Con motivo de las fiestas navideñas mi padre, ya entrado en años y viudo, nos visitó en mi casa para pasar parte de éstas con nosotros fue en esta ocasión cuando ambos congeniaron de manera más íntima, dándose una confianza mutua que fue a más a cada momento, lo que provocó que mi padre fuese adoptando hacia ella una actitud cada vez más pícara, obteniendo por su parte respuesta similar, con detalles como indirectas varias y miradas de deseo que a mi mujer provocaban sobremanera, mientras que ella, aún en mi presencia, se mostraba muy cariñosa hacia él, adoptando actitudes como abrirse de piernas más de lo normal cuando lo tenía sentado frente a sí mostrándole sus tangas o sentándose con sus preciosas tetas sueltas y sin sujetador, exhibiéndolas tras blusas transparentes más abiertas de lo normal también, algo que en mí iba despertando a cada momento más lascivia y curiosidad.
El segundo día que mi padre pasó con nosotros, por la tarde y tras la comida, marchó a dormir la siesta a la habitación que habíamos preparado para él, entrando yo en la nuestra para cambiarme de ropa ya que tenía que salir a la calle a realizar diversas gestiones. Cuál fue mi sorpresa al salir me encontré a mi mujer, agachada, mirando a mi padre, cachonda perdida y tocándose , al ver cómo se marcaba acostado en la cama una paja monumental, con su pija dura, pensando en mi mujer. Aun así, viendo que yo la miraba, no cesó de tocarse y me dijo que la estaba poniendo muy cachonda y que esa pija ella la tenía que probar.
Salí del baño y ella estaba tendida en el sofá tocándose aún, pidiéndome disculpas por haber actuado así pero, al mismo tiempo, muy satisfecha y satisfecha por haber acabado
Tras varias horas en la calle regresé a casa y, tal y como me temía y había pensado, al abrir la puerta escuché gemidos de mi padre en su habitación y frases como "Sigue, sigue… Así, así…Así está mi hijo contigo. ¡linda puta tiene en la cama!", a lo que ella asentía con su cabeza, respondiéndole "a tu hijo le encanta que se la chupe y se corre como un hijo de puta en mi boca cada vez que se lo hago". Yo no dije nada pero me imaginé lo que estaba ocurriendo.
Sin mediar palabra y casi sin moverme me senté en el sillón y tras unos minutos pensando en cómo actuar me levanté despacio y me dirigí sin hacer ruido a dicha habitación, cuya puerta estaba entreabierta, pudiendo observar desde fuera cómo mi mujer, con una preciosa trenza, vestida con elegantes medias negras le hacía en ese momento una espléndida mamada a mi padre, que tenía su enorme pija dura y gozaba de placer
Mi mujer se acostó en la cama, se abrió de piernas y mi padre se sumergió en su concha para comenzar a comérsela y deleitarla con gozo mientras ella gemía cada vez más de placer inmenso sujetando con sus manos la cabeza de mi padre y pidiéndole que no parase hasta que consiguió correrse dos veces como una loca. Seguidamente ambos se pusieron en pie y mientras se besaban y abrazaban cachondos y calientes, mi mujer se encargaba de mantener bien duro la pija de mi padre acariciándolo de arriba a abajo con su mano y posteriormente agachándose para chuparlo y mamarlo de nuevo, acariciando al mismo tiempo sus repletos huevos, con unos ojos de vicio increíbles y totalmente fuera de sí
Tras su exhibición con la boca mi mujer le pidió a mi padre que se acostase en la cama, subiéndose ella encima e introduciéndose la pija en si concha ya muy mojado, comenzando a cabalgar como una poseída. Esa estampa de mi mujer, vestida con su fina lencería, siendo cogida por mi padre sin darse cuenta de que yo los miraba a escondidas, hizo que tuviese que sacar mi pija , ya durísima y enorme, para comenzar a pajearme suavemente y aguantar sin correrme hasta el final del espectáculo con el que ambos me deleitaban.
Era fantástico ver a mi mujer gozando como una auténtica puta . Por su parte, mi padre, sujetándola y apretándole su extraordinario culo se la seguía metiendo locamente y con rapidez, provocándole un inmenso orgasmo que la hizo gemir de auténtico placer.
