Contraté a una chica para que trabaje en casa algunos dias que me recomendó una amiga.
Al poco tiempo, vi que la chica actuaba medio raro decidí instalar cámaras de seguridad para ver que sucedía y por alguna razón, olvidé avisarle a mi esposo.
Llegue a casa y la chica me dijo que ya era hora de irse y regresaría al día siguiente. mi esposo me avisó que llegaría tarde por trabajo. Decidí revisar las grabaciones de las cámaras para ver si encontraba algo inusual.
Después de un rato de ver que no sucedía nada; mi esposo llegó a la casa; sólo estaba ella . Mi esposo se acercó a ella y ella no parecía muy dispuesta.
La beso a fuerza y ella resistía. En un momento, el la arrojó al sofá de la sala. Le abrió la blusa y saltaron sus senos apenas cubiertos por un brasserie de media copa. De un tirón lo quitó y 2 pezones rosados quedaron expuestos. Mi marido se prendió de uno de ellos, chupando, exprimiendo; la cara de ella se debatía entre el dolor y el placer.
Yo estaba viendo con los ojos desorbitados; me sentía enojada, pero mi vagina comenzaba a mojarse de la excitación.
El se levantó y le comenzó a quitar su pantalón con todo y su tanga era de encaje y hacía juego con el brasserie; sólo lo sacó de un lado, dejando expuesta una hermosa vagina.
El distinguir la mirada vidriosa y animal de mi marido mientras contemplaba a la chica, me estaba mojando más. Inconscientemente, me empecé a acariciar mi clítoris por encima de mi ropa.
Lentamente, él acercó su cara al sexo y empezó a chupar; los pezones se levantaron cuando la lengua tocó su clítoris.
-Ella gemía mientras ponía los ojos en blanco disfrutando.
Él contemplaba su rostro mientras chupaba y se excitaba con su respuesta. Las manos de él tocaban y acariciaban cada rincón
Ya no pude contenerme; desabroché mi pantalón y toque mi vagina directamente; mi ropa interior estaba empapada por mis jugos; nunca me había sentido tan excitada; mi clítoris estaba duro, a punto de estallar; el solo tocarlo, me producía un placer inmenso.
ella comenzó a temblar sin control; enterraba las uñas en el sofá y la cabeza de mi marido; gimió muy fuerte; arqueó su espalda y terminó con un gran orgasmo. Mi marido chupaba todo el jugo que le salía.
Mientras ella se recuperaba, abrió el cierre y desabrochó su pantalón, mientras seguía relamiendo el jugo blanco y transparente que salió de ella. La verga saltó de su prisión, se veía muy dura y larga.
Se subió sobre ella y empezó a mamar sus pechos; mientras con la mano, tomó la verga y acariciaba su vagina de abajo hacia arriba, cubriendo el glande de los jugos que seguían brotando.
Mis dedos se movían rápidamente, dándome el placer que necesitaba. Tuve un orgasmo brutal cuando vi a la chica emitir y largo gemido al sentir el pedazo de pija invadiéndola por completo. Él se quedó quieto un momento, disfrutando Comenzó el bombeo despacio, ella lo empujaba de los hombros.
él gozaba penetrándola.
Yo seguía acariciándome, prolongando el placer del orgasmo. Mi ropa, mi mano, el asiento, todo estaba empapado con mis jugos; estaba muy excitada, quería algo más; tomé el jugo que me salía a borbotones y lo chupe de mis dedos con fruición; era delicioso, el sabor a vagina me prendía más.
Él seguía gozando del cuerpo de la chica : rápido, lento, profundo; su rostro desencajado por el instinto animal, me excitaba más.
-Lista para recibirla? Donde la quieres? -le preguntó él cuando estaba por eyacular.
-La vas a recibir toda adentro… -le decía mientras empujaba lentamente su pija hasta lo más profundo de ella.
Ella cerró los ojos y podía sentir como él inyectaba su semen; él bufaba y apretaba las nalgas con cada descarga.
Me volví a venir mientras veía la cara de mi marido eyaculando dentro de ella. Cuando el terminó, sacó su verga aún dura y chorreando semen y jugo de ella, tomó la tanga de ella y se limpió. Se vistió y salió.
Detuve la grabación; aún tenía yo la respiración agitada.
No le he dicho nada a mi marido;

y cuando me coge, recuerdo las escenas y me provoco orgasmos más intensos.
