Luego de aquella noche que ambos nos fuimos al pasto con los mensajes, las fotos y la muy muy ardiente videollamada, nos seguimos hablando normal, como si no hubiera pasado nada. Llegó el día del viaje para pasar las vacaciones de invierno en la que en algún momento había sido mi ciudad. Le avisé a Mía que llegaría el miércoles y ella me dijo "si querés pasa el jueves, el viernes y el sábado, los tres días venite, tomamos algo, comemos 😉 "
Le dije que iría sin falta el jueves y así fue. Cuando llegué era un complejo de duplex, me había dicho que ella vivía en el tercero de la izquierda, entre por el pasillo y golpee su puerta. Hacía bastante frío asique yo estaba con dos camperas, pantalon de jean grueso, todo de invierno, pero cuando ella me abrió salió calor de adentro y me hizo pasar rápido, tenía puesta una musculosa sin mucho escote y unos jeans ajustados, ajustados y bien subidos, un rato después noté que se marcaba su vulva a travez del jean.
Ni bien entrabas estaba la mesa del comedor, con tres sillas, una tele en la pared con música sonando, un poco más atrás la cocina y detrás de la cocina un pequeño pasillo distribuidor que ví que tenía dos puertas, supuse que una para el baño y otra para la pieza. Todo eso lo vi en unos segundos que dejaba mi abrigo en un perchero que Mía me había indicado. Luego nos abrazamos como dos viejos amigos que hace mucho no se ven, ella tenía olor a bizcochuelo de vainilla.
Estuvimos más de dos minutos abrazados hasta que me invitó a sentarme, tomamos café y sirvió un esponjoso bizcochuelo que sacó del horno. Charlamos y charlamos durante bastante tiempo, por lo menos una hora y media, no dijimos nada sobre la noche de pasión a la distancia, ni sobre que ella ya había visto mi virilidad anteriormente, ni sobre las fantasias que cada uno de nosotros tenía con el otro. Hablamos de cosas de cuando eramos chicos, de las personas que habían pasado por nuestra vida, de qué habíamos hecho, qué estudiamos, de qué trabajamos. Todo normal, incluso ni quiera sentía una tensión sexual en el ambiente, nos reíamos y nos gustaba estar hablando sobre todo eso.
Le pregunté donde estaba el baño y me dijo que era la puerta de la derecha, fuí y antes de entrar ví un poco por la puerta entreabierta de su habitación, estaba en un orden impoluto, su cama tenía una frazada de polar verde y una cabecera de madera grande, con barras también de madera. Entré al baño y lo primero que noté fue aquel desodorante, sí ESE desodorante, en el borde de la bañera, lo agarré mientras me paraba frente al inodoro, recordé aquellos videos y antes de ponerme a mear me masturbé un poco recordando y sosteniendo ese artilugio que la mejor amiga de mi ex me había demostrado lo rico que lo usaba.
Hice pis, apreté el botón y mientras me lavaba las manos, y también el miembro para que luego no oliera, me llegó un mensaje, antes de salir me fijé y era un mensaje de Mía "si querés podemos hacer algo más 😈"
Salí del baño con un plan en mente, aunque no esperaba lo que iba a ver, igual me sirvió. Escuché mi propia voz salir desde el comedor, me dí cuenta enseguida, mi amiga estaba viendo los videos que le había mandado hacía mas o menos una semana, al pasar por la cocina, agarré un repasador grande que ví que estaba limpio acomodado en una pila, en un estante. Me acerqué lentamente y en silencio, ella parecía estar muy concentrada en lo que estaba viendo, al dar algunos pasos más me di cuenta que no sólo lo estaba viendo, sino que se estaba tocando por sobre el pantalón, me acerqué aún más y mientras le tapaba los ojos con el repasador le dije:
- ahora vas a tener que esperar un poco más para poder verlo, por hacer trampa con el celu
Mientras iba armando la frase me iba agachando acercandome a su oido para terminar susurrandoselo y terminaba de atar el trapo por detrás para que le quedaran los ojos tapados. Ella se sorprendió primero pero en cuanto escucho mis palabras se entregó al juego que proponía.
- Ay es que pensar que estabas en mi bañoo...
