Mis primeras experiencias

En el hospital donde hice mi carrera de médico empecé a trabajar mientras estudiaba en la facultad.
Ahí, en ese mundo particular me formé como empleado al principio y profesionalmente después pero sobretodo me sirvió para formar mi personalidad y en particular para definir mis gustos sexuales.
A los 6 meses de empezar a trabajar ahí ya había temido sexo con putos, minas y machos.
Debuté con Sergio, un chico de 26 años (yo tenía 19), morochito, con una cola estupenda que me hizo largar mucha leche y además me hizo chuparle la pija, cosa que me encantó.
A poco de mi debut con él me cogió una enfermera de unos 40 y largos que le encantaban los pendejos. Me enseñó a chupar concha y me hacía unos petes tremendos que me dejaban seco de leche la cual la muy trola tragaba toda siempre.
De ella recuerdo como sola se sacaba mi pija de la concha y se la ponía en el culo y me cabalgaba desenfrenada hasta que le dejaba mi leche en el orto. Clementina se llamaba, paraguaya tetona y muy puta que me enseñó a coger.
También recuerdo a "palito", un tipo que trabajaba en mantenimiento que me estrenó la cola.
Una noche en la que él y sus compañeros hicieron un asado al que fui, al terminar de comer ya de madrugada me preguntó donde iba a dormir y me invitó al taller donde estaba solo.
Fui, medio copeteado y nos acostamos juntos en un camastro para 1.
Era verano, hacía calor y el turro se quedó solo en boxer y me dijo que hiciera lo mismo.
Nos acostamos y me pidió hacer cucharita para estar más cómodos. Enseguida sentí su bulto en mis nalgas y como no dije nada el turro empezó a acariciarme el muslo y a besarme la espalda y el cuello.
Yo estaba ya caliente y él más. Sacó la verga bien dura bajando mi slip me la apoyó entre las nalgas, toda babosa y me pidió que se la chupe.
Ni lo pensé. Él se acostó de espaldas y yo en 4 encima de él le mamé la chota un buen rato hasta que me dió un montón de leche que tragué saboreándola hasta el final.
Después me hizo acostar bpca abajo, me puso una almohada debajo para que levantara mi cola y me comió el culo hasta que se le paró la verga.
En esa época ni forro ni nada así que me re garchó a pelo y me descargó más leche en el orto.
Lo disfruté mucho y quedamos novios unos meses en los que le seguí sacando leche.
Pero resultó que Palito era muy buchón así que pronto empecé a recibir llamadas o incluso compañeros de trabajo que me buscaban en la oficina para ofrecerme pija!!!
Al principio me enojé de la buchoneada de Palito pero al fin y al cabo me ahorró mucho tiempo y esfuerzo de buscar machos, solitos venían a mi y así cogí con varios.
Entre ellos estaban Armando y Daniel.
28 y 31 años. Putañeros los 2 y le daban por igual a minas y tipos.
Eran amigotes y cuando podían se enfiestaban.
Armando era más zarpado y fue al primero que me cojí, en la oficina misma
Esa noche me hechó 3 polvos el turro. Uno me lo tragué y los otros en la cola que me quedó escurriendo leche hasta el día siguiente.
Ya desde esa primera vez el guacho de Armando me quería convencer que enfiestarnos él y yo con Daniel.
Yo recién empezaba a coger con machos y ni se me ocurría estar con más de 1 aunque reconozco que la curiosidad y el deseo, especialmente en los momentos de calentura me hacían dudar en si aceptar o no.
A pesar de inisitir cada vez que garchábamos con él yo seguía sin aceptar entonces el turro me propuso que me lo cogiera a Daniel y si me gustaba después organizábamos el trío.
Así fue. Una noche en la que Armando quedó en pasar por la oficina para coger, en lugar de él fue Daniel.
Cuando lo vi llegar entendí que lo había organizado Armando y lejos de enojarme me calenté mucho.
Daniel era más tranqui de Armando y más callado también.
"Me dijo Armando que venga a verte" dijo y fue casi lo único. Lo hice pasar al fondo de la oficina, cerré con llave y sin hablar casi nada me saqué la ropa, me quedé desnuda, me giré para mostrarle mi cola y ahí él reaccionó. Me apoyó su bulto ya duro y apretando mis tetitas me besó con lengua.
Me dí vuelta, le desprendí el pantalón y metí la mano en su boxer para agarrar su pija bien dura, cabezona y babosa y al toque me arrodillé para chupársela con todas mis ganas.
Daniel no quiso darme la leche en la boca, me hizo arrodillar en un sillón, se agachó para chuparme el ano un buen rato y cuando ya los 2 no dábamos más de la calentura me entró su pija gorda lento pero sin parar hasta que sentí sus huevos en mis nalgas y toda su verga llenando mi recto.
Me agarró de los hombros y me bombeó un rato largo hasta que descargó toda su leche en mis entrañas.
Fue ese solo polvo. Cuando me sacó la pija de la cola lo hice sentar y me dediqué a limpiarle la verga hasta que quedó bien lustrosa y me gustó que al terminar la limpieza Dani me dio un hermoso beso de lengua compartiendo el sabor de su leche y mi caquita.
Se fue al rato prometiendo repetir cuando yo quisiera y a los pocos minutos Armando por teléfono me preguntaba que tal había estado el encuentro e insistiendo una vez más en concretar el trío.
A las 2 semanas de mi primer encuentro con Daniel y de varias cogidas con Armando finalmente se concretó al fiestita, no tanto por la insistencia de Armando sino por el "consejo" de un compañero de la oficina, bisexual él, que fue mi "consejero" en temas sexuales mientras trabajamos juntos en el hospital.
Si quieren, en el próximo relato les cuento.
Besos a todos.