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Un macho me seduce y me hace suya final

¡Era de Luis! ¡Y yo preocupada! A Luis lo tenía comiendo de la mano, así que ya no me preocupé. Mi marido si me había mandado mensajes preguntando dónde estaba, tenía muchos de él, pensé decirle que me quedé con mi amiga toda la noche y así cubrir mi ausencia anoche en casa. Lo que sí pensé es que de seguro Luis iba a querer follarme después de lo que oyó, ya vería después eso.
Mientras pensaba en eso, me levanté y llegué a la parada del bus, al llegar (¡Oh, bendita parada!) para la hora que era, creo por ser domingo no había mucha gente, estaba solo una pareja y un hombre gordo que estaba sentado en la escalera del peatonal. Cuando me vio llegar se levantó, se me acercó y me dijo
- ¡HOLA MAMITA! ¡YA TE ESPERABA!
-Perdón ¿Lo conozco? – Le contesté algo asombrada de su osadía
-Tu a mí no, pero yo a ti si- respondió
-¿Y de dónde me conoce?
-De anoche, aquí mismo
-Pero no lo recuerdo a usted
-Pero yo a ti sí, es más, vi como aquel se agasajaba contigo –Dijo recorriéndome con su mirada lujuriosa de arriba abajo. No lo recordaba, pero sí, me pareció ver que algunos ponían atención a lo que sucedía.
-Perdón creo que se equivoca, yo…
-No me equivoco, estaba cerca y vi cómo llegó, te sacó plática y se agasajó contigo mamacita, estas bien rica, no lo culpo, cuando te vi a mí también se me paró – Dijo y consiguió ponerme nerviosa, solo recordar la noche anterior me puso como loca y en eso el sujeto continuó:
-Me di cuenta que ese bato te sacó plática, porque se veía que no lo conocías. Que consiguió llevarte a lo oscuro para agasajarse contigo. Seguro te llevó a su casa y te cogió por todos tus agujeros jejejejejejeje
-¡Oiga! Se equivoca, yo soy decente y...
-¡Jajajjajaja! No te hagas, cuando llegó el camión me subí y le pregunté si era el último, me dijo que sí y voltee para ver si te ibas a subir, desde antes quería sacarte plática pero no me animé, cuando llegó ese morro pensé que era tu novio, pero cuando vi lo que paso dije ¡Chingada madre! ese bato se me adelantó.
-Se equivoca, yo...
-Mira, además, yo iba a seguirte cuando te bajaras para ver dónde vives porque lo que vi, como se agasajaba contigo me calentó, porque vi lo caliente que eres y quería cogerte culera, eres una puta deliciosa.
-¡Oiga! respéteme, no me diga así...
-Si eres una puta, te quedaste y como era el último camión sé que te llevó a su casa y te la metió toda...

Toda esa plática hizo que los recuerdos de esa noche se agolparán en mi cuerpo poniéndome como loca, me encendieron, este hombre sin saberlo me quebró, cada que mencionaba esas cosas me encendía cada vez más, no necesitó seducirme ni forzarme, ya me tenía, la cogida de mi otro macho me dejó ardiendo y este hombre me iba a follar sin que me resistiera, tomándome por la cintura me planto un candente beso cargado de lujuria.
Me tomo desprevenida, no supe que hacer, los recuerdos de la noche anterior volvieron otra vez a mi mente y cuerpo y la lujuria explotó en mi dejándome a su merced, dándose cuenta que no me resistía procedió a besar mi cuello mientras me sujetaba fuertemente contra él haciéndome sentir su erección en mi conejito que ya estaba totalmente mojado. -¡¡QUE SUERTE TUVO ESE CABRON DE COGERTE ANOCHE, PARECE QUE YO TAMBIEN TENDRE ESA SUERTE!!- Dijo en mi oído encendiéndome, lo que me había dicho mi otro macho me lo repetía este desconocido sin saber que me estaba volviendo loca. Luego me llevó bajo el puente y siguió besando mi cuello -¡¡DEJAME PUTO!!- le dije jadeando totalmente encendída mientras me manoseaba -¡¡BUSCATE UNA DE TUS PUTAS Y COJETELA!!- le dije -¡¡¿¿Y PARA QUE SI YA TE TENGO A TI??!!- dijo al tiempo que su mano acariciaba mi muslo de arriba a abajo levantando la falda y sujetando la liga de mi tanga me hacía estremecer -¡¡PUTO, CABRON, ABUSIVO!!- le decía jadeando, mi voz ya eran gemidos llenos de deseo y lo encendían mis palabras ya que me tenía en su poder, estaba haciendo lo mismo que el otro.
