Quiero viajar lejos y ser una putita

Últimamente no he contado las cosas que me pasaron después de los últimos dos relatos.

A veces quisiera irme de la ciudad donde vivo, irme a otro estado, otra ciudad donde nadie me conozca y así invitar a mi casa a hombres y machos que me den verga y me hagan sentir bien putita.
Una vez estaba sólo en casa y pensé en hacer un pedido de comida por Uber Eats y al ver que mi repartidor era un hombre maduro, decidí arreglarme un poco, ya que mis piernas y mi culo se ven bastante bien... Me puse un short muy corto y arriba un suéter rosa muy lindo que tenía guardado.
Cuando llegó el pedido yo estaba temblando, no quería que mis vecinos vieran que estaba por salir a recibir la comida en un atuendo bastante revelador, pues mis nalgas se veían mucho y el culo se me veía apretado por el short.
Tome valor, salí y el hombre repartidor me atendió muy bien. Se despidió pero sí noté que me veía de abajo a arriba con la mirada.
Tal vez solo era curiosidad, pero él me hizo sentir deseado... Y alguna vez quisiera ir por ahí a otras ciudades para que otros ricos hombres maduros me den verga y me quiten estás ganas que tengo