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Love of my life...

Estaba en la oficina, en medio de un chat hot con Valentino, cuando recibo la llamada de Carolina, una amiga de años, también productora de seguros. Iba a dejarla pasar, entretenida como estaba con lo que el pendejo decía que iba a hacerme la próxima vez que nos viéramos. Pero el destino quiso que le respondiera.
-Amiga, te llamo para agradecerte por el dato del pintor, está haciendo un trabajo fantástico, y dentro del presupuesto que tenía, una maravilla...-
Obviamente sabía a qué pintor se refería, a Damián, mi pintor de brocha gorda, a quién suelo recomendar en cualquier ocasión que se me presente.
En este caso Carolina y el marido tenían, junto a otros asociados, un broker de seguros. Cierta vez que coincidimos en la Compañía, me comentó que estaba a punto de abrir un par de oficinas más en el conurbano, por lo que enseguida le recomendé a Damián, por si tenía que hacer trabajos de pintura. Y ahí me estaba llamando, para agradecerme la recomendación.
-Que bueno que te haya servido-
-Un montón, nena, la verdad que es un genio-
-¿Ya terminó con el trabajo?-
-Le está dando los últimos retoques a la oficina de...- me dice, mencionando la localidad que, por obvias razones, no voy a revelar.
-Si, me habías dicho que ibas a abrir una sucursal ahí, ¿dónde queda exactamente? Te lo pregunto para no abrirte una oficina justo enfrente- aunque en realidad mi interés es otro.
-Jajaja... No seas mala...- se ríe, tras lo cuál me pasa la dirección.
Corto la llamada, veo que son las once, y me decido. Aviso que me voy a ausentar por un rato, me subo al auto y me dirijo a la dirección que Carolina acaba de darme. En el camino le mando un mensaje a Valentino:
"Lindo, perdoname, pero se me presentó algo urgente, a la noche la seguimos...❤❤️️💋💋"
Cuando ya estoy llegando, veo la camioneta de Damián, inconfundible, estacionada a media cuadra. Estaciono justo detrás y me acerco a la puerta del local, que está en una esquina bastante bien ubicada, debo decir.
El lugar está vacío, obvio, desde afuera solo se ve el piso cubierto de plástico y papel de diario. Seguro debe estar trabajando en uno de los ambientes interiores. Golpeo el vidrio con la llave del auto, y a los pocos segundos lo veo acercándose, al amor de mi vida, con ropa de trabajo, una gorra con visera, las manos manchadas de pintura.
Aunque está de fajina, me resulta terriblemente atractivo. Me gusta todo de él, sobre todo como se le marcan los genitales bajo la ropa.
Se le ilumina la mirada al verme, igual que a mí.
-¿Cómo supiste que estaba acá?- me pregunta al abrir la puerta.
-El destino, vos y yo siempre vamos a estar conectados...- le digo, ingresando al local.
Por supuesto sabe que el local es de una amiga, y que yo lo recomendé, algo que hago siempre que tengo la oportunidad. 
-Me encanta el acabado que le diste- comento, recorriendo con la mirada las paredes de lo que vendría a ser la sala de espera.
-¿Se puede ver adentro?- le pregunto.
-Si, claro, estoy terminando con la oficina de la jefa- repone.
Entramos por un pasillo, y cuando ya estamos lejos de las ventanas, sin nadie que pudiera vernos desde afuera, me freno, me doy la vuelta y colgándome de su cuello, lo beso en la boca.
Damián es el único hombre que puede hacerme acabar con tan solo un beso. De solo sentir sus labios, su lengua, su saliva, se me humedece la concha de una manera que solo un orgasmo puede provocar.
Le agarro una mano y la pongo en mi cola, para que me la acaricie, para que me la apriete, pero la saca enseguida.
-Tengo las manos con pintura...- me dice.
-No me importa...- le digo, volviendo a poner la mano en SU lugar, porque sí, mi cola es suya, como lo es todo mi cuerpo, mi vida, mi alma.
Soy una mujer casada, que tiene sexo con otros hombres, con hijos de diferentes padres, pero Damián es el único a quién le voy a pertenecer hoy, mañana y siempre.
Entramos a la oficina, sin dejar de besarnos, metiéndonos manos por doquier, sintiendo que, pese al tiempo transcurrido, la pasión entre nosotros se mantiene intacta.
Le desabrocho el pantalón, se lo bajo casi hasta las rodillas, y agarrándole la pija, le digo en un suspiro:
-¡Te extrañé mucho, muchísimo...!- 
Me pongo de cuclillas, y se la como hasta que se me atora en la garganta. Los suspiros en que prorrumpe cuando empiezo a chupársela, es la melodía de mi vida, la banda sonora que matiza mis mejores momentos.
Mi mundo puede estar cayéndose a pedazos, pero es sentirlo palpitar entre mis labios y saber que todo va a estar bien.
Pasándome gustosa la lengua por los labios, me levanto y empiezo a desvestirme.
-Debería llevarte a un lugar lindo, más cómodo...- comenta, sin perderse detalle de los atributos que se van revelando ante sus ojos.
-¡Dejate de joder...! ¿Te olvidaste como nos conocimos?- le recuerdo, ya desnuda y entregada.
Me revolqué con tantos en los lugares más incómodos e inhóspitos, no me iba a revolcar con él ahí.
A Damián lo conocí mientras pintaba, con otros dos pintores, un departamento en el edificio donde vivía antes, solo que entonces no era el patrón, sino un peón más. Yo fui quién lo convenció, en alguna tarde, luego de hacer el amor, de que se largara solo.
Y aunque había tenido sexo con los tres... ¡al mismo tiempo!... ¡en el mismo depto que pintaban!... de alguna manera Damián logró robarme el corazón. 