Sin decir más me volteó haciéndome apoyar mis manos en la columna y me sujetó por la cintura y me punteo el trasero, no podía más -¡¡COJEME YA PUTO!!- le dije totalmente fuera de mí, tomándome de la mano me guió por la avenida donde caminamos varias calles, al principio me resistí un poco, pero poniéndose detrás de mí me sujetó por la cintura y sentir sus manos en mi cuerpo y los recuerdos de la noche anterior me dejaron indefensa, entonces acercó su boca a mi oído y me dijo -¡VOY A LLEVARTE A UN LUGAR DONDE PODAMOS ESTAR SOLOS MAMAZOTA!- haciéndome temblar, al ver que no me resistía me tomó la mano otra vez y me guió, yo caminaba detrás de él con la cabeza agachada por la vergüenza y calentura que sentía, vergüenza de que dos tipos me sedujeron en la misma parada en pocas horas y una calentura insaciable que me provocó y me dejó en manos de este tipo. Me sentía como lo que ellos veían en mí, una puta.
Entonces caminamos desde la clínica varias calles en medio de negocios de la avenida hasta que llegamos a un Motel, me guió a entrar y ya en la habitación mientras él cerraba la puerta, oír el click de la llave trajo a mi mente los recuerdos de anoche, pero esta vez no había deseos de huir o arrepentimiento, al contrario, levantando mis manos y abriendo ligeramente mis piernas lo invité a desnudarme y él, viéndome totalmente entregada me sacó el vestido dejándome en ropa interior, luego dio vueltas alrededor mío contemplándome lo que aproveché para ondular mi cuerpo sensualmente, estoy tomando clases de reggaetón, así que ondulaba mis caderas y en especial mi trasero a ese ritmo volviéndolo loco de lujuria y entonces me quitó el brasiere, al pasar frente a mí otra vez pellizcó mis pezones y los mordía cada vez que pasaba mientras acariciaba mi cuerpo, entonces me bajó la tanga y me dio fuertes palmazos en el trasero -¡¡AAAAYYYY, DEJAME!!- le decía con voz de niña asustada lo que lo encendía más, ahora se despojó de su ropa y poniéndose detrás de mí puso su glande en medio de mis pompas al tiempo que me sujetaba por los pechos comenzando a morder mi cuello, ahora empezó a puntear mi ano con su glande, me hacía retorcer enloquecida -¡¡¡OOOOOHHHH!!!- mientras me guiaba a la cama, lo que yo deseaba con locura, estar allí y ser penetrada por él, al llegar me hizo voltear de frente a él y me hizo hincarme acercando su falo a mi boca, lo paseo en mis labios mojándolos de su líquido, sacando la lengua lo saboree, lo tome en mis manos y lo masajee para luego recorrerlo con mi lengua al tiempo que le decía -¡PUES YO SOY MUY GOLOSA PAPITO, VAS A TENER QUE CUMPLIRME! – Le dije mirándolo fijamente y metí su falo a mi boca dándole una mamada de locura haciéndolo retorcerse, entonces sujetándome del cabello empezó a follarme la boca.
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y luego de lo excitado que estaba empezó a llenarme la boca de semen, pero no dejé de mamar, quería más, así que hice que no perdiera la erección poniendo su pene entre mis pechos para hacerle una rusa, verme hincada y sumisa con su pene entre mis pechos lo volvió loco, me levantó de la mano y me acostó boca abajo colocando una almohada debajo de mi vientre para que mi ano y vagina quedaran a su disposición, abrió mis piernas y poniéndose en medio puso su pene entre mis pompas abriendo mi ano, me iba a culear, antes de que lo hiciera le dije -¡¡¡EN MI BOLSO ESTA MI CEL y aceite de aguacate, FILMAME MIENTRAS ME HACES TUYA PAPITO!!!- le dije y le pareció buena idea, lo trajo y se acomodó otra vez, pero cambió de opinión, paseaba su pene de mi ano a mi vagina enloqueciéndome, me hacía retorcer, entonces lo puso en mi vagina y filmándolo fue metiéndomelo lentamente hasta meterla toda y empezó a bombear lentamente aumentando el ritmo gradualmente hasta estarme embistiendo brutalmente.
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Mis gemidos eran fuertes, me tenía loca, rendida, me daba palmazos en mi trasero y me acariciaba la espalda, luego acercó el cel a mi vagina filmando como entraba y salía su pene, me hizo tener un violento orgasmo entre gritos de placer, luego sacó su pene y puso su glande en mi ano, escupió y colocó bastante aceite y presionó, fue salvaje, ni mis gritos y lágrimas lo detuvieron su polla era, tan gruesa, que al principio me dolió. Pero ese dolor se transformó rápidamente en algo más, algo que no podía explicar con palabras. Ademas muy dulcemente me susurraba que tranquila y la dejaba estar un poco hasta que mi esfinter se dilataba y así hasta que entró entera, ya adentro me dejó acostumbrarme.