Al poco tiempo, vi que la chica actuaba medio raro decidí instalar cámaras de seguridad para ver que sucedía y por alguna razón, olvidé avisarle a mi esposo.
Llegue a casa y la chica me dijo que ya era hora de irse y regresaría al día siguiente. mi esposo me avisó que llegaría tarde por trabajo. Decidí revisar las grabaciones de las cámaras para ver si encontraba algo inusual.
Después de un rato de ver que no sucedía nada; mi esposo llegó a la casa; sólo estaba ella . Mi esposo se acercó a ella y ella no parecía muy dispuesta.
La beso a fuerza y ella resistía. En un momento, el la arrojó al sofá de la sala. Le abrió la blusa y saltaron sus senos apenas cubiertos por un brasserie de media copa. De un tirón lo quitó y 2 pezones rosados quedaron expuestos. Mi marido se prendió de uno de ellos, chupando, exprimiendo; la cara de ella se debatía entre el dolor y el placer.
Yo estaba viendo con los ojos desorbitados; me sentía enojada, pero mi vagina comenzaba a mojarse de la excitación.
El se levantó y le comenzó a quitar su pantalón con todo y su tanga era de encaje y hacía juego con el brasserie; sólo lo sacó de un lado, dejando expuesta una hermosa vagina.
El distinguir la mirada vidriosa y animal de mi marido mientras contemplaba a la chica, me estaba mojando más. Inconscientemente, me empecé a acariciar mi clítoris por encima de mi ropa.
Lentamente, él acercó su cara al sexo y empezó a chupar; los pezones se levantaron cuando la lengua tocó su clítoris.
-Ella gemía mientras ponía los ojos en blanco disfrutando.
Él contemplaba su rostro mientras chupaba y se excitaba con su respuesta. Las manos de él tocaban y acariciaban cada rincón
Ya no pude contenerme; desabroché mi pantalón y toque mi vagina directamente; mi ropa interior estaba empapada por mis jugos; nunca me había sentido tan excitada; mi clítoris estaba duro, a punto de estallar; el solo tocarlo, me producía un placer inmenso.
ella comenzó a temblar sin control; enterraba las uñas en el sofá y la cabeza de mi marido; gimió muy fuerte; arqueó su espalda y terminó con un gran orgasmo. Mi marido chupaba todo el jugo que le salía.
Mientras ella se recuperaba, abrió el cierre y desabrochó su pantalón, mientras seguía relamiendo el jugo blanco y transparente que salió de ella. La verga saltó de su prisión, se veía muy dura y larga.
Se subió sobre ella y empezó a mamar sus pechos; mientras con la mano, tomó la verga y acariciaba su vagina de abajo hacia arriba, cubriendo el glande de los jugos que seguían brotando.
Mis dedos se movían rápidamente, dándome el placer que necesitaba. Tuve un orgasmo brutal cuando vi a la chica emitir y largo gemido al sentir el pedazo de pija invadiéndola por completo. Él se quedó quieto un momento, disfrutando Comenzó el bombeo despacio, ella lo empujaba de los hombros.
él gozaba penetrándola.
Yo seguía acariciándome, prolongando el placer del orgasmo. Mi ropa, mi mano, el asiento, todo estaba empapado con mis jugos; estaba muy excitada, quería algo más; tomé el jugo que me salía a borbotones y lo chupe de mis dedos con fruición; era delicioso, el sabor a vagina me prendía más.
Él seguía gozando del cuerpo de la chica : rápido, lento, profundo; su rostro desencajado por el instinto animal, me excitaba más.
-Lista para recibirla? Donde la quieres? -le preguntó él cuando estaba por eyacular.
-La vas a recibir toda adentro… -le decía mientras empujaba lentamente su pija hasta lo más profundo de ella.
Ella cerró los ojos y podía sentir como él inyectaba su semen; él bufaba y apretaba las nalgas con cada descarga.
Me volví a venir mientras veía la cara de mi marido eyaculando dentro de ella. Cuando el terminó, sacó su verga aún dura y chorreando semen y jugo de ella, tomó la tanga de ella y se limpió. Se vistió y salió.
Detuve la grabación; aún tenía yo la respiración agitada.
No le he dicho nada a mi marido;

y cuando me coge, recuerdo las escenas y me provoco orgasmos más intensos.
4 comentarios - fui voyeur de mi marido