Sin que me diera cuenta consiguió mi número, y me llamó a los pocos días, tímidamente, esperando de plano un rechazo, según me contaría después. Obviamente, pasó lo contrario. De los tres, él había sido quién más me hizo gozar, pero lo que terminó de convencerme, fue que no le haya importado que estuve también con sus compañeros. Así que nos encontramos, cogimos, ésta vez solo los dos, y a partir de ahí todo ha sido reencuentros. Volver a vernos y ver de nuevo la luz al final del túnel.
Camino hacia una de las paredes, y poniéndome en posición de cacheo, le muevo incitante la cola.
-¡Dale, no seas malo, no me hagas esperar...!-
Viene entonces hacia mí, la pija con las venas a reventar, se me pone por detrás, y con un hábil movimiento de la pelvis, me la manda a guardar toda entera, gorda, llena, rebosante...
Me sujeta de la cintura y me empieza a coger ahí mismo, de parados, contra la pared, con un ritmo demoledor, metiéndomela hasta los pelos con cada empujón.
Sube las manos y agarrándome fuerte de las tetas, me hace gemir y jadear como solo él puede hacerlo.
En un local del conurbano, todavía en refacción, en la que será la oficina de mi amiga y colega, soy suya una vez más, como tantas otras veces, como siempre lo fui, y como siempre lo seré. 
Sin soltarme me besa el cuello, me lo chuponea excitado, sé que va a dejarme marcas, pero no me importa, si son suyas, las acepto.
Volteando la cara, le pido la lengua, para morderla y chupársela, mientras él me embiste con más ímpetu todavía.
Y es justo ahí, que me estalla un orgasmo infernal, como todos los que Damián acostumbra regalarme. 
Un cimbronazo me recorre toda la espina dorsal, sacudiéndome como si fuera una descarga eléctrica. 
Cuando sale de mi interior, se escucha un PLOP, algo líquido cayendo en el plástico que recubre el suelo, es el flujo de mi acabada, que arrastra la pija al salir.
Me giro hacia él, y volvemos a besarnos, con esa pasión que nos envuelve y volatiliza.
Me he acostado con muchos hombres, a los que no me une ningún sentimiento, más que el de echarme un buen polvo. Con Damián el polvo es un agregado. 
Sé que no podemos estar juntos, pero cada vez que nos encontramos, esa idea vuelve a cruzarse por mi cabeza.
Mientras yo me meto los dedos en la concha, tratando de calmar ese latido que, pese al orgasmo, sigue fuerte e intenso, Damián prepara en un rincón de la oficina un lecho improvisado, juntando cartones y trapos. 
Cuando está listo, me acuesto de espalda y me abro de piernas. Me chupa primero la concha, rozándome el clítoris con una barba de varios días que, aunque áspera, para mí es terciopelo.
Se recuesta encima mío, y me vuelve a clavar aquello por lo que dejé mi trabajo a medio terminar y me fui hasta el mismo conurbano para tenerlo.
-¡Cogeme... haceme tuya de nuevo...!- le pido entre suspiros, deseando volver a ser uno los dos.
Cuando me empieza a bombear, me vuelvo a mojar como una quinceañera, disfrutando a más no poder esos bombazos que me sacuden hasta el alma.
Le envuelvo el cuerpo con brazos y piernas, fundiéndome con él en una amalgama perfecta de amor, placer y lujuria.
Mete y saca, mete y saca, colmándome de esas delicias que llevan su nombre inscripto en cada una de ellas.
En ese momento no me importaría que las paredes se nos cayeran encima y quedar bajo los escombros, si tengo su pija adentro.
Nos besamos, nos apretamos, metemos la lengua de uno en la boca del otro, sin dejar de cogernos, golpeando nuestros cuerpos... PLAP PLAP PLAP PLAP PLAP PLAP... hasta que un último estremecimiento y... ¡Aaaahhhhhhhhhh...!
Otro polvazo divino, hermoso, excelso, mucho mejor que el anterior, ya que me acaba adentro, llenándome de leche y amor.
-¡Te amo...!- le digo, estrechándolo aún más entre mis brazos y llenándole la cara de besos, mientras siento su fuego interior arder en mí.
Y aunque él no me lo diga, sé que siente lo mismo por mí, pero jamás será el responsable de romper una familia. Más de una vez le tiré la indirecta de irnos a vivir juntos, de ser una pareja, de ser suya en todo momento, pero siempre cambia de tema, me elude, por lo que ya dejé de proponérselo, sobre todo después del nacimiento de mi hija.
Cuando se voltea hacia un lado, saliendo de mí, se produce el desborde, el semen colapsa mi interior y se derrama profusamente en el cartón sobre el que estamos echados.
El baño del local todavía no está habilitado, así que nos tenemos que limpiar con papel toalla.
Luego nos vestimos en silencio, sabiendo que en pocos minutos más volveremos a separarnos... ¿Hasta cuándo?... Solo el destino lo sabe...






Love of my life...
madura

10 comentarios - Love of my life...

fito555
sin palabras.!!
no hace falta nada mas..
Desert-Foxxxx
Cada vez que te leo me dan ganas de asegurar algo y hacerme el cliente difícil para que me convenzas con las tetas marita. O de andar paseando por cierto barrio
gerardoriker
que tipo con suerte, algun dia contestaras hermosa???
MIsko-Jones
te sigo desde el principio y recuerdo el primer relato de los pintores y como siempre seguis reencontrandote con damian una gran historia

besos Misko
Pijaron25
Van 10 puntos como siempre tus relatos me dejan la chota hinchada y dura como burro 🔥😈
troconte
Cuándo volvés con el Cholo nena...
gerardoriker
el amor de tu vida y no tuviste un hijo con el???