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Al verme empezar a gemir empezó a embestirme brutalmente sometiéndome contra el colchón, sentía su panza rebotar en mis pompas, mordía mi cuello, lo lamía -¡QUE RICO HUELES ZORRA!- Dijo enloqueciéndome totalmente y embistió hasta venirse en mi ano, así estuvimos mucho tiempo, él en mi ano y yo mamándole el pene para que recobrara la erección y hacerlo penetrarme por la vagina hasta hacerlo correrse en mí.
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Empezó a bombear muy fuerte empujando con una fuerza que me hizo sentir pequeña, vulnerable, pero a la vez poderosa. Notaba cómo me llenaba, cómo la estiraba, como si quisiera llegar hasta lo más profundo de mi ser. Mis intestinos se contrajeron, y de repente, algo inesperado sucedió: me cagué del gusto. No pude evitarlo. Sí, me cagué, pero no fue asqueroso, fue... electrizante. Noté como su polla empujaba algo dentro de mi y al sacarla lentamente noté como si si esa misma polla me succionase. Mi intestinos se vaciaron,sentí vergüenza y a la vez sentí un placer que me hizo temblar de pies a cabeza. El me dijo no te preocupes mamita que rico es metértela por el culo, son cosas que pasan, su pene estaba embarrado, se levantó de la cama y fue por papel para limpiar su miembro, una vez que lo limpió, me volvió a colocar en la misma posición y puso más aceite en su miembro y lo metió de nuevo.
Yo seguía gimiendo y gritando que tenía ganas de ir al baño, al parecer me había aflojado todo pero no paró. Siguió empujando, follándome el culo con una intensidad que me hacía sentir que me moria. El sudor me caía por la frente, mezclándose con las lágrimas de placer que se acumulaban en mis ojos. Las piernas me temblaban tanto, pero él me sujetaba con fuerza, como si supiera que no podía parar. Y yo no quería que parara. El me decía que rico se ve tú culo bien dilatado y como se escurre tu mierda por la cogida que te estoy dando, de por sí ya me dolía el ano por la noche anterior, ya lo tenía rozado por la noche anterior de tanta fricción y la vagina igual, la verdad ya me empezaba a arder.
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El olor en la habitación era abrumador: a sudor, a sexo, a macho. Pero no era desagradable, era embriagador, como si el aire mismo estuviera cargado de deseo. Me sentía fuera de sí, como si mi cuerpo ya no me perteneciera, como si fuera un instrumento afinado para el placer de él. Y él lo sabía, lo sentía, y lo aprovechaba con cada embestida, con cada empujón que la hacía gemir, gritar, suplicar más. El me decia si me gustaba y yo le decia barbaridades que me excitaban y me parecian que no salian de mi boca sino que las oia de otra persona. Le decia, rompeme el culo cabron, me cago viva y cosas asi a lo que el contestaba con no menos salvajadas como, damelo todo, te voy a empujar la mierda, todo esto aderezado con un festival de gemidos, balbuceos, sudores frios, pedos vaginales y anales por el aire que entraba en mi de sus fuertes embestidas y súplicas de más intensidad. Ahí me equivoqué, pues cuando pedí más no sabía lo que se me venía encima. Sacó su pollón y entonces si que fue terrible el pedo que me eché y lo que es peor, mi esfinter ya no podía cerrarse con lo que la expresión cagarse viva tomó un nuevo significado para mi. A el le gustó y dijo, ahora si ahora verás. Yo mientras me vaciaba noté como salía de mi mierda de toda clase de dureza e intensidad y mientras no podia parar de correrme. Lo curioso es que el olor era intenso pero todo el cuarto olia a macho, a genitales de macho y no a popó con lo que me ponia más cachonda, aunque también sentía vergüenza por lo que pasaba. De pronto veo a ese hombre gordo subir una pierna a la cama y la otra del otro lado de mi cara. Aquellos pies enormes a cada lado de mi cara pegada la cama me hicieron presagiar lo que se me venia encima nunca mejor dicho. Se acuclilló y yo levanté mi culo y ay de mi. Se puso como un poseso a encularme a un ritmo que ya sentia mas por el chapoteo que hacían sus sucios huevos contra mi coño que por saber cuando estaba dentro o fuera de mi dilatado culo. Empecé a gritar de una forma que parecia que estaba pariendo poco menos. Asi estuvo sus buenos 10 minutos que fueron eternos a un ritmo descomunal. Perdi la cuenta de las veces que me corrí y no puedo decir lo que me cagué ni meé.
