

















Mi sala de estudio es la cómplice de mis mejores deseos. Entre libros y penumbras, me entrego a la intimidad de mi cuerpo, donde cada caricia despierta un incendio secreto. El silencio se llena de suspiros, mi piel arde con el roce de mis manos, y mi mente viaja por fantasías prohibidas. En este refugio íntimo, me desnudo de miedos y me elevo en un placer intenso, incontrolable, infinito.
1 comentarios - El secreto de mi estudio...Dulce y ardiente