La exhibición de ambos continuó con un cambio de postura, siendo mi mujer la que se acostó en la cama boca arriba, levantando sus hermosas piernas para ponerlas sobre los hombros de mi padre mientras que éste se las sujetaba con fuerza y le volvía a clavar con embestidas brutales que a ella estremecían de auténtico gustazo, consiguiendo que se volviera a correr inmensamente entre chillidos y alaridos mientras mi padre le decía frases como ""¡No imaginas las pajas que me he hecho pensando en ti a diario desde que te conocí
El espectáculo continuó con un nuevo cambio de postura aunque antes, la golfa de mi mujer volvió a realizarle a mi padre una nueva mamada durante unos minutos. En esta ocasión, se puso a cuatro patas brindando su majestuoso culo haciendo que él, con su pija totalmente erecta y dura, se pusiese aún más cachondo de deseo, atizándole duras embestidas con las que ella no paraba de correrse una y otra vez. Entretanto, en un determinado momento, mi padre se puso en cuclillas y, despacio, suavemente, fue introduciendo su pija en el culo de mi mujer mientras le decía "¿Qué te creías, que tu suegro no iba a coger este pedazo de culo que tienes…?" o "¡Qué buena estás, si quieres te cogemos los dos a la vez!", lo que hizo que ella comenzara a tocarse la concha y a meterse los dedos con rapidez mientras él la cogia por el culo de forma bestial y caliente, provocándole varios orgasmos que la hacían chorrear piernas abajo, mojando toda la cama con sus ricas corridas. Mi mujer pedía con lujuria a mi padre que no parase de metérsela y él le obedecía agarrándola por la trenza que llevaba en el pelo de mi hembra.
Yo continuaba presenciando la maravillosa cogida de ambos mientras acariciaba mi pija polla cuyo capullo ya se encontraba hinchado por la excitación y a punto de soltar una majestuosa corrida. En previsión de que eso pudiese ocurrir en cualquier momento tomé la decisión de abrir la puerta y entrar en la habitación, lo hice totalmente desnudo y tocándome la pija mientras ellos me miraron con extraordinarias caras de placer al tiempo que mi padre me decía "¡Mira, cornudo, cómo me cojo a la puta de tu mujer, esas palabras me calentaron mucho mas . Está buenísima y me encanta Es una auténtica perra de pies a cabeza"; por su parte, mi mujer asentía y me rogaba que le permita que mi padre la coja cada vez que quiera, a lo que accedí mientras me acercaba a ella para poner mi dura pija en su boca y me la mamase, lo que hizo maravillosamente con extraordinario deseo y pasión. Mientras esto sucedía, mi padre le dijo entre jadeos ". Te voy a dar toda mi leche ya mismo!", respondiéndole ella a gritos Dame toda tu leche, suegro mi padre comenzó entre gemidos a llenárselo de abundante leche mientras que él proseguía metiéndosela para esperar a que yo también me vaciase. Tras unos minutos en los que mi mujer, a cuatro patas, continuó chupando mi pija

y besando mis huevos, mi pija explotó de gozo corriéndome en su ansiosa boca, que se tragó toda mi leche relamiéndose de gusto para finalizar
El segundo día que mi padre pasó con nosotros, por la tarde y tras la comida, marchó a dormir la siesta a la habitación que habíamos preparado para él, entrando yo en la nuestra para cambiarme de ropa ya que tenía que salir a la calle a realizar diversas gestiones. Cuál fue mi sorpresa al salir me encontré a mi mujer, agachada, mirando a mi padre, cachonda perdida y tocándose , al ver cómo se marcaba acostado en la cama una paja monumental, con su pija dura, pensando en mi mujer. Aun así, viendo que yo la miraba, no cesó de tocarse y me dijo que la estaba poniendo muy cachonda y que esa pija ella la tenía que probar.
Salí del baño y ella estaba tendida en el sofá tocándose aún, pidiéndome disculpas por haber actuado así pero, al mismo tiempo, muy satisfecha y satisfecha por haber acabado
Tras varias horas en la calle regresé a casa y, tal y como me temía y había pensado, al abrir la puerta escuché gemidos de mi padre en su habitación y frases como "Sigue, sigue… Así, así…Así está mi hijo contigo. ¡linda puta tiene en la cama!", a lo que ella asentía con su cabeza, respondiéndole "a tu hijo le encanta que se la chupe y se corre como un hijo de puta en mi boca cada vez que se lo hago". Yo no dije nada pero me imaginé lo que estaba ocurriendo.
