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La primera vez con una mayor que yo

La primera vez con una mayor que yo

Era 2021, yo tenía 24 años, vivía solo, rentaba un cuartucho un tanto retirado del centro, tenía muchas ganas de conocer a alguien y me abrí un perfil en facebooc parejas, de entre tantas, me llamó la atención una chica, se veía joven, de principio habría pensado que no tendría más edad que yo, revisé su perfíl, decía que era veterinario, me llamó la atención le dí a la palomita verde y al poco tiempo vi que hicimos match. Me facinaban sus rasgos, ojos coquetos, piel clara, labios finos, su naríz me encantaba, un poco respingada y un poco chata.

Comenzamos a conversar, intercambiar un poco de nuestros gustos y experiencias, la invité a salir, se veía dispuesta e interesada. Qudamos de vernos en un lugar centrico, por la tarde, como a las 6, a mi me gusta quedar esa hora, porque a esa hora aún es hay luz solar y la noche se acerca temprano, como para bien decidir qué hacer.

Llegué y no esperé mucho para reconocerla a lo lejos entre la gente, traía un look casual converse, jeans y sueter negro, me acerqué y nos saludamos de beso en mejilla, era má bajita que yo, aprox mido 1, 70, al parecer se veía un poco más llenita que en las fotos, pero se le marcaban bien los pechos, buenas piernas, y unas nalgas que se veían firmes.

La invité a que caminaramos, mientras charlabamos. Después de un rato nos sentamos bajo un árbol en una banca en la plaza, hasta ahí todo fluía bien, ella dejaba ver su interés en sus ojos brillantes, en cómo me veía, honestamente me imaginaba probando sus labios, de vez encuándo obserbava su cuello, con una tez robusta, que me hacía fantasear en besandola desde el lóbulo de la oreja, me distraía un poco de vez en cuando pensando en eso.

Quería ver hasta dónde podíamos llegar, comencé a preguntarle qué es lo que ella quería, profundizando en el tema, atajando por las respuestas para profundizar y encontrar esas sensasiones por las que estabamos pasando.
Se hacía tarde y la conversación se estaba poniendo más interesante, definitivamente había química, aunque estabamos sentados frente a frente cada vez más acercabamos nuestros cuerpos, ocasionalmente mientras charlabamos ponía mis dedos y luego mis manos sobre su pierna, agarrando confianza, discretamente, escuchandola atentamente.

Por cierto ella tenía 34, estaba de paso por la ciudad por trabajo, eventualmente se iría a vivir a otro lugar, sería mi primera vez que tenía una sita con una señorita de esa edad, me intrigaba y quería ir más allá.

Le dije que se hacía tarde, que me lo estaba pasando muy bien con ella, sentía una buena conexión y sentía que podríamos dar un siguiente paso, de alguna manera hablamos sobre lo que sentíamos en el momento, le dije lo que me gustaba de ella y ella de mi. — y si nos besamos?. — Le pregunté. Ella asintió con la cabeza, viendonos a los ojos, y sonriendo acercamos nuestros labios, yo tenía mi mano en su pierna.
Para ese entonces ya tenía la verga palpitando y mojado.
El primer beso fué delicioso, ambos lo disfrutamos. —Te gustó?.— Le pregunté y seguimos probandonos, cada vez más, pasando de un labio a otro hasta tocar nuestras lenguas, yo le apretaba más la pierna, masajeando cada vez más cerca de su vagina, ella puso su mano en mi pierna también, como buscando mi verga y acariciandome mientras nos besabamos, llegó el punto en el que la tome del cuello y los besos eran cáda vez más fuertes, sos orejas estaban rojas al igual que sus mejillas, podía incluyo ya percibir el olor de que emanaba lo mojada que estaba.
—Y si vamos a tu casa? — le dije.
—Vamos.— me dijo ella. — Ya estoy bien mojada. — Yo no pude ocultar el bulto.

Tomamos un taxi y el camino se hacía eterno. Sentados atras tomamos nuestras manos y las cruzamos, intentamos contenernos, pues al parecer ámbos no queríamos ser imprudentes en ante el chofer, pero yo tocaba su entre pierna y ella acariciaba mi pene por encima del pantalón.

