Recuerdo que todo comenzó esa noche, la oficina estaba casi a oscuras, iluminada solo por la luz azulada de mi monitor… Eran las 2:13 AM y el silencio era tan espeso que podía escuchar mi propia respiración... Daniel el jefe de proyectos se acercó por detrás, apoyó una mano en el respaldo de mi silla y, sin pedirme permiso, se inclinó para mirar la presentación.
- “Sofia, el diseño está bien… pero aquí cambiaría esta imagen y pondría este gráfico”, susurró tan cerca que el calor de su voz me erizó la piel.
Intenté concentrarme en las gráficas, pero su perfume... ese aroma a madera y algo dulce se filtraba como una distracción inevitable. Creo que me quede paralizada unos segundos por que Daniel me vio y dijo:
- “Debes estar muerta de sueño jajaja, déjame te ayudo”,
Sin pudor acercó su mano a la mía… Nuestros dedos se rozaron sobre el mouse y ninguno de los dos se movió… Su piel era suave y tenía aroma a café recién molido que me invitaban a solo querer tenerlo más y más cerca… ¿Estaba perdiendo el control? Porque me estaba pasando esto… él es mi jefe de proyectos… no debería sentir esto… pero para mí era muy difícil poder olvidar lo que una vez vi en mis primeros días en la oficina cuando apenas era una practicante y eso me mataba cada vez que veía a Daniel.
Resulta que en una oportunidad tuve que quedarme hasta tarde por que me equivoqué en una presentación de proyecto y tuve que hacerla nuevamente. Ya cuando la termine me di cuenta de que Daniel aún estaba en la oficina así que como jefe de proyecto le fui a dejar el trabajo inmediatamente para que viera que a pesar de mi error podía ser una aporte sin importar que esto amerita quedarme hasta tarde.
A medida de que me acercaba a la oficina escuche unos sonidos y me di cuenta que la puerta de Daniel estaba media abierta y con luz así que me acerque en silencio pensando que quizás estaba en alguna reunión extra programática, no quería interrumpir así que me asome sigilosamente por la puerta para ver si estaba disponible pero lo que mis ojos vieron me dejó en shock… la enorme polla de Daniel siendo lamida y succionada por Valeria, la abogada de la oficina y pareja de él en ese momento. La lengua de Valeria jugaba con esa enorme polla que debo admitir no pude dejar de ver en ningún momento.
El momento era tan intenso que recuerdo que sin darme cuenta ya estaba completamente mojada con mis dedos por debajo de mi vestido hasta que esa explosión de dulce y cálido elixir de placer cayó directamente en la boca y pechos de Valeria…
Todo esto pasó por mi mente en solo segundos mientras Daniel aún tenía sus dedos cerca de los míos hasta que rompió el silencio:
- ¿Café? preguntó con una media sonrisa… yo solo le dije que sí con una voz baja sin poder verlo a la cara.
Caminamos juntos a la cocina de la oficina. La luz tenue, el aroma del café recién hecho y la soledad conspiraban contra mi autocontrol. Muchas cosas estaban pasando por mi mente en ese momento y sabía que no podría contenerme por mucho tiempo… Cuando me pasó la taza, el café humeante entre nuestras manos se volvió una excusa para mantenernos cerca. creo que Daniel notaba que esta nerviosa y sobre todo que me pasaba siempre que el estaba cerca, pero una vez más rompió el silencio y me dijo:
- “Sabes Sofía, creo que estos casi 2 años que trabajamos juntos me has sorprendido mucho, tu potencial es innegable, definitivamente eres uno de mis mejores elementos en el equipo, gracias por no abandonarme sobre todo en estos días que debemos trabajar hasta tarde”
La verdad no supe qué decir, siempre es un agrado que desde tu jefatura te reconozcan pero siento que esas palabras tenían algo más que una simple felicitación.. Le di las gracias por sus palabras y sobre todo agradezco la oportunidad que me dio siendo una practicante de poder aprender y desarrollarme en mi carrera… Él solo sonrió con su característica calma y tomó un poco de su café.
Un roce accidental en mi pierna lo hizo mirarme fijamente, como si estuviera midiendo hasta dónde podía llegar… sus dedos atraparon los míos y no los soltó.
