La amiga de mí tía y las noches de carnaval

Esto que voy a contarles sucedió hace muchos años.
Todos tenemos una tía solterona con amigas perras, en este caso Lucia era la amiga de mí tía.
Cuarentona, deshinibida absolutamente, grandota de tetas grandes en forma de uva y caderas anchas acompañadas de piernas hermosas.
Lucia era la dueña de mis mejores pajas. Llegaba a la casa de mí abuela para algún cumpleaños o fiesta y todos los hombres se miraban entre ellos, y eso incluía a mí padre y a mí.
Verla caminar con sus tetas rebotando ya ponía mí pija adolescente con ese cosquilleo que pedía cogoteada.
Lucia era de esas minas que no se achicaban ante nada, y retrucaba todo con segunda intención.

A medida que fui creciendo me calentaba más su forma de ser y fui acercándome a ella a través de mí tía.
Una vez, para fin de año, me pidió que la acompañase a servir el helado para todos los presentes.
La cocina era chica y estábamos pegados... Lucia me puso helado en el cuello y lo limpió son su lengua sin dejar de reírse.
"Tu novia te hace así ?" Dijo
" Jajaja, no tengo novia" contesté
" Bebé !!.. cómo es posible que esta cosita tan linda esté solita ??"" Decí que soy vieja para vos porque si no ..."
"No sos vieja ! Estás hermosa, todos se babean cuando te ven "...
El alcohol.me animaba a decirle lo que pensaba
"Ay, que lindo es escuchar eso !!" Y me dió un beso ruidoso en la mejilla.
Más tarde pusieron música y Lucia me sacó a bailar.
Aunque el ritmo era movidos, ella me tenía de la cintura, pegado a su cuerpo.
Mí pija estaba dura, era imposible que no la sintiese, pero seguíamos sin despegarnos.
Entonces me dijo al oído: " me estás haciendo calentar pendejo, te conozco desde que naciste pero me estás clavando una estaca !!!"... basta, se pueden dar cuenta" y me soltó yendose a la cocina.
Desde allí me hizo señas de que me acercara
Me tomó del brazo y giró metiendome adentro.
Me abrazó y nos besamos...mis manos la tocaban por todas partes...apretaba su culo y ella me abrazaba más fuerte... busqué besar sus tetas y sacando su cabeza para ver si venía alguien, sacó un pecho y lo llevó a mí boca.
Lamí, mordí, besé...ella revolvía mi pelo y la otra mano acariciaba mi pija.
Sentimos ruido y nos despegamos rápido, acomodando nuestras ropas.
Fuimos al patio y ella fumaba nerviosa y me dijo que no sabía que le pasaba, que la pudo la calentura, estar con un pendejito...
Y en ese momento me preguntó si iría con ella y mi tía a los carnavales de corrientes, que iba a convencer a mi tía de que me llevara.
Me besó y se fué con los demás.
Un mes después, mi tía me invitaba a ir con ellas al carnaval.

Después de 8 horas de viaje en colectivo llegamos a una cabaña propiedad de un familiar de Lucia,muy cerca del río.
Ni bien mi tía entró a ducharse Lucia se tiró encima mío. Caímos en la cama y sacó sus tetas apoyándolas en mi cara. Eran mejor de lo que imaginé durante mucho tiempo...duras, grandes, parecían una uva, en punta.
Mis labios chupaban y lamian, mis manos acariciaban su culo, y por primera vez Lucia bajó mi pantalón para agarrarme la pija.
La besaba, la pasaba por su cara y cada tanto la metía en su boca.
" Nunca imaginé que mi chiquito tendría este pedazo de carne... Hermosa y grandota...la tía Luchi la quiere toda adentro, pero ahora no podemos...ya vamos a buscar el lugar "
Cortamos ahí porque mi tía estaba por salir del baño.

Cada vez que podíamos nos tocabamos.
La primer noche de carnaval aprovechaba el amontonamiento y la apoyaba y toqueteaba ella me acariciaba la pija
Cuando volvimos a la cabaña mí tía dijo que se iba a acostar porque estaba muy cansada y le dolían los pies.
Esperamos que se durmiese y nos fuimos hacia una especie de pieza que servía de lavadero.
Empezamos a besarnos y Lucia se arrodilló a chupármela.
Después de un rato se apoyó con sus codos en el lavarropas y subiéndose el vestido me ofreció sus ancas.
Pincelié y se hundió sola por toda su concha que ya era un río a esa altura.
Me afirmé de su cintura y empecé a cogerla duro...creo que mí tía hubiese podido escuchar el golpe de mis huevos en su culo
Ella era una máquina de acabar y yo no tardé de llenarle la concha.
Nos besamos, era nuestra primera vez.
Se agachó y con la boca limpió toda mí pija, milímetro a milímetro
Volvimos a besarnos y regresamos a la cabaña.
Cogimos dos veces más en esos días y regresamos a nuestra ciudad.

Ni bien estuvimos en casa, Lucia me pidió que la ayudase a llevar sus cosas y una vez en su casa se tiró en la cama y nos enredamos en besos y toqueteo.
Me dió un juego de llaves y me dijo que la visitara todas las veces que quisiera.
Fueron mañanas, tardes y noches de sexo furioso. No hubo agujero que no tuviese su ración de leche.
Durante 2 años fuimos amantes, hasta que me tuve que ir a otra ciudad a estudiar veterinaria.
Alguna que otra vez volvimos a coger.
Lucia fue mi paja hecha realidad y siempre va a estar en mí mente