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Cuando finalmente terminó, noté un chorrazo caliente que invaía mis entrañas. Él se separó de mi con las piernas temblorosas y el corazón a mil. Yo respiraba con dificultad, intentando recuperar el aliento mientras notaba toda aquella lechada bajando ya de mi culo al coño y por mis piernas combinada con popó que salía de mi culito, pero mi mente estaba en otro lugar, en ese espacio donde el placer y el dolor se funden en algo indescriptible. Y entonces, sin poder evitarlo, miré su polla y a él, sentado en una silla, sudoroso, exhausto, recuperando aliento también. Allí estaba aquel pollón aún duro y enmierdado con restos de semen, como si no hubiera sido suficiente.

Me acequé a él, atraída por esa presencia imponente, por esa polla que me había llevado a un lugar del que ya no quería volver. Con la mano temblorosa, la toqué, sintiendo cómo se ponía aún más dura, como si respondiera a mi caricia. Empezó a hacerle una paja despacio al principio, sintiendo cómo crecía en mi mano, cómo latía con vida propia. No me daba asco estar frotando aquel pollón lleno del contenido de mis entrañas. Él me lo había sacado y se merecía todo cerró los ojos, gimiendo suavemente, y yo supo que estaba a punto de correrse de nuevo. Que animal en celo tenía allí para mi.
Y así fue. Se corrió en mi mano, un chorro caliente que me salpicó los dedos y corrió sobre mi enmierdada mano. Yo miré el semen, sintiendo cómo me recorría la mano y el contraste de color, y luego levanté la vista hacia, que me miraba con una sonrisa, como si supiera que me había llevado a un lugar del que ya no podría volver. Y tenía razón.

En ese momento, me sentí una putísima , con el cuerpo ardiendo y el alma en llamas, con una sonrisa en los labios que no podía borrar. Había descubierto algo nuevo, algo sucio, algo que me hacía sentir más viva que nunca. Me acosté exhausta en la cama con mis nalgas hacia arriba y el se acercó a acariciarme, empezó a abrir mis nalgas y me dijo que rico se ve tú culito lleno de semen, mierda y sangre, cuando dijo sangre me asusté y le pregunté me está saliendo sangre y me dijo si, yo creo que de tanta fricción pero no te preocupes mamita es normal luego pasa, me volví a relajar y solté una risita de puta, el me dijo para que me veas que me encantas te chúpare tú culito así, yo no pensé que se atreviera, pero si abrió mis nalgas y empezó a lamer mi culito lleno de su semen mi mierda y mi sangre y empezó a meter su lengua en el yo empecé a gemir y a empujar su cabeza para que entrará más y para complementar empezó a meter sus dedos en mi vagina rápidamente .
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Me corri en su cara y el siguió limpiando mi culito, ya sólo sentí que se quedó dormido en mi culo y yo también, cuando desperté eran las 6 de la tarde me levanté súper rápido y me vestí, ya era súper tarde que diría mi marido, ya ni me bañé, me puse mi tanguita y mi vestido, el se quedó acostado en la cama que estaba hecha un asco, tenía manchas de semen, sangre, mierda y de mis squits eso me hizo sentir muy sucia me acerque a él y me despedí con un beso muy apasionado.
Salí de la habitación y me fui a la parada del camión, antes de subirme me eche perfume porque seguramente olía a popó y a sexo.
Subí al camión y afortunadamente estaba vacío y me senté, al ir de camino a mi casa sentía dolor en mi culito, ardor y de igual forma en mi vagina, me dolia el abdomen y el vientre yo creo de tanta penetrada y sentía súper abierto mi culito, en lo que iba sentada y llevar vestido mi colita tenía contacto directo con el asiento y mi tanguita sólo cubre la parte de mi vagina en la parte del ano es un hilo, así que sentia como iba escurriendo de semen que me había dejado y de mierda, así que iba súper incómoda, al momento de bajar ví el asiento y se veía la forma de mi trasero y la marca de mi vagina de lo mojada que iba y para terminar de hacer una guarrada como iba vacío me quité la tanga por debajo del vestido y la dejé ahí, esa tanga tenía restos de semen de dos machos, jugos vaginales, sangre mía, mierda y sudor, a ver quién se la encontraba jijiji
Me bajé del camión y llegué a mi casa y mi marido estaba acostado, lo saludé y después les cuento que pasó con él.
Espero les haya gustado este relato y me gustaría leer los😘

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