Me miró una vez más pero como si esta vez esperara un permiso que yo ya había dado sin decir palabra.
El primer beso fue torpe y casi accidental. El segundo, urgente, húmedo y prolongado que decía más que cualquier palabra… Me aferré a su camisa como si necesitara que se quedara para siempre en ese instante. Su aroma a café ya penetraba en mis sentidos sin compasión alguna, las horas, los informes y las consecuencias desaparecieron. Solo quedaba él.
Lo que siguió fue una entrega completa a la pasión contenida durante meses: caricias, susurros y deseos finalmente liberados en la privacidad de la oficina, él comenzó por sacarme la blusa mientras yo le quitaba la camisa dejando su tonificado torso a la vista, comencé besando su collage, bajando por sus pectorales hasta su trabajado abdomen el cual solo era la bienvenida a esa enorme y dura verga que solo quería salir de su pantalón…
No recuerdo cuanto tiempo estuve lamiendo y chupando esa deliciosa polla hasta que Daniel me tomó de la cintura, me bajo el vestido basándome en todo momento por la espalda hasta que sentí sus suaves labios rozar por mis nalgas y entre ellas… luego con su lengua me hizo viajar a una nebulosa de placer indescriptible…
Estaba tan excitada que recuerdo pedirle por favor que me metiera de una vez esa enorme polla, mi cuerpo gritaba por sentirlo dentro… pero Daniel lejos de cumplir mi deseo me llevó aun mas aya.. Tomó tu polla y comenzó a rozar la cabeza desde mi clítoris hasta mi ya dilatado ano, esto lo hizo mientras con su mano libre acariciaba uno de mis pechos hasta que con un movimiento me metió su enorme polla…
Estaba en el nirvana del placer… completamente entregada al dulce néctar del deseo… el reloj y el mundo exterior dejaron de existir en ese momento.
Al día siguiente, llegué temprano, con el corazón todavía latiendo a mil por lo sucedido con Daniel. Sobre mi escritorio, una carpeta con el proyecto listo y un sobre blanco con letras doradas, dentro estaba la tarjeta de boda de Daniel con Valeria. La excitación y la decepción se mezclaron en un torbellino de emociones. La pasión de la noche anterior había sido real, intensa… pero también imposible... El café me supo a ceniza
Dejen sus puntos y comentarios 🔥 😈
- “Sofia, el diseño está bien… pero aquí cambiaría esta imagen y pondría este gráfico”, susurró tan cerca que el calor de su voz me erizó la piel.
Intenté concentrarme en las gráficas, pero su perfume... ese aroma a madera y algo dulce se filtraba como una distracción inevitable. Creo que me quede paralizada unos segundos por que Daniel me vio y dijo:
- “Debes estar muerta de sueño jajaja, déjame te ayudo”,
Sin pudor acercó su mano a la mía… Nuestros dedos se rozaron sobre el mouse y ninguno de los dos se movió… Su piel era suave y tenía aroma a café recién molido que me invitaban a solo querer tenerlo más y más cerca… ¿Estaba perdiendo el control? Porque me estaba pasando esto… él es mi jefe de proyectos… no debería sentir esto… pero para mí era muy difícil poder olvidar lo que una vez vi en mis primeros días en la oficina cuando apenas era una practicante y eso me mataba cada vez que veía a Daniel.
Resulta que en una oportunidad tuve que quedarme hasta tarde por que me equivoqué en una presentación de proyecto y tuve que hacerla nuevamente. Ya cuando la termine me di cuenta de que Daniel aún estaba en la oficina así que como jefe de proyecto le fui a dejar el trabajo inmediatamente para que viera que a pesar de mi error podía ser una aporte sin importar que esto amerita quedarme hasta tarde.
A medida de que me acercaba a la oficina escuche unos sonidos y me di cuenta que la puerta de Daniel estaba media abierta y con luz así que me acerque en silencio pensando que quizás estaba en alguna reunión extra programática, no quería interrumpir así que me asome sigilosamente por la puerta para ver si estaba disponible pero lo que mis ojos vieron me dejó en shock… la enorme polla de Daniel siendo lamida y succionada por Valeria, la abogada de la oficina y pareja de él en ese momento. La lengua de Valeria jugaba con esa enorme polla que debo admitir no pude dejar de ver en ningún momento.
