You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

putita la niñera 12

Después de lo que pasó en la habitación de Lucía, no podía mirar a Clara a los ojos sin sentir un nudo en el estómago. Su reacción, esa mezcla de control y desenfreno, me tenía descolocado. Pero más me descolocaba Lucía, que parecía no notar nada, paseándose por la casa con esa naturalidad suya, como si no hubiera pasado nada en el living, como si no supiera que yo había estado oliendo su ropa interior como un enfermo.
Esa noche, Clara me llamó al comedor. Estaba sentada en el sillón grande, con una cerveza en la mano, los pies descalzos sobre la mesa. “Juan, vení un segundo,” dijo, con ese tono que no te deja opción. Me acerqué, todavía con el corazón acelerado por el recuerdo de la tanga y su boca. “Sentate,” ordenó, señalando el otro sillón. Me senté, inquieto, sintiendo que algo grande estaba por pasar.
“Estoy harto, Clara,” solté de golpe, sin poder contenerme. “Me estoy volviendo loco. Lucía me calienta todo el día, no puedo parar de pensar en ella. En vos. En lo que pasó.” Mi voz salió más desesperada de lo que esperaba, pero no me importó. Necesitaba sacármelo del pecho.
Clara me miró, con esa calma suya que a veces me ponía más nervioso. Dio un sorbo a la cerveza, dejó la botella en la mesa y sonrió, una sonrisa afilada, como si ya supiera todo. “Ya me di cuenta, boludo,” dijo, casi riéndose. “Sos transparente como el agua. Pero tranqui, que esto se puede arreglar.” Antes de que pudiera preguntar qué quería decir, levantó la voz y llamó: “¡Lucía! Vení un momento.”
El corazón me dio un vuelco. Los chicos se habian ido a un cumpleaños. Lucía apareció desde la cocina, con una remera suelta y unos shorts tan apretados que no parecian los de una niñera comun y corriente. “¿Qué pasa?” preguntó, apoyándose en el marco de la puerta, con esa mezcla de curiosidad y descaro que siempre llevaba.
Clara no dio vueltas. “Vamos a jugar un juego,” dijo, y su voz tenía un filo juguetón, pero también autoritario. “Sentate acá, al lado mío.” Lucía, sin preguntar mucho, se dejó caer en el sillón junto a Clara, sus rodillas rozándose. Yo seguía sentado enfrente, sintiendo que el aire se volvía más pesado con cada segundo.
“Juan, levantate,” ordenó Clara. Me puse de pie, sin saber bien qué esperar. “Sacate la ropa. Toda.” Su voz era firme, como si no admitiera discusión. Miré a Lucía, buscando alguna pista, pero ella solo me observaba, con una ceja levantada y una sonrisita que me hizo hervir la sangre.
No sé por qué obedecí. Tal vez porque Clara tenía esa forma de hacerte sentir que no tenías opción, o tal vez porque, en el fondo, quería seguirle el juego. Me quité la remera, el pantalón, los bóxers, todo, hasta quedar completamente desnudo frente a ellas. Mi pija ya estaba toda gorda, con esa vena que se me hincha cuando mas me caliento. Las dos me miraban, Clara con esa intensidad suya, Lucía me miraba directo a la verga, con una mezcla de diversión y algo más, algo que me hacía querer adivinar qué pasaba por su cabeza.
“No te toques,” dijo Clara, cortante. “Solo quedate ahí. Miranos.” Se giró hacia Lucía, le tomó la mano y entrelazó sus dedos con los de ella. El gesto me pegó como un puñetazo. Había algo íntimo en cómo se tocaban, algo que me excluía pero a la vez me invitaba a mirar. Clara deslizó su mano libre por el brazo de Lucía, despacio, subiendo hasta su hombro, rozando su cuello. Lucía suspiró, apenas audible, y se acercó un poco más a Clara, sus cuerpos ahora casi pegados.
Yo estaba parado, inmóvil, con la pija palpitando, sintiendo cada latido como un martillo en mi pecho. Ellas se acariciaban, primero suave, luego con más intención. Clara le pasó un dedo por la mejilla a Lucía, luego por los labios, y Lucía abrió la boca, atrapando el dedo entre sus dientes, chupándolo con una lentitud que me hizo apretar los puños. No podía tocarme, no podía moverme, y eso era una tortura. Mi cuerpo temblaba, el calor subiéndome desde los huevos hasta la cabeza de la pija, que ya goteaba.
“Mirá lo que le hacés, Lu,” dijo Clara, con una risita baja, mientras miraba mi erección. Lucía giró la cabeza hacia mí, sus ojos recorriéndome de arriba abajo, deteniéndose en mi pija. “Pobrecito el viejo pajero,” murmuró, pero no había lástima en su voz, solo un tono burlón que me calentó todavía más.
No sé cuánto tiempo pasó. Minutos, tal vez, pero se sintieron como horas. Ellas seguían tocándose, sus manos ahora más audaces, Clara deslizando los dedos por el muslo de Lucía, Lucía respondiendo con un roce en la cintura de Clara. Yo no podía más. La presión en mi cuerpo era insoportable, una mezcla de deseo, frustración y algo más oscuro, algo que me hacía querer gritar. Y entonces, sin tocarme, sin que ellas me tocaran, sentí el orgasmo subir como una ola. Intenté contenerme, pero fue imposible. La leche salió en chorros, cayendo al piso, mi cuerpo temblando mientras un gemido se me escapaba de la garganta.
Clara no perdió el tiempo. Con un movimiento rápido, la agarro a Lucía y la puso de rodillas frente a mí, justo donde había caído la leche. “Probala,” le dijo, su voz baja pero firme. Lucía me miró un segundo, sus ojos brillando con algo entre desafío y deseo, y luego se inclinó. Su lengua rozó el suelo, lamiendo despacio, deliberadamente, mientras Clara la miraba con una sonrisa satisfecha. Yo estaba paralizado, mi pija todavía dura y goteando, mi cabeza dando vueltas.
Cuando Lucía terminó, se levantó, se limpió la boca con el dorso de la mano y me miró. “Qué rico viejo pajero,” dijo, con una risa corta, antes de darse la vuelta y volver a la cocina como si nada. Clara se quedó en el sillón, mirándome con esa calma suya que me ponía los nervios de punta. “Andá a limpiarte, Juan,” dijo, como si fuera lo más normal del mundo.
Me quedé solo en el comedor, desnudo, con el corazón latiendo a mil y el olor de ellas dos mezclada con mi leche todavía en el aire. No sabía si estaba en el cielo o en el infierno, pero lo que si sabia era que hasta que no me las cojiera a las dos, esto no iba a parar

1 comentarios - putita la niñera 12

nukissy4499
🍓Aquí puedes desnudar a cualquier chica y verla desnuda) Quitarle el sujetador o las bragas) Por favor, valora ➤ https://come.ac/nuda