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Mi cuidadora sensual tiene una sorpresa

Después de un grave accidente de tráfico, me encuentro ahora en la cama de casa casi completamente inmóvil y con mi madre que me ayuda.
Los médicos tuvieron que reconstruir muchas fracturas, horas de quirófano y anestesia general, pero afortunadamente salió bien. Ahora solo tengo que esperar a que los huesos se peguen entre ellos.
Un tiempo de reposo de tres meses. La escayola en los brazos, en el busto y tambien en una pierna no me permite moverme. Necesito asistencia continua.

La pobre de mi Madre, Angeles es su nombre, casi no puede satisfacer mis necesidades. Tiene que pensar en todo, en la cocina, alimentarme, y desde el momento en que tengo los brazos enyesados, permitirme hacer mis necesidades corporales y finalmente también limpiarme.
Ha resistido una semana, después de la cual a través de una agencia ha encontrado una persona profesional y capacitada en la asistencia de personas necesitadas.

"Antonio, como ya hemos hablado, a partir de hoy tomará servicio una mujer que te asistirá en todo. Por favor, ten paciencia, quizás te avergüences en ciertas situaciones delicadas, pero tendrás que aprender a aceptar la situación."
"Tranquila mamá, ya no soy un niño, y trataré de ser lo más cooperativo posible. Cómo se llama esta señora?"
"La agencia me ha dicho: Jazz, y debería empezar esta tarde"
"Qué nombre raro... está bien, el nombre es solo un nombre, lo importante es que realmente nos ayude"

Desde el anuncio de mi madre, no he dejado de pensar en esta persona. Debo admitir que me siento muy avergonzado. No es fácil para mí permitir a una persona extraña que entre en mi vida y que se acerque en esos gestos tan íntimos que afectan a mi cuerpo...
Navegaba en estos pensamientos, cuando llegaron las tres de la tarde, oigo sonar el timbre de casa, y después de unos minutos mi madre entra en mi habitación anunciándome la llegada de la señora.
"Querido Antonio, me complace presentarte a Jazz!"
Asumo que este asunto se remonta a la época del Covid. Entra en la habitación una chica alta, delgada con un vestidito que resaltaba sus formas, tacones, pelo largo, ojos celestiales. No esos ojos no eran humanos, sino de un ángel. Lástima la máscara delante de la boca, pero como he dicho, estábamos en período de Covid.

"Jazz, te presento a mi hijo Antonio. Antonio, Jazz te ayudará en todas tus necesidades. Además, Jazz también ha sido contratada para la asistencia nocturna, ella duerme en la pequeña habitación que he hecho preparar al lado de la tuya."
"Señora Angeles, es una honor para mí trabajar en esta casa y cuidar a su hijo, puedo empezar de inmediato"
"Jazz, siéntete ponte comoda. Primero tendrás que instalarte en tu pequeña habitación y desempacar tu maleta y después podrás empezar con tu valioso servicio de asistencia"

Después de una media hora, Jazz vuelve a mi habitación. Enseguida me doy cuenta que ella es muy profesional por cómo se está relacionando conmigo. Me está haciendo muchas preguntas sobre mí, sobre mi accidente, sobre cómo viví estos días como un enfermo. Prácticamente se está haciendo una idea detallada de mí, es decir, de su nuevo paciente.
Mi cuidadora sensual tiene una sorpresa


Pero Jazz también es una mujer hermosa, no es posible no notar esas piernas afiladas y cuando se pone de lado, la visión de un culo redondo y firme se convierte en una tentación demasiado fuerte. Lástima por mis brazos enyesados, de lo contrario ya habría estudiado una manera de tocarla al menos con un dedo

"Antonio que te está pasando, por qué esa expresión en tu cara?"
"perdóname Jazz, creo que necesito hacer pis"
" ¿Pipí o algo así?"
"creo en las dos cosas"

"Tranquilo Antonio, yo me encargo de todo, tú solo tienes que relajarte, quizás cierra los ojos".
Jazz levanta suavemente las sábanas, obviamente en la situación tan delicada en que me encuentro, estoy completamente desnudo. Ella sin descomponerse me levanta un poco arriba, agarra la bacinilla y me la pone debajo. Solo el sentir esas manos de mujer sobre mí me provoca una erección que no puedo controlar.