El momento era tan intenso que recuerdo que sin darme cuenta ya estaba completamente mojada con mis dedos por debajo de mi vestido hasta que esa explosión de dulce y cálido elixir de placer cayó directamente en la boca y pechos de Valeria…
Todo esto pasó por mi mente en solo segundos mientras Daniel aún tenía sus dedos cerca de los míos hasta que rompió el silencio:
- ¿Café? preguntó con una media sonrisa… yo solo le dije que sí con una voz baja sin poder verlo a la cara.
Caminamos juntos a la cocina de la oficina. La luz tenue, el aroma del café recién hecho y la soledad conspiraban contra mi autocontrol. Muchas cosas estaban pasando por mi mente en ese momento y sabía que no podría contenerme por mucho tiempo… Cuando me pasó la taza, el café humeante entre nuestras manos se volvió una excusa para mantenernos cerca. creo que Daniel notaba que esta nerviosa y sobre todo que me pasaba siempre que el estaba cerca, pero una vez más rompió el silencio y me dijo:
- “Sabes Sofía, creo que estos casi 2 años que trabajamos juntos me has sorprendido mucho, tu potencial es innegable, definitivamente eres uno de mis mejores elementos en el equipo, gracias por no abandonarme sobre todo en estos días que debemos trabajar hasta tarde”
La verdad no supe qué decir, siempre es un agrado que desde tu jefatura te reconozcan pero siento que esas palabras tenían algo más que una simple felicitación.. Le di las gracias por sus palabras y sobre todo agradezco la oportunidad que me dio siendo una practicante de poder aprender y desarrollarme en mi carrera… Él solo sonrió con su característica calma y tomó un poco de su café.
Un roce accidental en mi pierna lo hizo mirarme fijamente, como si estuviera midiendo hasta dónde podía llegar… sus dedos atraparon los míos y no los soltó.
Me miró una vez más pero como si esta vez esperara un permiso que yo ya había dado sin decir palabra.
El primer beso fue torpe y casi accidental. El segundo, urgente, húmedo y prolongado que decía más que cualquier palabra… Me aferré a su camisa como si necesitara que se quedara para siempre en ese instante. Su aroma a café ya penetraba en mis sentidos sin compasión alguna, las horas, los informes y las consecuencias desaparecieron. Solo quedaba él.
Lo que siguió fue una entrega completa a la pasión contenida durante meses: caricias, susurros y deseos finalmente liberados en la privacidad de la oficina, él comenzó por sacarme la blusa mientras yo le quitaba la camisa dejando su tonificado torso a la vista, comencé besando su collage, bajando por sus pectorales hasta su trabajado abdomen el cual solo era la bienvenida a esa enorme y dura verga que solo quería salir de su pantalón…
No recuerdo cuanto tiempo estuve lamiendo y chupando esa deliciosa polla hasta que Daniel me tomó de la cintura, me bajo el vestido basándome en todo momento por la espalda hasta que sentí sus suaves labios rozar por mis nalgas y entre ellas… luego con su lengua me hizo viajar a una nebulosa de placer indescriptible…
Estaba tan excitada que recuerdo pedirle por favor que me metiera de una vez esa enorme polla, mi cuerpo gritaba por sentirlo dentro… pero Daniel lejos de cumplir mi deseo me llevó aun mas aya.. Tomó tu polla y comenzó a rozar la cabeza desde mi clítoris hasta mi ya dilatado ano, esto lo hizo mientras con su mano libre acariciaba uno de mis pechos hasta que con un movimiento me metió su enorme polla…
Estaba en el nirvana del placer… completamente entregada al dulce néctar del deseo… el reloj y el mundo exterior dejaron de existir en ese momento.
Al día siguiente, llegué temprano, con el corazón todavía latiendo a mil por lo sucedido con Daniel. Sobre mi escritorio, una carpeta con el proyecto listo y un sobre blanco con letras doradas, dentro estaba la tarjeta de boda de Daniel con Valeria. La excitación y la decepción se mezclaron en un torbellino de emociones. La pasión de la noche anterior había sido real, intensa… pero también imposible... El café me supo a ceniza
Dejen sus puntos y comentarios 🔥 😈
0 comentarios - Secretos en una oficina vacía 🔥