You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Precio sugerido

Después de lo de la voz, quedé varios días en una especie de nube. No estaba enamorada ni obsesionada, pero me había quedado vibrando. Como si hubiera probado algo nuevo que no terminaba de entender, pero que me gustaba demasiado.
Para aflojar un poco, volví a lo básico.
Puse en uno de mis perfiles: “Disponible. Tanga usada. Consultar precio.”
Los mensajes llegaron al toque. Algunos asquerosos, otros estúpidos, pero entre ellos había uno cortito que me hizo sonreír:
“¿Cuál es el precio sugerido para una mujer como vos?”
Respondí sin pensar demasiado:
“Depende. ¿Querés una bombacha con olor a cuerpo, o a alma?”
A partir de ahí se armó un intercambio raro, elegante, sucio y divertido. El tipo no insistía, no se apuraba. Me dijo que no le importaba pagar lo que fuera, siempre que le garantizara que era mía, que la usé para él, pensando en que era para él.
Ese detalle me prendió fuego.
Esa noche elegí una bombacha blanca de algodón que no tenía nada especial, salvo que me la había puesto para dormir varias veces. Era cómoda, absorbente, íntima. Casi un símbolo de casa, de privacidad. Me la puse todo el día. No me lavé. No me cambié. Me masturbé con ella puesta, dos veces. Me encantaba pensar que alguien iba a pagar por eso.
Le ofrecí un precio que consideré alto, sólo por probar. Me respondió en dos segundos:
“Hecho. ¿Querés que te transfiera ahora?”
La notificación me llegó al instante. La cantidad era ridícula para lo que estaba entregando. Pero lo que me hizo temblar no fue la plata. Fue el hecho de que él quisiera pagarla. Que no dudara. Que esa cifra para él no fuera por la tanga, sino por mí.
Me sentí como una joya escondida. Como algo secreto que vale más cuanto más se oculta.
Cerré el sobre con las manos húmedas. No lo besé, no le puse una nota. Solo lo imaginé abriéndolo, oliendo, tocando lo que fue mío. Lo que soy.
No me interesa vivir de esto. No es la plata lo que busco. Pero no voy a mentirme: cuando veo cuánto están dispuestos a ofrecer, siento que mi valor crece. Que soy más deseada. Más real. Más puta.
Y me gusta.
A la noche, Alexis me hizo el amor con esa entrega que siempre tuvo, tan segura y presente. Le respondí con ganas, pero había algo distinto en mí.
No era desamor, no era traición.
Era otra capa.
Otro fuego debajo del fuego.
Precio sugerido

2 comentarios - Precio sugerido

nukissy443
🍓Crea tu propia animación porno 18 ) Por favor, valora ➤ https://okebio.com/nua
Gonzapijudocba +1
Y te seguís superando, que delicia de relato!
entangayjugando +1
Es la idea... Cada juego me abre otra puerta 😊