- Ví aquel dildo improvisado en tu ducha y también me puse un poco caliente, la verdad
- Lo dejé a la vista si jijiji
Asíque ella también planeaba tenderme "trampas" me gustaba este juego que se desvelaba de repente.
En aquel departamento ya hacía bastante calor, pero con todo esto ya estaba sudando, no me resultó dificil tomar la desición de quitarme la ropa. Subí el volumen de su celular y se escuchaba perfectamente como repetía su nombre mientras el ruido de una paja rápida pasaba sobre el ruido de la ducha de ese video y le dije:
- Disfruta un rato de estos sonidos, ya estoy contigo, si quieres puedes ir empezando, total ya lo estabas haciendo no? pícara
Le dije mientras llevaba su mano hasta su entrepierna.
Me quité las zapatillas, los pantalones y el boxer, la vista de mi amiga con los ojos vendados tocandose escuchando una antigua paja que le dediqué me motivo rápidamente ha hacerme otra allí mismo, hasta que estuviera bien erecta. Entonces entré en acción:
- Te gustó entonces eso que te mandé?
Le dije suavemente, mientras le besaba el cuello, apartando su pelo azabache de él.
- Siii
Me respondío casi suspirando, y agregó:
- Lo ví varias noches, me acabé varias veces, viendolo de nuevo.
- wauuu que dato más interesante, ahora lo tienes aquí al lado tuyo.
Esa última frase la fuí diciendo mientras me incorporaba y ponía mi miembro sobre su hombro y movía mi mano por todo mi tronco para que hiciera ruido al chocar contra mi pubis.
Ella en cuanto se dió cuenta giró la cabeza y tocó con sus labios mi miembro, poco a poco se fue animando y le daba grandes lamidas y besos bien carnosos de costado, su carita rebosaba de una tierna calentura con cada contacto entre su boca y mi sexo, una de sus manos se posó también sobre él y se ayudó con ella a que entrara un poco más, sin dejar de tocarse con la otra mano.
Lo que más me gustaba era como se movía el lunar que tenía debajo del labio, un poco hacia la derecha, cuando hacía un poco más de presión con sus labios este subia y volvia a bajar. Incluso le acaricie la carita pasando suavemente por él mientras ella empezaba a entuasiasmarse.
La interrumpí moviendola más lejos de la mesa con silla y todo, despegandome de su boca. Le jalé el pelo tirandole la cabeza hacia atrás y le di un beso suculento, su boca estaba llena de baba de habermela chupado, cuando la dejé respirar ví como nuestra saliva se escurria por sus mejillas. Entonces ví que seguía tocandose por sobre el pantalón.
- Mimi, sácate los pantalones, sacate todo, quiero ver en persona cómo te satisfaces.
Le dije de frente y ella obedeció sin decir nada, solo suspiró entre aliviada, excitada y nerviosa.
Empezó por arriba se quitó la remera y debajo no tenía sostén, asique sus grandes pechos rebotaron tras ser arrastrados hacia arriba por la remera. Tuve el impulso de saltar hacia ellos y comerlos completamente, pero Mia pasó a la siguiente prenda y rapidamente se deshizo de sus zapatillas y sus medias, hasta que llegó el momento del pantalón, se lo sacó despacio, yo creo que gozando de pensar en que yo lo estaba esperando, pues una sonrisa de pícara se dibujaba en su carita, aun vendada, mientras lo hacia.
Hasta que por fín se lo terminó de sacar y sin sacarse la tanga azul, que pude apreciar en ese momento, se abrió de piernas y empezó a tocarse. Yo me apollé contra la mesa y me empecé a masturbar profundamente, cómo para que se escuchara mi mano chocando contra mi abdomen. Entonces ella suspiró y me dijo:
- porfa ya quiero ver!
- hazlo, cuando quieras!
Le respondí enseguida, pero más rápida fue su reacción, se bajó la venda y la dejó colgando de su cuello, para luego casi de un salto arrodillarse ante mí, me miró con una lujuria impresionante como pidiendome permiso para comerme completamente, yo solo tomé su cabeza y la llevé hasta mi sexo, esta vez fue aún mejor su mamada, sus ojos me miraban con un fuego intenso, su boquita hacía unas formas hermosas y su lunar, su lunar se acercaba y alejaba de la base de mi miembro de forma exquisita.