Sin mediar palabra y casi sin moverme me senté en el sillón y tras unos minutos pensando en cómo actuar me levanté despacio y me dirigí sin hacer ruido a dicha habitación, cuya puerta estaba entreabierta, pudiendo observar desde fuera cómo mi mujer, con una preciosa trenza, vestida con elegantes medias negras le hacía en ese momento una espléndida mamada a mi padre, que tenía su enorme pija dura y gozaba de placer
Mi mujer se acostó en la cama, se abrió de piernas y mi padre se sumergió en su concha para comenzar a comérsela y deleitarla con gozo mientras ella gemía cada vez más de placer inmenso sujetando con sus manos la cabeza de mi padre y pidiéndole que no parase hasta que consiguió correrse dos veces como una loca. Seguidamente ambos se pusieron en pie y mientras se besaban y abrazaban cachondos y calientes, mi mujer se encargaba de mantener bien duro la pija de mi padre acariciándolo de arriba a abajo con su mano y posteriormente agachándose para chuparlo y mamarlo de nuevo, acariciando al mismo tiempo sus repletos huevos, con unos ojos de vicio increíbles y totalmente fuera de sí
Tras su exhibición con la boca mi mujer le pidió a mi padre que se acostase en la cama, subiéndose ella encima e introduciéndose la pija en si concha ya muy mojado, comenzando a cabalgar como una poseída. Esa estampa de mi mujer, vestida con su fina lencería, siendo cogida por mi padre sin darse cuenta de que yo los miraba a escondidas, hizo que tuviese que sacar mi pija , ya durísima y enorme, para comenzar a pajearme suavemente y aguantar sin correrme hasta el final del espectáculo con el que ambos me deleitaban.
Era fantástico ver a mi mujer gozando como una auténtica puta . Por su parte, mi padre, sujetándola y apretándole su extraordinario culo se la seguía metiendo locamente y con rapidez, provocándole un inmenso orgasmo que la hizo gemir de auténtico placer.
La exhibición de ambos continuó con un cambio de postura, siendo mi mujer la que se acostó en la cama boca arriba, levantando sus hermosas piernas para ponerlas sobre los hombros de mi padre mientras que éste se las sujetaba con fuerza y le volvía a clavar con embestidas brutales que a ella estremecían de auténtico gustazo, consiguiendo que se volviera a correr inmensamente entre chillidos y alaridos mientras mi padre le decía frases como ""¡No imaginas las pajas que me he hecho pensando en ti a diario desde que te conocí
El espectáculo continuó con un nuevo cambio de postura aunque antes, la golfa de mi mujer volvió a realizarle a mi padre una nueva mamada durante unos minutos. En esta ocasión, se puso a cuatro patas brindando su majestuoso culo haciendo que él, con su pija totalmente erecta y dura, se pusiese aún más cachondo de deseo, atizándole duras embestidas con las que ella no paraba de correrse una y otra vez. Entretanto, en un determinado momento, mi padre se puso en cuclillas y, despacio, suavemente, fue introduciendo su pija en el culo de mi mujer mientras le decía "¿Qué te creías, que tu suegro no iba a coger este pedazo de culo que tienes…?" o "¡Qué buena estás, si quieres te cogemos los dos a la vez!", lo que hizo que ella comenzara a tocarse la concha y a meterse los dedos con rapidez mientras él la cogia por el culo de forma bestial y caliente, provocándole varios orgasmos que la hacían chorrear piernas abajo, mojando toda la cama con sus ricas corridas. Mi mujer pedía con lujuria a mi padre que no parase de metérsela y él le obedecía agarrándola por la trenza que llevaba en el pelo de mi hembra.
Yo continuaba presenciando la maravillosa cogida de ambos mientras acariciaba mi pija polla cuyo capullo ya se encontraba hinchado por la excitación y a punto de soltar una majestuosa corrida. En previsión de que eso pudiese ocurrir en cualquier momento tomé la decisión de abrir la puerta y entrar en la habitación, lo hice totalmente desnudo y tocándome la pija mientras ellos me miraron con extraordinarias caras de placer al tiempo que mi padre me decía "¡Mira, cornudo, cómo me cojo a la puta de tu mujer, esas palabras me calentaron mucho mas . Está buenísima y me encanta Es una auténtica perra de pies a cabeza"; por su parte, mi mujer asentía y me rogaba que le permita que mi padre la coja cada vez que quiera, a lo que accedí mientras me acercaba a ella para poner mi dura pija en su boca y me la mamase, lo que hizo maravillosamente con extraordinario deseo y pasión. Mientras esto sucedía, mi padre le dijo entre jadeos ". Te voy a dar toda mi leche ya mismo!", respondiéndole ella a gritos Dame toda tu leche, suegro mi padre comenzó entre gemidos a llenárselo de abundante leche mientras que él proseguía metiéndosela para esperar a que yo también me vaciase. Tras unos minutos en los que mi mujer, a cuatro patas, continuó chupando mi pija

y besando mis huevos, mi pija explotó de gozo corriéndome en su ansiosa boca, que se tragó toda mi leche relamiéndose de gusto para finalizar
2 comentarios - mas caliente que nunca viendo a mi padre con ella