando desnudo con la vergota medio erecta y yo totalmente desnuda en la cocina sólo con su camisa puesta.
Estoy en eso, cuando siento sus manos en mi cintura, que suben a mis pechos aprisionándolos, ahora ya no brinco sobresaltada, parece que me estoy acostumbrando, solo me pego mimosa a su cuerpo, y froto mis nalgas en su verga que aún duerme. Le pregunto.
- Tienes hambre?
- Si, un poco
- Ven, siéntate, Te sirvo de cenar
y empezamos a platicar lo esencial, quienes somos, a que nos dedicamos. Las verduras aún están en la mesa, las que no utilicé para su cena. Sentada a su lado solo con su camisa puesta me pregunta
- Porqué me tocaste esa noche?
- No lo sé, te vi en la cama, y me sentí atraída hacia ti
- Me gustan tus nalgas y como se te ve el uniforme te ves muy culona
- Y a mi tus labios
- Quieres que te coja otra vez?
- Si, pero creo que tu amigo, aún necesita descansar
- Hay otras opciones
- Si, ya lo sé, tus manos, tu boca
Se acerca a mi, y me besa
- También hay “otras” opciones
- Ah si?, a que te refieres?
Sin decirme mas me acerca a él, me besa, abre la camisa y vuelve a besar mis pechos, los muerde los chupa, y descubre que esa es mi debilidad pues me hace gemir intensamente y me transforma, mete su mano entre mis piernas y descubre que ya estoy mojándome otra vez. Me sienta en la mesa y separa mis piernas, toma una zanahoria que aún está en la mesa y la mete con fuerza en mi vagina, yo dejo escapar un grito de placer y de asombro, él sonríe con un brillo especial en su mirada:
- Te gusta putita?
- Mas, dame mas
Con la zanahoria en su mano, me coge una y otra vez, no sé que me excita mas, si el hecho de saber que es un objeto comestible lo que mete en mi, o el verlo hacer de mi lo que le gusta, con ese brillo de perversión en su mirada, sabiendo que también lo disfruto, pues no me opongo, y la respuesta de mi cuerpo es mas que evidente. Me hace gemir nuevamente como una puta, como a su puta, muerde mis pechos, me deja marcas en ellos, y yo soy feliz teniéndolo así frente y encima de mí, abriendo mis piernas, teniendo mi vulva, mi vagina a su disposición…
- Te lo meto en el culo?

No le puedo responder, aún siento un poco de pudor y vergüenza, pero sabe que mi silencio es una aceptación a sus deseos, así que sin mas me doy la vuelta y me recargo en la barra, dejando mis pechos en la fría mesa que se sentía muy rico con el contraste de mi piel caliente, levanto mas mis nalgas y me jala hacia la orilla para dejar mi culo libre, me chupa otra vez la vagina, muerde el clítoris, y siento como desliza el vegetal entre mis pliegues hacia mi ano, mete la zanahoria a mi boca con la intensión de humedecerla, pero no funciona adecuadamente, así que toma el aceite de oliva vierte una cantidad abundante en mis genitales deslizándose hasta mi culo, lo miro hacer lo que quiere de mi, él mira a su vez como estoy abierta hacia él, mete la zanahoria otra vez en mi vagina y con fuerza vuelve a cogerme sobre la mesa así, mientras con sus dedos fricciona con rapidez mi clítoris, no puedo mas, me hace gritar, otro orgasmo llega a mi convulsivamente y justo en el momento en que pierdo la razón, siento la intrusión de su vergota en mi culo y sus dedos y la zanahoria ocupando el vacio en mi vagina, siento como me abre sin contemplación, grito nuevamente de dolor, pero no lo detengo, hasta ese punto el sólo me había cogido por el ano, no había metido su pene en mi vagina pero aún así me hacía llorar de placer , quiero que siga, con la zanahoria en mi vagina, la mueve en círculos dilatándome mas, siento que la vida se me va en sus manos, y él de pie mira lo que hace, como me mojo, como responde mi cuerpo a sus deseos…