No solo se metía dentro el glande, intentaba que entrara completamente en su boca, lo que hacia que mi pija estuviera cada vez más y más llena de su saliva. Supuse que era lo que me iba a pedir cuando luego de un rato, frenó se lo quitó de la boca y subió rozando todo mi cuerpo con sus pechos. Antes de que pudiera decir algo le dí un beso en el que nos comimos mutuamente, mientras yo tomaba con firmeza ese par de ricuras morenas y ella manoteaba mi miembro y se lo frotaba contra el abdomen.
Entonces se separaron nuestras bocas y casi me lo rogó, pero tímidamente:
- Qui... quiero... a ti... atrás....
- Quieres que te abra la colita Mimí?
Le respondí sin dudar, mirandola a los ojos
- Si!!! por fa! esperame
Me dijo mordiendose los labios y se fue hacia el lado del baño y la habitación, volvió con un lubricante y se puso directamente frente a mí, dandome la espalda, con una de sus manos en el respaldo de la silla y la otra separando una de sus nalgas, esa imagen me recordó a su exitante video.
Heché un poco de lubricante en su hoyito y primero metí mis dedos, ella suspiró de placer, pero enseguida, frenó todo, me miró por encima del hombro y me dijo:
- Muero de ganas de sentirte, pero... es mi primera vez...
- oh, está bien, seré suave con esta colita
- no... mi primera vez en todo
Luego de decir eso se puso muy colorada
- Está bien Mimí, seré suave y cuando quieras frenamos.
Me sorprendió aquello, como ya conté antes ella había tenido novios pero recién de grande y sabía que todos ellos eran muy religiosos pero no pensé que tanto.
Por su video parecía que estaba acostumbrada al anal, supuse que sería mejor por allí primero, su desodorante era mucho más duro y más grueso, tengo que admitir, aunque no más largo, que mi pene, asique no debería ser mucho para ella.
Se volvió a poner en posición y me dijo con firmeza
- Pero a vos te deseo hace mucho...
y se abrió nuevamente con una mano pero más que antes, entonces me acerqué, agregué un poco más de lubricante y poco a poco fui entrando en ella. No se quejaba, es más me decía "que rico" "Al fin" y cosas así asique seguí, una vez que ya estaba hasta más de la mitad empecé a moverme, de arriba abajo, de atrás hacia adelante, suavemente, pero ella pedía más y más, asique prontamente todo se puso mucho más rápido, más duro. yo entraba y salía de ella casi por completo, dandole unas embestidas a su trasero que hacian chocar mi pelvis contra su colito moreno, ella seguñia pidiendo cada vez más y más y más.
Su cuerpo empezó a moverse junto al mío, en una de las veces que me dijo "dios! quería esto!" la tomé del pelo y la traje hacia mí, su culito seguía moviendose con mi miembro dentro, su espalda se curvó llevando su cabeza hasta al lado de la mía, una de mis manos fue hacia sus pechos que estaban empapados en sudor, lo que hacía que su piel chocolate brillara de una manera hermosa, y la otra fue directo a su sexo, estaba muy muy mojada, sus fluidos eran espesos, eso me volvió loco! le dije al oido:
- Valió la pena la espera?
- Siiii, me encanta, estoy por aaaaa...
No la dejé terminar, metí mis dedos en su humeda concha mientras por detrás empujaba mi sexo dentro suyo y lo repetí. una, dos, tres... siete veces hasta que no pude más. sentía la presión de su genitalia latiendo de placer, además ella también acompaba con su cuerpo mis movimientos.
- quieres...
No me dejó terminar la pregunta
- Si, quiero tu semen en mi culo! por favor!
Cuando dijo culo, yo ya estaba largando todo dentro suyo, pero seguía tocandola con mucho entusiasmo mientras me retorcía por mi propio orgasmo y gemía en sus oidos, ella también empezó a gemir, no paré de tocarla, no salí de dentro suyo, no dejé de gritar de placer, sabía lo que estaba por venir. Entonces todo dió sus frutos, acabó, acabó mucho, mis dedos se empaparon, no llegó a ser un squirt, pero si mojó toda mi mano y sus piernas, además su grito repitiendo mi nombre y dandome las gracias fue algo que recordaré, creo, que por siempre.