"Peroname Jazz, me avergüenzo de lo que está pasando, perdí el control"
"Antonio, es normal todo esto, me preocuparía de lo contrario. Más bien no puedo meter tu pene en el orinal y eso es un problema. Existe el riesgo de que tu orina y moje las sábanas y el colchón!" Jazz se pone unos guantes de látex muy finos y suavemente toma la punta de mi pene y la dirige hacia abajo en dirección al recipiente que acaba de insertar debajo de mi culo.

Por desgracia, todavía no me siento cómodo, y no puedo relajar mis músculos. No sale nada!
Jazz se da cuenta enseguida.
"Antonio, tus músculos todavía están tensos, tranquilo yo me encargo, no es la primera vez que enfrento y resuelvo problemas como estos"
Jazz se aleja y regresa con un paquete de toallitas húmedas. Toma una y empieza a mojar y humedecer mi ano, la piel alrededor y luego lentamente entra dentro del esfínter que poco a poco se va ensanchando hasta que la presión interna no vence la resistencia de los músculos y todo el contenido va primero en las manos de ella y finalmente en el vaso. Inmediatamente Jazz hace un cambio de guantes e interviene a tiempo para meter el pene en el orinal.

"Hemos evitado la inundación Antonio! somos realmente un buen equipo!"

No le falta sentido del humor, bueno eso  hace de ella una buena asistente.
Para trabajar con gente frágil es fundamental tener siempre buen humor, y Jazz es realmente una mujer alegre. Inteligente y alegre!

Mientras me habla, solo para mantenerme relajado, ella continúa con diligencia su trabajo. me quita la bacinilla y luego el orinal. con la ayuda de las toallitas se dedica a limpiar el ano y la piel alrededor, luego con una nueva toalla entra y limpia el ano por dentro. No sé qué tipo de toallitas está usando, debe ser algo muy profesional y específico ya que los malos olores han desaparecido. Después de la limpieza del ano pasa a la del pene, que mientras tanto se ha relajado. La limpieza es minuciosa y completa: el perineo, los testículos, la varilla y el glande.  Ella va humedecendo todo con varias pasadas de toallitas. No puedo resistirme y por desgracia se me escapa una segunda erección.
"Tranquilo Antonio, sabes? con el pene un poco más duro para mí es más fácil limpiarlo!"
Al oír esas palabras, me dejo llevar. Mi pene está creciendo en su mano, tanto que la pobrecita se va ayudando incluso con la segunda mano. Ahora Jazz tiene las dos manos en mi pene. Su gesto de limpieza se parece cada vez más a algo diferente. Veo la piel subir hasta cerrar el glande y luego inmediatamente después bajar hasta descubrirlo, su mano que baja hasta tocar los testículos y favoreciendo la hinchazón del glande, y así con el glande descubierto veo la segunda mano que lo envuelve para completar el secado con paño.

Creo que estoy en el cielo. Acostado en la cama completamente inmóvil con una mujer a mi lado que se preocupa por mi estado de salud y no solo...
Aprecio su amabilidad, su carácter, veo su belleza, sus piernas femeninas bajo un vestido muy corto, desde cual aprecio las formas generosas de su culo ...y también veo algo que se está hinchando en la vagina... noooo no puede ser un clítoris...es algo más!
Pero yo no tengo prisa, eso es lo que irè descubriendo, en los tres meses de tiempo!

4 comentarios - Mi cuidadora sensual tiene una sorpresa

nukissy2198
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Jazz_Sissy
Antonio, estas relatando nuestra historia... de recordar me mojo toda 🤤😋
Antoferpaco +1
ahyyy que linda historia!
k3t4x
Mmm que exitante mmm