- Eres mi puta, eres mi zorra, quiero que te vengas otra vez, quiero que grites, quiero que seas mía, quiero que no me olvides
Otro orgasmo? No… no es otro orgasmo, es el mismo que no ha cedido desde que me subió a la mesa y empezó a cogerme, me tiene en un solo orgasmo que parece no tener final. Olvidarte, no será posible. Vence mi razón y mi cuerpo. Ya no siento más. No se en que momento se ha detenido y me ha dejado respirar. Siento en una nebulosa mi vagina que aún se contrae en espasmos. Siento como me besa…
Estás bien?
- Mmmmm
No puedo hablar, pero quisiera decirle que lo esperaba desde hace mucho tiempo, que me había hecho tanta falta, y que sin saber encontré en él justo lo que necesitaba, que no quiero que se vaya...
Eleva mi cuerpo entre sus brazos, me lleva cargando a la habitación, la cocina y la sala estaban llenas de mis juguitos y en la sala se quedó su pantalón, su ropa interior, mi pantalón, mi camisa y mi tanga y en la cocina su camisa, me recuesta en la cama y siento su calor a mi lado, me abraza y nos quedamos acostados desnudos abrazados y fatigados.
-Quedate a dormir conmigo hoy
-vives sóla ?
-no, con mi mamá pero a ella no le importa que estés aquí
- y su se enoja?
-no, te juro que no, quédate aquí y descansemos para volver a coger.
Nos quedamos dormidos desnudos en mi cama, como a la media hora despertamos, seguíamos abrazados, empecé a besarlo y a acariciar su pene, sentí como retomaba la erección y el se levantó de la cama y me jaló de las piernas hacia la orilla para acomodarme.
Se puso encima de mi tomando su pene y pasándolo por encima de mi conchita, yo suspiraba, gemía, suplicaba por sentir a mi hombre dentro de mi, le pedía que me penetrara que no me castigara que lo hiciera ya, yo ya no tenía uso de razón ni preocupaciones, solo pasaba por mi cabeza la calentura de mi cuerpo y no existía nada más.
Le pedí que me lo metiera por la vagina que lo quería sentir ahi alzó mis piernas y las puso a un lado de su cuerpo inclinándose más hacía mi, me besó con un beso intenso que su lengua recorrió todo mi boca al mismo tiempo que me empezó a penetrar, yo arqueé la espalda del inmenso placer y del tamaño de ese pene que lo abracé clavándole mis uñas en su espalda, me di cuenta y le pedí perdón me dijo que no me preocupara y poco a poco fue penetrándome.


Caray ese pene estaba enorme, pero sí logró entrar todo, bueno si ya había entrado en mi culo con más razón en mi vagina, mi hombre se detuvo y yo inconscientemente empecé a moverme para disfrutar de ese rico pene, mi hombre me dijo “tranquila princesa, permíteme a mi hacer lo mío”, y él empezó en un vaivén de mete y saca glorioso que me rozaba toda mi pared vaginal sacándome gemidos y gritos cuando este llegaba al fondo de mi ser. No tardó tanto en que no aguanté más y me vine en un orgasmo que duró 30 segundos mientras que mi hombre me apretaba mis senos y tomaba mi cuello, me reincorporé y aun estando dentro de mi se paró levantándome en un abrazo, sin salirse de mi me besó y se sentó en la cama quedándome sentada encima de él.
Yo le dije “ahora espera mi amor, me toca a mí darte placer” y empecé a moverme de adelante hacía atrás en un ritmo acelerado a veces lento y a veces me alzaba hacía arriba para volver a meter su pene dentro de mí, mis manos sobre su pecho lo acariciaban mientras el me decía que lo volvía loco y que no quería dejarme, que quería que fuera sola de él y de nadie más yo le dije que él se había convertido en mi hombre y que nadie me había hecho gozar con tanta intensidad como él mientras me daba de sentones en su verga.