Le dije que iría sin falta el jueves y así fue. Cuando llegué era un complejo de duplex, me había dicho que ella vivía en el tercero de la izquierda, entre por el pasillo y golpee su puerta. Hacía bastante frío asique yo estaba con dos camperas, pantalon de jean grueso, todo de invierno, pero cuando ella me abrió salió calor de adentro y me hizo pasar rápido, tenía puesta una musculosa sin mucho escote y unos jeans ajustados, ajustados y bien subidos, un rato después noté que se marcaba su vulva a travez del jean.
Ni bien entrabas estaba la mesa del comedor, con tres sillas, una tele en la pared con música sonando, un poco más atrás la cocina y detrás de la cocina un pequeño pasillo distribuidor que ví que tenía dos puertas, supuse que una para el baño y otra para la pieza. Todo eso lo vi en unos segundos que dejaba mi abrigo en un perchero que Mía me había indicado. Luego nos abrazamos como dos viejos amigos que hace mucho no se ven, ella tenía olor a bizcochuelo de vainilla.
Estuvimos más de dos minutos abrazados hasta que me invitó a sentarme, tomamos café y sirvió un esponjoso bizcochuelo que sacó del horno. Charlamos y charlamos durante bastante tiempo, por lo menos una hora y media, no dijimos nada sobre la noche de pasión a la distancia, ni sobre que ella ya había visto mi virilidad anteriormente, ni sobre las fantasias que cada uno de nosotros tenía con el otro. Hablamos de cosas de cuando eramos chicos, de las personas que habían pasado por nuestra vida, de qué habíamos hecho, qué estudiamos, de qué trabajamos. Todo normal, incluso ni quiera sentía una tensión sexual en el ambiente, nos reíamos y nos gustaba estar hablando sobre todo eso.
Le pregunté donde estaba el baño y me dijo que era la puerta de la derecha, fuí y antes de entrar ví un poco por la puerta entreabierta de su habitación, estaba en un orden impoluto, su cama tenía una frazada de polar verde y una cabecera de madera grande, con barras también de madera. Entré al baño y lo primero que noté fue aquel desodorante, sí ESE desodorante, en el borde de la bañera, lo agarré mientras me paraba frente al inodoro, recordé aquellos videos y antes de ponerme a mear me masturbé un poco recordando y sosteniendo ese artilugio que la mejor amiga de mi ex me había demostrado lo rico que lo usaba.
Hice pis, apreté el botón y mientras me lavaba las manos, y también el miembro para que luego no oliera, me llegó un mensaje, antes de salir me fijé y era un mensaje de Mía "si querés podemos hacer algo más 😈"
Salí del baño con un plan en mente, aunque no esperaba lo que iba a ver, igual me sirvió. Escuché mi propia voz salir desde el comedor, me dí cuenta enseguida, mi amiga estaba viendo los videos que le había mandado hacía mas o menos una semana, al pasar por la cocina, agarré un repasador grande que ví que estaba limpio acomodado en una pila, en un estante. Me acerqué lentamente y en silencio, ella parecía estar muy concentrada en lo que estaba viendo, al dar algunos pasos más me di cuenta que no sólo lo estaba viendo, sino que se estaba tocando por sobre el pantalón, me acerqué aún más y mientras le tapaba los ojos con el repasador le dije:
- ahora vas a tener que esperar un poco más para poder verlo, por hacer trampa con el celu
Mientras iba armando la frase me iba agachando acercandome a su oido para terminar susurrandoselo y terminaba de atar el trapo por detrás para que le quedaran los ojos tapados. Ella se sorprendió primero pero en cuanto escucho mis palabras se entregó al juego que proponía.
- Ay es que pensar que estabas en mi bañoo...
- Ví aquel dildo improvisado en tu ducha y también me puse un poco caliente, la verdad
- Lo dejé a la vista si jijiji
Asíque ella también planeaba tenderme "trampas" me gustaba este juego que se desvelaba de repente.