Al llegar subimos las escaleras, ella me tomó de la mano y me jaló hacia su departamento, subía con un balanceo sexi, provocativo, moviendo su colita en cada escalón, me mordía los labios, con mi otra mano le agarré la cintura, le gustó y le acaricié la nalga mientras subíamos.

Al entrar todo muy bien, una sala con sofás, una mesa de centro, hacía un poco frío, pero acogedor, me ofreció agua y nos pusimos cómodos.
Nos sentamos en el sofá y comenzamos a besarnos de nuevo de una manera deliciosa, ahora sin limitarnos por miradas externas, intercambiamos tanta intensidad, noté que la provocaba más al apretarle las caderas, ella me apretaba el pene por fuera del pantalón, (ya lo quería sacar) y comencé a desabrochar su pantalón, mientras nos besabamos ella se puso arriba de mi, durante se quitaba los zapatos, alquedar libre y quitarle el pantalón quedó ella arriba de mi, yo sentado y recargado en el sofá, comenzó a besarme el cuello y desabrocharme la camisa, cuando ya no había botón pueto, siguió besandome por el pecho hasta llegar a mi pantalón, lo desabrochó y me ayudó con el pantalón igual, me trabé un poco con los zapatos, mientras contemplé que traía una tanguita roja, sus nalgas bien formaditas, resaltando unas piernas fuertes, se vé que le gustaba senderear.

Yo estaba completamente erizado, no pude contener mis gemidos mientras bajaba. Al estar ella sin pantalón al igual que yo y ella estando de rodillas frente a mi le quité su camisa, su brasier igual era rojo, levantandole un poco las tetas, ella comenzó a agarrar mi verga y masturbarla deslizando el lubricante natural por el glande con sus dedos, mientras ella hacía eso me incliné a quitarle el bra, no me costó desabrocharlo, mientras ella jugaba con mi pene y mis huevos, agarré sus tetas, muy ricas, agarré su mentón y la besé, estábamos súper prendidos, le puse unos cojines en las rodillas, me acomodé de nuevo en el sofa y comenzó a mamarme la verga.

Se metió el glande primero y comezó a chuparla como paleta, sus manos me apretaban la base del pene, resaltando las venas y la cabeza, yo le recogí el cabello para su comodidad, y mientras la empezaba a mamar cada vez más profunda y jugaba a atragantarla.

La exitación era demasidada, después de un rato mamandomela se limpió la boca y se me montó, así yo sentado agarró mi verga mientras nos besabamos (algo como esto:)

La primera vez con una mayor que yo

y se la empezó a meter despasito. Se sentía super estrecha su vagina, y cuando ya la tenía toda adentro comenzó a subir y bajar. Yo le chupaba las tetas mientras, ella me agarraba de la cabeza y me apretaba contra ella cáda vez que sacaba mi lengua para ponerla toda sobre sos pezones, estaban muy ricas, un poco caídas, naturales, concistentes y chupables.

Apenas se la metía toda y sentía tocar el DIU en su interior, sentí raro, pero me dijo que lo tenía, eso quitó algunos puntos porque yo se la quería meter más pero era incómodo, aún así estaba rico hasta donde entraba, se veía deliciosa, sus caderas, sus piernas, sus nalgas apretando, entregada a mi, al momento, yo le apretaba las nalgas, la acariciaba, le daba nalgadas, le chupaba las tetas, se las dejé marcadas, ambos gemíamos del placer, se estremecía cada vez más hasta que se corrió, esos gemidos largos e intensos, mientras sus piernas temblaban y me abrazaba hacia mi, mi verga escurriendo de nuestros líquidos y de su vagina mojadísima.

Al parecer eso la dejó por completo, no pudo más. Quedó agotada.

Con la verga adentro la cargue y la senté en el sofá, algo como esto:
doctora
Le di rico un poco más pero ya se veía derrotada.

Fuimos a su cuarto, le di un masaje y se quedó dormida.

Amanecimos juntos.

Hasta aquí lo dejo por ahora.

Honestamente no me atrevía a contar esto, tengo más relatos, comienzo con este porque es para mi como un desahogo, para expresar estos recuerdos y compartir esta experiencia, iré añadiendo luego más detalles.



Gracias por leer. Comenten qué les gustaría que mejorarara o qué detalles añadir.



en el sofa
Una foto de ella

en su casa
Una de mi verga.

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