Después de un momento el empezó a embestir más rápido me abrazó fuerte y enseguida se vino dentro de mí, yo sentí un fuerte chorro caliente dentro de mí y acto seguido tuve nuevamente un orgasmo cayendo en su pecho cansada y extasiada de tanto placer. Estuvimos así un momento yo en su regazo descansado, platicando de lo rico que la habíamos disfrutado hace un momento yo encima de el acostada en su pecho y su verga adentro de mi escupiendo semen en mi vientre.
Justo en ese momento sonó mi celular y tal fue mi sorpresa que me hablaba con el que estaba saliendo que casi era mi novio para decirme que había ido a buscarme en el trabajo y que estaba afuera del hospital, le comente aun recuperando el aire que había salido temprano y que para no ocuparlo había ido a casa a descansar y que mejor luego nos veríamos, sin más le colgué. Le había mentido a mi novio y no me había importado y además me había acostado con un hombre con una verga muy rica, un hombre que me doblaba la edad, justo en ese momento me sentía muy confundida y de repente ahí desnudos los dos me abrazó y me dijo que estaba maravillado conmigo y que no me quería dejar y que partir de ese momento yo era su mujer y él mi hombre, en ese momento se me olvidó mi novio y nos besamos.
Yo quería más, y así parados desnudos, empecé a masturbarlo al inicio su pene estaba semi flácido, pero con el masaje de mi mano volvió a agarrar su erección, lo abracé del cuello y me tomó de mis nalgas con sus manos y me alzó para volverme a acomodar en la cama, sin soltarme me puso sobre la cama, se paró y me vio por unos segundos, yo aproveché a hincarme en la cama y le pedí que se acercara, tomé su miembro y empecé a chuparlo sin más, me tomó del cabello, haciéndome una cola con sus manos y fue manejando los movimientos de mi cabeza hacía su pene, me ahogó por unos segundos con su pene metiéndolo hasta el fondo de mi garganta.

Enseguida se alejó y con sus manos me indicó que me volteara dándole la espalda en posición de perrito, y así lo hice, alcé mi cadera hacía él y pegué la cabeza hacía el colchón, pasó su lengua por el orificio de mi culito.
Ya sentía mucho dolor en mi culito pero quería más verga y cerré los ojos, empezó a besarme las nalgas y con sus manos a acariciarme el exterior del orificio de mi culito, luego sentí su lengua formando círculos en mi ano, yo gemía aún con los ojos cerrados, con su mano acariciaba mis labios vaginales y mi clítoris mientras con su lengua seguía abriéndome en mi cavidad anal, yo seguía gimiendo y disfrutando, de pronto sentí un dedo en mi ano entro despacio, luego dos y tenía mucho cuidado al entrar y salir, yo creo que porque sabía que después de haberme roto el culo ahorita estaría sensible.
Me dijo “ya estas lista mi amor” y esa era la señal para indicarme que ya me penetraría analmente de nuevo, la punta empezó a entrar y poco a poco fue empujando hasta que mi cavidad se acoplo a su pene de nuevo yo sentía dolor y a la ves placer, me gustaba esa sensación, me encanta el anal . Ya te di chance de recuperarte así que te voy a detonar el culo y empezó a moverse dentro de mi, de pronto el dolor se convirtió en más placer y yo pedía más, “métemela más, que rico mi amor, que rico, soy tu mujer, tu puta, haré lo que me pidas siempre, si papi métemela”. El me daba golpes en mis nalgas que lejos de dolerme o incomodarme me encantaban, yo con mi cabeza en el colchón y la mirada hacía mi hombre tome mi mano derecha y empecé a estimular mi conchita, estábamos tan extasiados cogiendo que no escuchamos cuando entró mi mamá, yo seguía gimiendo y el nalgueandome, cuando de pronto se abre la puerta y veo a mi mamá y ella me ve de perrito con la verga de ese hombre en mi culo, el al verla se asustó mucho que se salió de mi culo y se quedó parado viendo la con esa vergota parada jajaja y yo de perrito escurriendo de su semen por mis dos orificios, mi mamá sólo pidió disculpas y cerró la puerta, obvio sin antes mirar a ver el paquete de mi macho para ver de que calidad estaba recibiendo adentro.
El me dijo que tenía que irse, pero yo le dije no, a mí mamá no le molesta, el me volvió a preguntar segura y le dije si, sígueme cogiendo.
Me volví a acomodar y el volvió a meterme su verga en mi culito y volvió a bombear más fuerte y yo seguí gimiendo, el intentaba callarme diciendo está tú mamá pero yo le decía no tiene nada de malo, ella también sale con hombres y yo creo que también la ponen así, no veo porque su hija no pueda dar las nalgas y que la detonen, para eso tengo vagina bb, para usarla y dar placer.
Seguimos por un buen rato hasta que el se corrió dentro de mi en mi vagina, me beso la espalda, salió de mí y se tumbó a mi lado abrazándome entre su pecho. Estuvimos así un buen rato, hasta que nos quedamos dormidos totalmente desnudos sudados, yo con mi vagina y mi culito llenos de semen.
Continúa....
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