En aquel departamento ya hacía bastante calor, pero con todo esto ya estaba sudando, no me resultó dificil tomar la desición de quitarme la ropa. Subí el volumen de su celular y se escuchaba perfectamente como repetía su nombre mientras el ruido de una paja rápida pasaba sobre el ruido de la ducha de ese video y le dije:
- Disfruta un rato de estos sonidos, ya estoy contigo, si quieres puedes ir empezando, total ya lo estabas haciendo no? pícara
Le dije mientras llevaba su mano hasta su entrepierna.
Me quité las zapatillas, los pantalones y el boxer, la vista de mi amiga con los ojos vendados tocandose escuchando una antigua paja que le dediqué me motivo rápidamente ha hacerme otra allí mismo, hasta que estuviera bien erecta. Entonces entré en acción:
- Te gustó entonces eso que te mandé?
Le dije suavemente, mientras le besaba el cuello, apartando su pelo azabache de él.
- Siii
Me respondío casi suspirando, y agregó:
- Lo ví varias noches, me acabé varias veces, viendolo de nuevo.
- wauuu que dato más interesante, ahora lo tienes aquí al lado tuyo.
Esa última frase la fuí diciendo mientras me incorporaba y ponía mi miembro sobre su hombro y movía mi mano por todo mi tronco para que hiciera ruido al chocar contra mi pubis.
Ella en cuanto se dió cuenta giró la cabeza y tocó con sus labios mi miembro, poco a poco se fue animando y le daba grandes lamidas y besos bien carnosos de costado, su carita rebosaba de una tierna calentura con cada contacto entre su boca y mi sexo, una de sus manos se posó también sobre él y se ayudó con ella a que entrara un poco más, sin dejar de tocarse con la otra mano.
Lo que más me gustaba era como se movía el lunar que tenía debajo del labio, un poco hacia la derecha, cuando hacía un poco más de presión con sus labios este subia y volvia a bajar. Incluso le acaricie la carita pasando suavemente por él mientras ella empezaba a entuasiasmarse.
La interrumpí moviendola más lejos de la mesa con silla y todo, despegandome de su boca. Le jalé el pelo tirandole la cabeza hacia atrás y le di un beso suculento, su boca estaba llena de baba de habermela chupado, cuando la dejé respirar ví como nuestra saliva se escurria por sus mejillas. Entonces ví que seguía tocandose por sobre el pantalón.
- Mimi, sácate los pantalones, sacate todo, quiero ver en persona cómo te satisfaces.
Le dije de frente y ella obedeció sin decir nada, solo suspiró entre aliviada, excitada y nerviosa.
Empezó por arriba se quitó la remera y debajo no tenía sostén, asique sus grandes pechos rebotaron tras ser arrastrados hacia arriba por la remera. Tuve el impulso de saltar hacia ellos y comerlos completamente, pero Mia pasó a la siguiente prenda y rapidamente se deshizo de sus zapatillas y sus medias, hasta que llegó el momento del pantalón, se lo sacó despacio, yo creo que gozando de pensar en que yo lo estaba esperando, pues una sonrisa de pícara se dibujaba en su carita, aun vendada, mientras lo hacia.
Hasta que por fín se lo terminó de sacar y sin sacarse la tanga azul, que pude apreciar en ese momento, se abrió de piernas y empezó a tocarse. Yo me apollé contra la mesa y me empecé a masturbar profundamente, cómo para que se escuchara mi mano chocando contra mi abdomen. Entonces ella suspiró y me dijo:
- porfa ya quiero ver!
- hazlo, cuando quieras!
Le respondí enseguida, pero más rápida fue su reacción, se bajó la venda y la dejó colgando de su cuello, para luego casi de un salto arrodillarse ante mí, me miró con una lujuria impresionante como pidiendome permiso para comerme completamente, yo solo tomé su cabeza y la llevé hasta mi sexo, esta vez fue aún mejor su mamada, sus ojos me miraban con un fuego intenso, su boquita hacía unas formas hermosas y su lunar, su lunar se acercaba y alejaba de la base de mi miembro de forma exquisita.
No solo se metía dentro el glande, intentaba que entrara completamente en su boca, lo que hacia que mi pija estuviera cada vez más y más llena de su saliva. Supuse que era lo que me iba a pedir cuando luego de un rato, frenó se lo quitó de la boca y subió rozando todo mi cuerpo con sus pechos. Antes de que pudiera decir algo le dí un beso en el que nos comimos mutuamente, mientras yo tomaba con firmeza ese par de ricuras morenas y ella manoteaba mi miembro y se lo frotaba contra el abdomen.
Entonces se separaron nuestras bocas y casi me lo rogó, pero tímidamente:
- Qui... quiero... a ti... atrás....
- Quieres que te abra la colita Mimí?
Le respondí sin dudar, mirandola a los ojos
- Si!!! por fa! esperame
Me dijo mordiendose los labios y se fue hacia el lado del baño y la habitación, volvió con un lubricante y se puso directamente frente a mí, dandome la espalda, con una de sus manos en el respaldo de la silla y la otra separando una de sus nalgas, esa imagen me recordó a su exitante video.
Heché un poco de lubricante en su hoyito y primero metí mis dedos, ella suspiró de placer, pero enseguida, frenó todo, me miró por encima del hombro y me dijo:
- Muero de ganas de sentirte, pero... es mi primera vez...
- oh, está bien, seré suave con esta colita
- no... mi primera vez en todo
Luego de decir eso se puso muy colorada
- Está bien Mimí, seré suave y cuando quieras frenamos.
Me sorprendió aquello, como ya conté antes ella había tenido novios pero recién de grande y sabía que todos ellos eran muy religiosos pero no pensé que tanto.
Por su video parecía que estaba acostumbrada al anal, supuse que sería mejor por allí primero, su desodorante era mucho más duro y más grueso, tengo que admitir, aunque no más largo, que mi pene, asique no debería ser mucho para ella.
Se volvió a poner en posición y me dijo con firmeza
- Pero a vos te deseo hace mucho...
y se abrió nuevamente con una mano pero más que antes, entonces me acerqué, agregué un poco más de lubricante y poco a poco fui entrando en ella. No se quejaba, es más me decía "que rico" "Al fin" y cosas así asique seguí, una vez que ya estaba hasta más de la mitad empecé a moverme, de arriba abajo, de atrás hacia adelante, suavemente, pero ella pedía más y más, asique prontamente todo se puso mucho más rápido, más duro. yo entraba y salía de ella casi por completo, dandole unas embestidas a su trasero que hacian chocar mi pelvis contra su colito moreno, ella seguñia pidiendo cada vez más y más y más.
Su cuerpo empezó a moverse junto al mío, en una de las veces que me dijo "dios! quería esto!" la tomé del pelo y la traje hacia mí, su culito seguía moviendose con mi miembro dentro, su espalda se curvó llevando su cabeza hasta al lado de la mía, una de mis manos fue hacia sus pechos que estaban empapados en sudor, lo que hacía que su piel chocolate brillara de una manera hermosa, y la otra fue directo a su sexo, estaba muy muy mojada, sus fluidos eran espesos, eso me volvió loco! le dije al oido:
- Valió la pena la espera?
- Siiii, me encanta, estoy por aaaaa...
No la dejé terminar, metí mis dedos en su humeda concha mientras por detrás empujaba mi sexo dentro suyo y lo repetí. una, dos, tres... siete veces hasta que no pude más. sentía la presión de su genitalia latiendo de placer, además ella también acompaba con su cuerpo mis movimientos.
- quieres...
No me dejó terminar la pregunta
- Si, quiero tu semen en mi culo! por favor!
Cuando dijo culo, yo ya estaba largando todo dentro suyo, pero seguía tocandola con mucho entusiasmo mientras me retorcía por mi propio orgasmo y gemía en sus oidos, ella también empezó a gemir, no paré de tocarla, no salí de dentro suyo, no dejé de gritar de placer, sabía lo que estaba por venir. Entonces todo dió sus frutos, acabó, acabó mucho, mis dedos se empaparon, no llegó a ser un squirt, pero si mojó toda mi mano y sus piernas, además su grito repitiendo mi nombre y dandome las gracias fue algo que recordaré, creo, que por siempre.
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